Aún con el escepticismo propio de los admiradores de su obra, este 10 de junio se cumplieron 4 años de la despedida para siempre de Rosalía Palet Bonavía, Rosita para el mundo.
La eterna vedette de Cuba, en sus 97 años, fue una artista versátil desde cada una de sus interpretaciones. Ocho décadas dedicadas al cine, el teatro y la música, que trascienden las fronteras Cubanas.
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Ya sea en Se permuta, Papeles secundarios, Plácido, Quiéreme y verás, La corte suprema del arte, o Teatro ICRT, la polifacética artista dejó huellas que perdurarán en la historia del espectáculo en Cuba. Su debut en el cine se produjo en Una aventura peligrosa, una comedia de Ramón Peón filmada en 1939.
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Su carrera alcanzó el vuelo internacional con presentaciones en España y México, donde formó parte de la Época de Oro del Cine Mexicano con las películas Deseo, Del can can al mambo, Cara sucia y Se acabaron las mujeres.
Más de cuarenta zarzuelas y operetas, dramas, comedias, revistas, filmes, encontraron en ella la excelencia de la interpretación, así como las romanzas, el cuplé, el tango y la balada. Fue Reina de la Radio en la década del 40 del siglo XX, Miss Televisión en la década del 50 del siglo XX, recibió el Trofeo al Mérito en los Estados Unidos Mexicanos, el Premio ACTUAR por la obra de la vida y es Artista de Mérito de la Radio y la Televisión cubanas.
En varias ocasiones "La Fornés" afirmó que logró el mayor sueño en el que pensó desde pequeña, ser recordada como una artista querida por su público. Cuál epitafio perfecto para la vedette de Cuba, partió haciendo lo que más le gustaba: el arte.
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