Temprana y riesgosa apertura

Fue accidentado el camino de los balonmanistas en 2015. Como no asistieron al torneo eliminatorio continental, carecieron de visa para la liza universal celebrada en Catar. En los Juegos Deportivos Panamericanos de Toronto, Canadá, no pasaron de la eliminatoria.

Al parecer, en este ciclo accederán al camino victorioso, pues en la apertura de esta primera temporada viajaron a Brasil y participaron en el evento Cuatro Grandes que organiza la federación de la nación sudamericana.

Y vaya paradoja. No sobrepasaron a ninguno de los adversarios: Chile, Canadá (sustituyó a Argentina), y los anfitriones. Pero el técnico principal, Enrique Delisle, está satisfecho con la actuación de sus alumnos en el parqué de la gigantesca nación del Cono Sur porque, entre otras razones, descubrió referencias que nunca afloraron en los entrenamientos.

Su primera explicación fue lógica: “Recién comienza el cuatrienio y ya encontramos a dos equipos importantes de América y el mundo, como son los de Chile y Brasil. Ambos están clasificados para el mundial que acogerá Francia del 11 al 29 de febrero. También medimos la profundidad de Canadá, otra nación que desea elevar más su importancia en el escenario internacional”.

Delisle continuó su valoración técnica así: “Llevamos a los más jóvenes de la preselección. Ninguno de ellos está contratado por un club extranjero. La premura impidió que la preparación fuera extensa. Y, por lo tanto, enfrentamos a rivales calificados con una inadecuada preparación física. Ese déficit provocó que el desempeño fuera discreto en los segundos tiempos de los partidos; y disminuyeran las opciones de triunfo de un colectivo cuya plantilla la integraron ocho debutantes en lides internacionales”.

Después, el otrora miembro de la selección nacional precisó: “Fuimos bastante capaces en los tiros a puerta, la disciplina táctica y la general. La defensa en los inicios de los choques fue buena; luego disminuía por causa de la falta de la oxigenación requerida para efectuarla establemente.

”El juego mediante el contraataque fue inferior al que caracteriza a los equipos cubanos. Los muchachos tenían mucha preocupación por cuidar la pelota. Los porteros tuvieron un rendimiento de un 25 %, un índice por debajo de lo normal. Esa cifra es el resultado de encontrarse con adversarios con mayor experiencia competitiva”, apuntó.

“Las interrelaciones entre los jugadores de la primera y segunda línea fueron aceptables. Perdieron brillo por la actuación de Claudio Ramos y Frank Cordie. Esos dos muchachos egresaron este año de los Juegos Nacionales Escolares. Pero serán grandes jugadores porque, además de ser inteligentes altos y fuertes, poseen recursos técnicos”, confirmó Delisle.

OTRA RAZÓN

Delisle estará expuesto otra vez a los rigores del Torneo Clasificatorio del Caribe. El evento del área significa la alborada del circuito eliminatorio para las diferentes lides de la disciplina en el continente. La próxima versión (marzo) ofrecerá cuatro visas para los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, en 2018. La añeja lid multidisciplinaria regional otorgará tres boletos para los Juegos Deportivos Panamericanos de Lima, Perú, en 2019.

INFLEXIBLE ATAQUE

Como el primer encuentro de la campaña tiene, de nuevo, una gran connotación La federación cubana espera tener las bazas necesarias para conseguir el objetivo. Así, contará con la destreza y habilidades de sus diez jugadores contratados que se desempeñan en Portugal: Pavel Caballero, Reyniel Hernández, Ángel Rivero, Alejandro Romero, Ángel Hernández, Joan Balázquez, Pedro Veitía, Reinier Taboada, Magnol Suárez y Noelvis Robles.

“La fusión de ellos con los restantes garantizará la existencia de un equipo más fuerte que el del pasado ciclo, pues sus jugadores tendrán mayor experiencia competitiva, entre otras cosas, por haber competido ya en los clásicos del periplo”, aseguró Delisle.

Sin mostrar extravagancia o exageración, Delisle reveló un comprometedor vaticinio para el ciclo: “Terminaremos en el primer lugar en el clasificatorio y en las restantes competencias planificadas desde este año hasta el 2020. Quizás volvamos al torneo de los Juegos Olímpicos. Trabajaremos para edificar un seleccionado cuyos balonmanistas sean rápidos, fuertes; sus líneas equilibradas y los guardametas prácticamente invulnerables”.