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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Como responder con inteligencia a los sarcasmos

La razón principal de los sarcásticos mal intencionados es por tratar de sobresalir minimizando a personas que envidian...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 25/02/2019
2 comentarios
Diálogo 1
La razón principal de los sarcásticos mal intencionados es por tratar de sobresalir minimizando a personas que envidian y a las que considera como que les estorban su camino (Foto: xiskya.com)

Las relaciones con los demás pueden ser fuente de satisfacción y alegría o de diversos conflictos, sobre todo cuando estos últimos no sabemos resolverlo de manera adecuada.

En ocasiones un comentario sobre nosotros dejado caer como el descuido, nos desequilibria emocionalmente y hasta nos enfurece. Eso no nos resuelve absolutamente nada.

LOS SARCÁSTICOS

Algunos lo son por ser parte de su forma de ser y habitualmente lo utilizan humorísticamente, incluso contra su propia persona. Su objetivo no persigue agredirnos.

Otros lo emplean como un camuflaje, con vestimenta de broma, muchas veces de manera detestable, agresiva e hiriente. Casi siempre los de baja autoestima, sin brillo propio, tratan de esa forma de deslucir el de los demás.

Una investigación realizada en la  Universidad Estatal de Michigan demostró como el agredido malbarataba su energía mental en el intento de desentrañar las intenciones del agresor, sobre todo si se trata de un jefe.

La razón principal de los sarcásticos mal intencionados es por tratar de sobresalir minimizando a personas que envidian y a las que considera como que les estorban su camino.

Quienes no sabe controlar sus emociones se desgastan devolviendo el sarcástico proyectil, y devuelven a veces acrecentado, el ataque verbal recibido. Se agota y estresa  mentalmente por no saber conrolar sus impulsos y sus emociones de manera asertiva.

El sarcasmo puede hacer que determinada situación se agrave rápida e inutilmente cuando no somos capaces de manejar ese tipo de comentarios dichos pasivamente, pero en el fondo agresivos, sin que perdamos la ecuanimidad y el control de nosotros mismos.

INTELIGENCIA CONTRA SARCASMOS

No hay que ponerse bravo antes un sarcasmo contra nosotros, porque estamos demostrando al agresor que es capaz de hacernos perder el control a su antojo. Lo empoderamos y le damos el control sobre nuestras emociones y estados de ánimo.

La respuesta, siempre inteligente. Se puede respirar profundamente para mantener la calma, ponerse en  lugar del infeliz interlocutor e incluso alejarse del lugar de los hechos entreteniéndonos en otros menesteres.

Si usted es de las personas que tratan a los demás con respeto y comedimiento,

No debe hacer una excepción para atacar a alguien que  ha utilizado el sarcasmo contra usted. Manteniendo su elegante estilo, debe manejar la situación desde una posición respetuosa y así mantiene su paz interior sin ponerse al mismo nivel de su interlocutor. Nadie puede llegar a sus metas si se para a tirar piedras a cada perro que le ladre.

Repito, no se desgaste inutilmente. Las personas sagaces e inteligentes saben elegir las batallas por las que vale la pena luchar.

Sin temor alguno a las confrontaciones, son lo suficientemente inteligentes como para saber cuándo es mejor ahorrar energía e ignorar ciertos comentarios de ciertas personas que solo persiguen el objetivo de sacarlos de quicio y amargarle la jornada. Si eres esa persona inteligente y de emociones maduras, no sientes la necesidad de ganar o tener la última palabra con quiene o quienes no valen la pena.

En muchas ocasiones  solo basta con no darse por aludido e ignorar lo dicho, como si la otra persona nunca la hubiera pronunciado.

También el sarcasmo se puede tirar a broma pues el sentido del humor es una magnífica alternativa para evitar situaciones difíciles y se puede emplear para neutralizar el sarcasmo. Quien responde con sentido del humor, tal vez incluyendo a la contaparte en el aspectos chistosos, el sarcástico lo pensará dos veces antes de volver a realizarte un comentario de ese matiz.

Si lo crees oportuno debes señalarle al agresor si está diciendo eso para intentar parecer más inteligente o más preparado. Si pones al descubierto sus intenciones le grabas en la mente que no debe repetirlo contigo.

Y por último, si desea ponerle seriedad al asunto, exige aclaraciones. Perfectamente sereno y con la ecuanimidad que el caso requiere le puedes  preguntar qué “¿qué es lo que has querido decir?”. Lo usual es que la persona se sienta desarmada ante usted y dé marcha atrás para más nunca volver por ese camino.

Puedes añadirle lo que piensas pero sin enojo, como por ejemplo “creo que lo que has dicho ha sido un comentario bastante desafortunado”.

Con estos métodos para lidiar contra un sarcasmo en relación con tu persona, tu familia o tus intereses, mantienes el respeto hacia ti y, a la vez, le haces notar al agresor, de manera directa o indirecta, que eres de cuidado y que  no toleras y no tolerarás ese tipo de comentarios.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 2 comentarios


Susana
 29/7/22 4:11

Pero cuando el sarcástico es el esposo....¿ como se sostiene esa relación que debería estar basada en el amor y el respeto?

Damián
 25/2/19 12:08

Los sarcásticos sin buenas intenciones pŕoliferan entre los envidiosos pero hay que ignorarlos y alejarse de ellos.

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