Disminuye el valor de la divisa en el mercado informal, ¿a qué se debe?

Los vaivenes que en el mercado informal ha tenido en los últimos meses respecto a las divisas el peso cubano, de por sí todavía muy devaluado, ha generado en unos preocupaciones, desconfianza y alarma; y en otros cierta esperanza o alentadores augurios cuando el valor de aquellas ha tenido días a bajar, como ocurrió en agosto.
Lo cierto es que tanto el euro, el dólar estadounidense como la moneda libremente convertible (MLC) han experimentado una disminución significativa en sus valores de cotización en el mercado negro en Cuba, con algunas jornadas de repunte, incluso ahora en septiembre.

Tal cual escribió el especialista de la Dirección de Planificación Estratégica y Desarrollo del Ministerio de Economía y Planificación, Joel Marill Domenech, con particularidad durante junio, julio y agosto se ha observado una acelerada depreciación del peso en los mercados informales luego de una relativa estabilidad en los primeros meses del año.

"Este proceso pone de manifiesto que la demanda de divisas informales por sus diferentes motivos continúa fuerte y que el deterioro de las condiciones monetarias subyacentes no ha cambiado. A todo esto, se suma el efecto estacional de los meses de baja del turismo, que supone una contracción en parte de la oferta de divisas en los mercados informales, elemento este que agrega presión a una estructura de mercado ya de por sí inestable".

Varios medios han señalado que la velocidad de tal desplome también provoca desconfianza. Algunos hablan incluso de una bajada artificial motivada por la irrupción de falsos cambistas en los sitios digitales que prometen dólares y euros a precios cada vez más bajos. "Cuando llamas a los números de teléfono que dejan, te dicen que ya los vendieron, pero suena a mentira", según el testimonio de personas afectadas.
Con tal inestabilidad resulta difícil sacar conclusiones y predecir qué sucederá los próximos días o semanas, mucho más cuando particularmente en julio, en sucesivas ocasiones, llegaron a implantarse récords de devaluación por encima de los 250 pesos respecto al dólar y al euro.

Por esos días quienes no se cansan de lanzar diatribas y conjeturas contra el Estado cubano, sus instituciones y leyes, se alegraron de que la moneda nacional fuera en picada porque, además de considerarlo una expresión del colapso de nuestra economía, en medio de la inflación y de las carencias materiales ello afecta (e irrita) más a los que reciben ingresos en CUP, sobre todo pensionados y trabajadores del sector público.

La brecha agranda las diferencias entre quienes reciben remesas y los que dependen de los sueldos, señalan sin profundizar en las verdaderas causas, además de culpar al proceso de bancarización de las transacciones de cobros y pagos de crear mayores dificultades y desavenencias en la población y en los actores económicos.
Tal cual suele ocurrir cuando de crisis o fenómenos adversos a la Revolución se trata, no faltan desde el exterior las "recetas" y "preocupaciones" de expertos en la materia, y otros que no lo son, pero están políticamente en sintonía, en la misma cuerda.

El sitio Razones de Cuba ha denunciado que desde el aumento de circulación de moneda dura en la economía cubana, el sitio web El Toque se ha posicionado como formador/fijador de expectativas, lo que permite inducir un precio en el mercado informal que puede estar desfasado temporalmente respecto a los fundamentos. 
Hay características particulares del sistema cambiario en Cuba para entender mejor las implicaciones de la devaluación de la moneda nacional, incluso no está de más comparar su comportamiento y las fluctuaciones en las tasas de cambio desde los años 90 y en especial a raíz de la implementación de la Tarea Ordenamiento.

Pero sin dejar de reconocer los errores en la política interna de la economía, las correcciones que fue necesario hacer en ese 2021 en materia de precios, subsidios e ingresos, y otras tantas medidas desde entonces para enfrentar la escasez de divisas y de bienes, el déficit fiscal y la propia inflación, no se debe obviar cuánto ha tenido que lidiar este país en medio del combate a la epidemia de la COVID-19, de la crisis económica mundial, y sobre todo del recrudecido bloqueo estadounidense.

En opinión de Joel Marill Domenech también hay que entender cuál es la estructura del mercado cubano de divisas. "Por un lado, están los oferentes, los que envían remesas, el turismo, y los que tienen divisas y las ofertan en el mercado cambiario informal. Por otro lado, aparecen los demandantes: personas que van a comprar en MLC, a salir del país o a hacer alguna importación y necesitan divisas en efectivo. "El precio sube porque hay más demanda que oferta de divisas en el mercado; hay más CUP demandando divisas que las disponibles, comentó a Cubasí el experto del Ministerio de Economía y Planificación.

El joven economista considera que combatir el incremento del tipo de cambio informal y sus consecuencias tiene mucho que ver con combatir las causas que lo generan.