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viernes, 22 de noviembre de 2024

El reggaetón según San Drexler (+Video)

Aquel viva se ha de completar con otras reflexiones suyas…

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 11/04/2023
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Jorge Drexler, C. Tangana
Son opiniones son de un creador estudioso y sensible, sin la sospecha de ser un envidioso (Tomado de EFE).

El reggaetón  no es el enemigo. Lo ha dicho  en varias ocasiones Jorge Drexler, a partir de que lo presentaran como el contrincante de los reguetoneros. Cuando para los Grammys del 2018 se popularizó esta narrativa competitiva, tan cara y tan lógica en una sociedad global consumista.

"Que viva Iberoamérica, que viva la música iberoamericana, que viva Borges, que viva Pessoa, pero que viva también la cumbia, que viva el  reggaetón, ¡que viva todo!", dijo el cantautor uruguayo, al recibir uno de tres gramófonos durante la entrega de los XIX Grammy Latinos en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

El autor de "Telefonía" comentó que  los territorios son tan vastos que hay espacio para todos. "Yo no tengo enemigos en el mundo de la música. Mis enemigos son los intolerantes, los fabricantes de minas antipersonas". Qué viva el reggaetón, la cumbia, Pessoa, Borges, Carmen Miranda... disfrutemos de lo que tenemos. Recién empezamos a darnos cuenta. Latinoamérica tiene un futuro muy prometedor", reiteró.

Entiéndase, que viva el arcoíris, no el rojo solo, ni el azul, ni el amarillo. Que viva la música industrial y la popular, que se  goce el despelote como la  literatura, que viva la diversidad y la integración. Es un  “llamado para dejar las barreras que separan a la música y a la humanidad y abrazar al otro”.

Aquel viva eufórico, que se ha reducido a apología, se ha de  completar  con otras reflexiones sobre este  género “urbano”, desde varias aristas.

Pocos días antes  había expresado: “A mí me gusta el reggaetón, como género. No me gustan las canciones del reggaetón, pero es un género poderosísimo, que tiene un enorme poder rítmico para generar baile y sensualidad, que me parece maravilloso. Hay que escribir buenas canciones, cosa que hasta ahora no es muy habitual... El reggaetón es un gran género con muy malos compositores. Tenemos que arremangarnos y meternos a escribir en ese género y hacerlo un poquito más interesante”.

Para el artista, el “problema general del reggaetón es que las canciones suelen ser una mierda desde el punto de vista letrístico y no digamos ético, pero no es en sí un problema el estilo. El blues, el jazz, la cumbia, todos los estilos nacieron en las regiones más pobres, periféricas, marginales y entraron hasta el centro. Puede que no comprendas cosas al inicio, pero tarde o temprano vas a acceder. El único problema que puede tener el reggaetón es que no estemos sabiendo utilizarlo para hacer canciones mejores”.

Y ese “problema” para el también dentista, no es un “dolor de muela” para los mandamases de la industria musical Ni al promoverlo los mueve un interés diferente que el mercantil.

Muchas veces, con argumentos teóricos e históricos, el nacido en el Sur ha resaltado los  orígenes  africanos del género  y su potencialidad. “Ese patrón rítmico (el del reggaetón ) no es ni siquiera nuestro. No es mío, no es de Balvin, no es de Maluma, no es de ninguno de nosotros, viene desde el siglo XI de los burdeles de Persia donde le llamaban el ritmo del diablo”.  Por eso ha invitado  a explorar los orígenes jamaicanos del reggaetón   y “ese ritmo increíble del 3-3-2 que también tiene la milonga”.

“El reggaetón surge en Panamá, viniendo de Jamaica, y se termina de desarrollar en Puerto Rico. Tiene una raíz afro, que parte mucho de la interpretación de la raíz afro en Estados Unidos. Por esa maravillosa predominancia que la cultura africana adquiere en EE.UU., lo pueden entender, porque también en parte es suya. Y a la vez es supercaribeño y superlatinoamericano”.

Lo que más disgusta a Drexler  son los prejuicios, los estigmas  y la discriminación. “Siempre me ha parecido mal cualquier acto discriminatorio. Y hay una discriminación que se nos escapa mucho y que la practicamos mucho: la discriminación etaria, de edad”, dijo en una entrevista. “Cuando se dice eso de ‘La música de hoy es una mierda’ es una discriminación por términos de edad y no es nuevo. No existe nadie que lo haya afirmado a la que no le hayan dicho lo mismo 30 años antes”. “Yo hablo de neofobia: empiezas a desconfiar de lo nuevo y a decir lo mismo de la música que bailan los de 20 que lo que decían los viejos sobre el punk. Lo mismo que se decía sobre el punk hace 40 años se dice ahora del reggaetón”.

“La gente que no conoce el reggaetón y le parece espantoso porque no entiende nada debería informarse. Tendrá cosas muy deplorables, como todos los géneros, pero que tire la primera piedra el género que no haya sido misógino. ¿El rock and roll, el tango o la cumbia nunca lo han sido? Pero se dio la evolución, por suerte y tuvo que retractarse. Lo vemos en las mujeres que retrata Bad Bunny en `Ella perrea sola´ o `Marcela´. Son fuertes, autónomas y muy sexuales, siendo dueñas de su sexualidad”.

“Si no nos gusta algún tipo de canción escribamos canciones mejores, no le echemos la culpa a los géneros de las cosas, es nuestra responsabilidad como compositores. Abramos los brazos que el mundo ya está bastante dividido y va tendiendo a dividirse cada más como para andar estableciendo gettos”, expresó en otra.

Cree que las críticas se arrastran por la sexualización que marcó sus orígenes pero que este ha evolucionado. Valora que   la música urbana trata el sexo de forma muy frontal,  que “no es fácil relatar el sexo sin caer en terrenos donde no quieres entrar o en la banalidad”. Como señala que el sexo es un  ingrediente que lo ha hecho atractivo, como “ha movido al ser humano desde el Mesoproteozoico hasta el día de hoy”.

En su opinión, su popularidad responde  a esa necesidad antropológica de las nuevas generaciones  romper con lo precedente, se trata de una reacción. "Hay toda una generación que quiere bailar eso porque le horroriza a sus padres. Y es lo que ha hecho todo el mundo toda la vida: buscar algo que les horrorice a sus padres y practicarlo”. Incluso, la enfática monorrima. Es “una opción retórica” para huir de lo establecido o académico. “Buscan establecer una barrera retórica con las generaciones mayores”. Para que nos sintamos molestos”.

Sin embargo no deja de reconocer su  buscado infantilismo, “hasta en la emisión vocal, como Bad Bunny”.Lo que buscan, añade,  es una “cosa gamberra adolescente”.

Elogió al último disco de Bad Bunny,  pero también Motomami de Rosalía y a  El madrileño de C Tangana.   En la misma entrevista que manifestó  que  no le gusta todo el reguetón y que hay muchos otros, iguales de populares que el “Conejo malo”, que no resultan de su agrado. 

El radicado en España argumenta que  “bailar algo que emociona y que es inteligente,  es “de las experiencias más altas que hay”. De ahí que elogia a autores como Rubén Blades y Caetano Veloso, que hacen “música del cuerpo, de la idea y de la emoción”.  Una intención que no parece mover a los  más influyentes exponentes de  la hegemónica música urbana.

En noviembre del 2022, en la ceremonia de los Grammy Latinos el cantautor uruguayo  felicitó a todos los que hacían música urbana “por llevar el español a donde nadie había podido”.  Celebró su éxito personal, llevarse a casa siete gramófonos, pero no dejó de notar que los más “mediáticos”  nominados recibían ovaciones con su sola mención, en contraste con la calmada aclamación cuando era él quien subía a recoger el galardón. “Hubo un momento que me dio la impresión de que le estaba arruinando la fiesta a un montón de gente. La segunda vez que subí en medio de un silencio casi me faltó pedir disculpas”, confesó después.

Sus criterios son los de un “fracasado industrial”, de un hacedor estudioso y sensible, de un artista multipremiado sin la sospecha de ser un envidioso, de un “temba” hablando de  una música de “chamacos”,  que, como destacó el  lúcido Alexis Díaz-Pimienta, con una “mirada transversal, cosmopolita y desprejuiciada al arte”, se ha posicionado en el “lado bueno de la fama”.  De un creador en constante búsqueda, como evidencia en un tema como “Tocarte”, compuesta junto a C Tangana. Válidas a esa altura, no a las de un santo.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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