Según lo planificado para la primera etapa (2019-2021) del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, se espera que Cuba obtenga un crecimiento del uno por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) para el año próximo.
Así lo afirmó el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, en la jornada de ayer durante las sesiones que antecedían a la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Cuba no renuncia a su crecimiento económico a pesar de las dificultades, lo han dejado claro los principales funcionarios del país.
Este 2019 se ha caracterizado por el arrecio del bloqueo de Estados Unidos, unido a medidas para impedir el arribo de combustibles al país (cuyas afectaciones tuvieron su punto álgido el pasado septiembre), sin embargo no se han dejado de realizar los programas sociales ni se han tomado medidas neoliberales para contrarrestar las pérdidas económicas.
Al respecto, Gil Fernández señaló que se adoptaron medidas de ahorro que afectaran lo menos posible a la población. No se han cerrado escuelas ni hospitales, no se han incrementado los precios del combustible ni de la electricidad para disminuir consumo, aseveró.
En este año difícil, el titular del MEP destacó que en medio de las limitaciones y gracias al esfuerzo del pueblo se estima que la economía cubana no decrezca.
En medio de este contexto se realizaron importantes obras. Por ejemplo, se pudieron resolver más de 47 mil daños por eventos climatológicos y en La Habana las más de ocho mil afectaciones por el tornado prácticamente están solucionadas todas, manifestó el ministro.
Informó además que se aprobaron 28 medidas para fortalecer la empresa estatal socialista y garantizar que estas tengan mayor autonomía en la gestión de divisas, tal es el caso de la venta minorista de mercancías en moneda libremente convertible y la actividad en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
PROYECCIONES ECONÓMICAS PARA EL 2020
Con miras el próximo año los análisis estuvieron encaminados a la identificación de los ingresos en función de generar bienes y servicios que aumenten el presupuesto para garantizar insumos básicos a la población, combustible, el financiamiento de la industria nacional y pagos de deudas, resaltó el funcionario.
De hecho, en anteriores ocasiones el máximo representante del MEP ha señalado que la economía cubana no puede endeudarse o pedir créditos por encima de sus posibilidades de pagarlos en tiempo y definió como estrategia de 2019 que el endeudamiento externo no puede crecer.
Entre las prioridades del Plan de la Economía para 2020, Gil Fernández destacó el incremento y diversificación de las exportaciones, la sustitución de importaciones, mejorar eficiencia del proceso inversionista, potenciar los proyectos de desarrollo local y potenciar los encadenamientos con la inversión extranjera. Así como disminuir la importación para el turismo, sector estratégico para Cuba, continuar con el ahorro y el uso eficiente de los recursos, y avanzar en el perfeccionamiento de la empresa estatal socialista.
El ministro ha resaltado anteriormente que el propósito es avanzar hacia el crecimiento de la economía, con tasas moderadas. Ha explicado que en el Plan de Desarrollo, dividido en tres etapas, se prevén tasas ligeras hasta 2021, sin embargo, entre 2022 y 2026 la aspiración es lograr un crecimiento más dinámico según las posibilidades reales del país.
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