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lunes, 7 de octubre de 2024

Hombres de acero

Desde que se entra a la fábrica es inevitable la sensación de que en cuestiones de pocos segundos te abraza el intenso calor...

Abel Rojas Barallobre en Exclusivo 04/02/2018
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La Empresa de Acero Inoxidable (Acinox) Las Tunas tiene como propósito la fabricación y comercialización de aceros inoxidables (Abel Rojas Barallobre / Cubahora)

Desde que se entra a la fábrica es inevitable la sensación de que en cuestiones de pocos segundos te abraza el intenso calor, tal parece como si estuvieras en las cercanías de algún volcán o en otro planeta más cercano al Sol; y es que entre 40 y 50 grados Celsius de temperaturas como promedio, y en ocasiones más, es que laboran sin descanso los trabajadores de la Empresa de Acero Inoxidable (Acinox) Las Tunas.

Con tecnología algo obsoleta de la firma italiana DANIELI S.p.a., este coloso siderúrgico tunero tiene como propósito la fabricación y comercialización de aceros inoxidables, aceros al carbono y barras corrugadas de acero (cabillas) destinadas a los programas constructivos del país.

Según los directivos de la planta, en ocasiones la chatarra procede de Villa Clara y La Habana; pero el mayor porciento de la materia prima llega principalmente desde las provincias de Ciego de Ávila hasta Guantánamo; cuyo resultado final se percibe en miles de toneladas de acero inoxidable al año; resultado que debe incrementar con la próxima inversión de construcción y montaje de una moderna planta suministrada por la compañía rusa Yumz, la cual podrá fabricar anualmente unas 170 mil toneladas.      

Y es que la producción no solo tiene destino nacional; la fábrica tunera ha logrado posicionarse en mercados internacionales en el Caribe y países como España, Marruecos y Gibraltar.

Todo esto es posible gracias a la actitud de acero de los más de mil trabajadores metalúrgicos que en turnos de ocho horas hasta completar las 24 horas del día, entregan su empeño humano y hasta se burlan del intenso calor que producen las inmensas máquinas cuando derriten el acero.


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Abel Rojas Barallobre


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