Primer Día de las Madres en Cuba. ¿En Santiago de las Vegas o en Puerto Padre?

Francisco Fina García, quien fuera historiador de la otrora villa de Santiago de las Vegas, perteneciente en el presente al municipio capitalino de Boyeros, escribió en la revista Antorcha de esa localidad el 30 de mayo de 1964:

“En la noche del 19 de abril de 1920, se reunieron en la sociedad Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas, en la provincia de La Habana, como acostumbraban hacerlo cada noche, los señores Francisco Montoto, Teodoro Cabrera, Gabriel Gravier, Francisco Simón, Mario Figueredo, Guillermo Gener, Pedro N. Aguiar, Armando Cremata y José Manuel Sánchez.

…en la petit tertulia cotidiana, el señor Francisco Montoto expuso su idea de celebrar el Día de las Madres, y laborar porque en Cuba se destinara un día del año como homenaje a las madres, siguiendo la brillante idea iniciada por Miss Anna Jarvis en la ciudad de Filadelfia. La idea del señor Montoto fue acogida con unánime calor por los reunidos y acordaron organizar un acto en homenaje a las madres, que se llevó a efecto el día 10 de mayo de 1920 en el Centro de Instrucción y Recreo, siendo este el primer acto celebrado en Cuba en honor de las madres…”.

El periodista del diario cubano El Mundo, Víctor Muñoz, lo comentó en sus páginas y abogó por su extensión a todo el país. Más tarde logró que el Ayuntamiento del municipio de La Habana acordara celebrar cada año el Día de las Madres el segundo domingo de mayo, a partir de 1921. Y ya en 1922 se hizo realidad en numerosos lugares.

La posibilidad de escribir para un medio de circulación nacional que llegaba a muchos lectores y sus gestiones para oficializar un Día de las Madres en Cuba, hicieron que durante años se atribuyera su creación a Víctor Muñoz. Mas desde unas pocas décadas atrás se reconoció a los mencionados santiagueros como los verdaderos pioneros, después de reiteradas y prolongadas gestiones probatorias de historiadores de Santiago de las Vegas y amantes de la historia de la localidad, entre ellos el abogado Marat Simón, hijo de uno de los precursores y autor de “La verdadera Historia del Día de las Madres”, usando entre los argumentos lo apuntado por el propio Muñoz en El Mundo: “No sé si conseguirán su propósito los hombres generosos, que reunidos en el pueblo de Santiago de las Vegas, hace tres semanas, acordaron trabajar para que Cuba instituya este domingo cada año como 'Día de las Madres'“.

Sin embargo, en mayo de 2008 apareció en la red un artículo firmado por Juan Morales Agüero, asegurando que existen pruebas muy sólidas de que Puerto Padre fue la primera localidad cubana en instaurar el Día de las Madres, promovido por el maestro masón doctor Eduardo Queral Mayo, el 6 de abril de 1920, y celebrarlo el 2 de mayo siguiente; es decir alrededor de un mes y una semana antes que Santiago de las Vegas, según consta en actas ?aduce el texto? de la Logia Los Perseverantes, de Puerto Padre:

Bueno, estas cosas suelen ocurrir en Historia, no son nada excepcionales. El conocimiento histórico, como el de toda ciencia, es un proceso continuado de aproximación a la verdad, a partir del conocimiento de verdades relativas. Tampoco es tanta la diferencia entre las fechas de Santiago de las Vegas y las de Puerto Padre. No sé si a sus habitantes les llevará tanto tiempo como a los de Santiago legitimar su primacía, pues lo que queda en el imaginario popular no cambia tan fácilmente. Lo que sí puedo asegurar es que los investigadores de Santiago de las Vegas siguen considerando precursor su espacio geográfico, e incluso por estos días es uno de los hechos a los que dedican la Jornada de la Cultura del municipio capitalino de Boyeros.

¿Mi opinión? De alguna manera las dos poblaciones, Santiago de las Vegas y Puerto Padre, son precursoras: solo un año después en Cuba se empezó a celebrar el Día de las Madres. Por lo que estas líneas no persiguen reivindicar una u otra fecha, pues más importante es que en dos puntos distantes del archipiélago, con escasas semanas de diferencia, se tuvo la misma bella idea de homenajear a las madres cubanas y, felizmente, fuera quien fuera el primero, se hizo realidad.