En Moscú escuché aquella expresión sin darle importancia. Sin embargo, se la di 15 años después en Cuba, recordando a una colega soviética mostrar una pequeña cartera de apenas tres pulgadas de largo, dos de alto y una de ancho dentro de la cual dijo que estaba la solución.
Miré como se observa un acto de magia. ¿Cómo creer que mis botas y sandalias, además de un pantalón, cabrían dentro de algo que estuviera en una carterita tan diminuta?
Parsimoniosamente extrajo y desplegó una redecilla carmelita que se extendía en la medida en que le introducían los objetos.¡ Y sobró espacio!
Triunfante dijo: “Siempre tengo una…” (en ruso dijo unas palabras que para nada entendí). Tradujo: “Por-si-acaso, Chang, pero dicho como una sola palabra: porsiacaso.”
Esta vez, en 1994, Irina con sus envases estaba lejos, a más de 9550 kilómetros, y la Unión Soviética no existía, con todas sus consecuencias para Sancti Spíritus, una localidad del centro de Cuba, donde no pude incorporarme a una larga fila de personas para comprar naranjas por no tener dónde llevarlas.
No recuerdo su apellido pero si ella lee estas notas, le digo que hoy, en Cuba es raro que alguien no tenga en su bolsillo un “porsiacaso” que generalmente es una bolsita de nylon, de esas que no hay en los comercios, pero las revenden en sus alrededores.
Sabedor de que la colega era una insaciable preguntadora sobre la realidad cubana, y previendo que acceda a este sitio, acudí a ECURED para ampliar la información sobre el envase, objeto “destinado a contener, presentar y proteger un producto o conjunto de productos durante su manipulación, almacenamiento, distribución, venta y consumo. Llamado también envase de consumo.”
Se denomina embalaje “al medio o conjunto de medios que aseguran la protección de un producto o grupo de productos, envasados o no, salvaguardando la calidad o integridad original durante su manipulación, almacenamiento, transporte, venta y distribución, constituyendo generalmente una unidad de carga independiente. Llamado también envase de transportación.”
A la enciclopedia colaborativa cubana habría que incorporarle referencias a la nociva costumbre cubana muy en boga en Villa Clara, y por toda Cuba, de encontrar tanquetas que en letras grandes y azules dicen: “PROPIEDAD DE LA INDUSTRIA LÁCTEA”, más en manos de particulares que en fábricas de ese sector.
También habría que mencionar a trabajadores no estatales tenedores de estos medios en cualquier cantidad, o que dentro de las propias entidades estatales las poseen quienes no debieran.
Además del maltrato a esos recursos, si seguimos a este paso sin dudas llegaremos al punto en que no habrá cómo transportar las mercancías que necesitamos, porque podremos tener individualmente nuestro “porsiacaso” aparece algo, pero ese algo no llegará porque no alcanzarán los envases y embalajes.
Por cierto, se ha dicho que la producción de Cuba solo satisface más o menos el 36 por ciento de las necesidades de envases y embalajes, y que el resto debe importarse so pena de paralizar la economía nacional dependiente de esos recursos.
¿Quién iba a decir que hoy, a casi 45 años de que Irina me obsequiará aquella “porsiacaso”, iban a proliferar tanto, aunque no con forma de redecillas, sino como bolsitas plásticas?
Arturo Chang
22/3/14 20:56
Irai: Usted aporta un nuevo elemento, y es el de usar una y otra vez la misma porsiacaso después de lavarla. Gracias por comentar y le invito a visitar este sitio donde publico todos los viernes.
Irai
13/3/14 16:24
Holas, hoy fue q lei el articulo, muy bueno, comico y refrescante, los fines de semana doy un recorrido x las tiendas o contenedores del barrio, y siempre llevo varios porsiacaso, xq señores, yo lavo los porsiacaso, menos en los q echo pollo, esos los boto, el resto los lavo o reciclo, o sea, los lavo en la lavadora, no es Aurika, jajajajaja, y los q reciclo, los pongo en una esquinita del viandero y los uso una y otra vez, asi lo hago y me ha ido bien, no se si va con H, si no, disculpen la falta de ortografia, sdos
Arturo Chang
6/3/14 18:26
Milagros: muy ingeniosa su manera de dividir el cuerpo humano. Gracias por su comentario.
Milagros
6/3/14 10:30
Bueno, creo que ahora podría cambiar la anatomía humana y ser cabeza, tronco, extremidades y porsiacaso, en realidad no es más bonito pero sí más pintoresco. Con relación al comentario de Madelaine ella es una cómica, parese que solo sale a la calle los tres primeros días despues del cobro.
Arturo Chang
3/3/14 14:36
Madelaine: Entiendo el sentido de la pregunta, y no es tanto lo que dices, como lo que dejas claramente a la inteerpretación. Si yo pudiera responder esa pregunta, no estaría aquí ahora escribiendo estas líneas, pues me encontraría en el reino de los sobrenaturales. Cuba es un país con más preguntas que respuestas, y esa es una de ellas. En vez de agradecerte por comentar, te agradezco por preguntar algo que estoy seguro despertará el pensamiento de muchos. Gracias
Madelaine
3/3/14 12:15
Leí rapidito y algunos párrafos, con esto y ver algunos comentarios me sobra para decirle que salir a la calle sin dinero es, casi, imposible; para mí: dinero y java están dialécticamente unidos y, ME PREGUNTO: ? HASTA CUANDO ¿
Arturo Chang
1/3/14 12:48
TIDE: Me parece bien que a la porsiacaso también le llames salvavidas. NORMA: Ya usted está plantenado el asunto de eliminar las jabitas por contaminantes, pero... ¿Por qué no pensar en usar las jabitas sin contaminar? ¿Y si no hay jabitas para trasladar las cosas qué usamos en las actuales y futuras condiciones previsibles cubanas? TIDE y NORMA: Gracias por comentar
norma
1/3/14 7:52
Sería muy bueno, además, que "porsiacaso" todos vayamos pensando en eliminar las dichosas jabitas que tienen la costumbre de ser contaminantes, altamente contaminantes ¿por qué no plantearse el asunto?
Tide
28/2/14 22:52
Fui uno de los que recorriendo La Habana, en la espera de encontrar cualquier cosa que se pudiera comprar y llevar para casa, no dejaba de cargar en uno de mis bolsillos traseros del pantalón, una javita plástica, o una “porsiacaso” como bien las has bautizado en recuerdo de Irina, “la bola”. No pudiera recordar las muchas veces que me fue útil, y las consideraría también, con tu permiso, como “salvavida” en el sentido figurado de las palabras. Un saludo virtual.
Arturo Chang
28/2/14 19:37
Fede: primero, le agradezco su comentario. Lo cierto es que sobran las veces en que en las unidades comerciales no existen esas jabitas, pero que sí las venden en sus entradas por parte de personas ajenas al centro. Y algo que todos nos preguntamos: ¿Por qué en Cuba las cobran?
Fede
28/2/14 11:08
Hace poco, en la mesa redonda dijeron que la producción de jabitas (o bolsas plásticas) sí daba a basto para todo el país... ¿qué será?
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.