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lunes, 25 de noviembre de 2024

No-hombres en La Habana

El volumen Erótica de los No-hombres, del actor, realizador y escritor cubano Julián Martínez, pone sobre el tapete la certeza de que debemos pronunciarnos en contra de todo aquello que nos lacera como seres humanos

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 26/05/2012
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Portada del Libro

Los No-hombres son los chicos que lloran y las mujeres que vuelan.
Los No-hombres son piezas de un puzzle que nunca encaja a la perfección. y que por eso nos enganchan.
Los No-hombres conviven en el mismo espacio-tiempo
que los “hombres de verdad”,
pero se encargan de violar sus fronteras.
(María Castrejón: Prólogo de Erótica de los No-hombres)

María, Sergio, Severino, Íñigo, Lola, Lucía, Carlos, Ernesto, Fortunato, Exilia, Lourdes, Olivia, Claudia, Jean Pierre, Víctor, Joan, Alicia, Octavio, Camila…desde Madrid y La Habana interconectan sus experiencias y nos las ofrecen.
Más allá del motivo sexual, ellos y ellas, los No-hombres del actor, guionista y realizador cubano Julián Martínez, se abren paso para re-pensar la condición humana en su primer libro, Erótica de los No-hombres, el que se presentó como parte de las actividades que, con motivo de la celebración de la V Jornada Cubana contra la Homofobia -que se extenderá hasta el próximo 31 de mayo-, se desarrollaron en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

-¿Quiénes son los No-hombres?

-Tú y yo…No-hombres somos todos en la medida en que vamos creciendo y esa liberación de lo aprendido y heredado -y exigido- es más fuerte que lo socialmente correcto. Cada uno de estos personajes en su relato correspondiente cuenta el sufrimiento y la violencia de género que padecen por vivir bajo la bandera de las buenas costumbres, la moral, los roles de género o el patriarcado…lo que nos sucede a todos los que, desde pequeños, crecemos bajo la estimulación constante de una educación que pretende guiarnos, con la que no nos sentimos identificados.

“Los hombres no lloran, no deben estudiar ballet…son algunos de los patrones que nos imponen, y negarse a ellos, o al menos intentar hacerlo ya nos hace No-hombres en el mismo instante en el que decimos ¡NO!, sin temores, para replantearnos nuestra existencia tal como la necesitamos. Por eso, los No-hombres somos todos los que negamos las costumbres, los roles preestablecidos y la violencia de género que padecemos por querernos “categorizar”.

“Por supuesto, yo también soy un No-hombre y me dejo ver detrás de esos personajes, reales y ficticios, y también desde la selección de las experiencias que se presentan en el volumen y las que servirán para la inspiración de un largometraje que ya está en preparación, en colaboración con la realizadora Claudia Muñiz, quien nos regaló los filmes Marina y Jirafas.

Julián Martínez, graduado de la Escuela Nacional de Arte en el 2003 y residente en Madrid desde sus 18 años, escribió su primer poema cuando tenía ocho años, el que fue publicado en la revista Ojo de Buen Cubero y tiempo después integró el consejo editorial de la revista trimestral La Edad de Oro en Nosotros, de la Editorial Gente Nueva.

-¿Cuán difícil puede resultarle a un actor el oficio de escribir?

-Nunca dejo de escribir, siempre lo hago. Lo más difícil es querer “tocar” todos los estratos sociales, edades, géneros y tendencias sexuales, e incluso los escenarios diversos para poder superar lo arcaico, lo pre-establecido. Hacerlo luego de dominar las herramientas y técnicas de la actuación y de la realización visual es muy importante, porque así se puede atrapar más al lector, con un libro casi cinematográfico, como este.

“Difícil también es escaparse de las etiquetas. Este libro es tan collage y trata tantos temas distintos que es casi imposible conducir al lector según las categorías, desde el punto de vista comercial, que se asumen en las librerías, ya sean generalizadas o LGTB. También lo es querer circunscribir las historias a un plano espacial, Madrid o La Habana, porque en realidad cualquiera de ellas puede vivirse en cualquier sitio, pues todos tenemos los mismos deseos de volar, de gritar, de decir NO.

Erótica de los No-hombres pone sobre el tapete la certeza de que debemos pronunciarnos en contra de todo aquello que nos lacera como seres humanos. Es una excusa para mostrar cómo el género pierde sus límites y se atraviesa por diferentes ejes tanto formales como conceptuales. El espacio del que parte su no-poética es lo queer, o cuir -como explicó la especialista española María Castrejón en el panel de antesala a la presentación-, un lugar en el que los individuos se reconfiguran al tiempo que lo hace el lenguaje literario”.

-La expectativa sobre Cuba en este momento de la Jornada contra la Homofobia debe haber sido enorme…

-Lo fue. Son tantas las barreras a las que nos exponemos todo el tiempo...

“Presentar en La Habana el libro, en el que no pude dejar de reconocer a la gran Excilia Saldaña, mi amiga entrañable, fue una puerta, un espacio único, no solo porque parte de mis personajes pertenecen a esta ciudad, sino también porque aquí cada día se palpan más las fibras del corazón de la gente y se abren camino, gracias a las voluntades gubernamentales y las aperturas mentales de la gente, todos los que como yo, decidieron un día vivir desde otra orientación sexual.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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