Abanico de estilos

Desde los nueve años en que se incorporó al Centro Pro Danza, Yanela Piñera se destacaba entre las alumnas. Un día le pregunté cuál era su nombre y me respondió con una vocecita que se sentía firme. Hace tres años que fue promovida a la categoría de primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, tras una carrera en que ha demostrado su versatilidad y su decisión de ser mejor cada día.

UNA ARTISTA QUE ILUMINA LA ESCENA

—¿Qué representa para ti actuar por segunda vez en el festival?

"Siento la emoción de la primera vez. Es algo muy especial, porque los festivales tienen una dinámica diferente. Ante todo, porque bailamos todos los días, desde los grandes clásicos, hasta coreografías contemporáneas, en estrenos mundiales

“Para una primera bailarina representa una gran oportunidad, un evento de suma importancia”.

DESDOBLARSE EN UN ABANICO DE ESTILOS

“Pienso que el público podrá disfrutar con nosotros, tanto en funciones como en propuestas colaterales muy interesantes, especialmente por la amplitud del horizonte de esta edición. Yo voy a actuar en la coreografía Celeste,de la coreógrafa belga-colombiana Anabel López,de estilo neoclásico, con una música fabulosa de Chaikovski que gustó muchísimo.

”Están previstastambién otras obras que se repondrán en el festival. Es una gran ocasión para presentar nuevamente estas piezas y pienso que el público podrá disfrutar con nosotros, tanto en las funciones como en las propuestas colaterales que prometen ser muy interesantes. Será una gran oportunidad para desdoblarnos en un abanico de estilos, desde un gran clásico, neoclásico y algún contemporáneo; que brindarán oportunidades de lucimiento, especialmente a los jóvenes.

”Podremos irnos adueñando cada vez más de la escena, porque mientras uno más baila, puede abarcar un horizonte más amplio. Pienso que estos diez días serán muy intensos, pero a la vez muy reconfortantes”.

PARA UN BAILARÍN, LO PRIMERO ES BAILAR

—¿Cómo valoras la programación con respecto a tu carrera?

"Mientras más baile, uno puede adueñarse cada vez más de la escena. Porque para un bailarín lo primero es bailar. Pienso que estos días serán tan intensos, y el público tendrá posibilidades muy reconfortantes, también nosotros.

“Se enriquece mucho el bailarín al disponer de un rango tan amplio de posibilidades y géneros, porque puede bailar lo mismo un ballet clásico, un neoclásico que una coreografía moderna”.

—¿Cuáles son las posibilidades reales de este horizonte?

"Lo más importante es esa diversidad de géneros y poder bailarlo todo, tanto en zapatillas para los clásicos como descalzos para lo moderno. Todo esto enriquece el baile, expresa más conocimientos de la danza, en sentido general, y por eso me encanta tener la posibilidad de participar en este evento".

EL APLAUSO ES LO MÁS GRANDE QUE TENEMOS

—¿Y en cuanto a tus aspiraciones?

"Quiero seguir trabajando, dando lo mejor de mí y que mi labor sea reconocida. Nosotros nos sentimos muy felices de salir a escena, que el público nos reconozca, porque el aplauso es lo más grande que tenemos. En cuanto a mis aspiraciones, me encanaría ser profesora cuando deje de bailar, porque es lo que va conmigo. Me gusta tanto enseñar como bailar. Por eso quiero revelar esta experiencia y los conocimientos que adquiera reservarlos y tenerlos siempre conmigo, cuando llegue la hora de trasmitirlos a las nuevas generaciones".

—¿Y por qué esperar tanto?

"Quizá podría empezar. Ojalá y tuviera la posibilidad de poder hacerlo. Me encantaría, a la vez de bailar, trasmitir a las nuevas generaciones lo que he aprendido".

—Cuando apareces en escena tienes un partenaire que parece muy ligado a ti. ¿Hasta qué punto influye en tu trabajo?

"Llevo dos años bailando con Camilo. Él se ha estrenado en muchas obras bailando conmigo y tenemos una compenetración muy grande. Conocemos nuestras posibilidades en el baile y el sabe la forma en que yo reacciono. No tengo que preocuparme, tengo una seguridad y confianza absolutas en él, en nuestro diálogo de pareja, en el modo en que me carga y me apoya. Sé que él está ahí y todo es perfecto".

—Aparte de la afinidad en el baile, se aprecia en escena un sentimiento diferente, empatía y hasta amor. ¿Qué dices?

"Que es cierto, porque es mi novio".

—Dentro de la amplitud de títulos y géneros que estás interpretando puede apreciarse una labor muy destacada al asumir obras muy diferentes en técnica y estilo, pero también se advierte que es una cubana la artista que se desdobla en tan disímiles personajes. ¿Qué dices al respecto?

"Se sabe que es una bailarina cubana siempre por la base de la escuela, por la técnica, por la manera de moverse, por la importancia que se da en la obra al bailarín, porque el trabajo de pareja es muy importante. Existen escuelas que no le otorgan tanto destaque al muchacho como la nuestra. Y siempre que nos paramos en un escenario en otros países, el público sabe que es una pareja cubana, que soy una bailarina cubana, porque eso es evidente. De uno mismo se desprende la cubanía. Y me llena de orgullo que me reconozcan como cubana".