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domingo, 24 de noviembre de 2024

Una profesión valiente, sincera y necesaria

Para quienes decidimos ser periodistas y captar la espontaneidad de la manera más fiel posible...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 13/03/2012
1 comentarios
Ana María Domínguez
"Optamos por esta profesión valiente, sincera, necesaria".

¿Por qué el periodismo? ¿Por qué escogieron estudiar en la Universidad esta carrera? ¿Por qué quieren ejercerla?

Estas y otras interrogantes, una tras otra, pretendían incitar la reflexión de aquellos “pichones” de periodistas que estaban ahí, en el aula, enajenados de todo. Intentaban estimular el debate, el pensamiento colectivo, las opiniones al vuelo. Yo, en cambio, allí estaba, con agenda y bolígrafo, cumpliendo mi rol para luego plasmar “el acontecimiento” en planas públicas y aún así, no pude dejar de sentirme blanco también de aquellas provocaciones de la joven investigadora Taimir Sánchez.

Si estamos inmersos en la Jornada por el Día de la Prensa Cubana, decían los panelistas invitados de la Oficina del Programa Martiano, ya saben… en honor a la fundación por José Martí del Periódico Patria el 14 de marzo de 1892, en recordación también de un hombre que fue periodista porque consideró que era el medio más auténtico para salvar a la América de sí misma… ¿cómo van a dejar pasar este momento ideal para repensar lo que son y lo que aspiran a ser? Justo en ese instante, me esfumé del salón y reviví momentos pasados, incluso, a color.

Primero fue la medicina, debo reconocerlo. Cuando llega el momento de decidir, al término del preuniversitario, lo que haremos con nuestras vidas, se mezclan infinidad de alternativas. En mi caso, las inigualables opciones de Medicina y Periodismo, que deben regirse por el mecanismo formal de la boleta, dieron al traste con que, al curso siguiente, era yo quien escuchaba desde uno de los asientos de un laboratorio de Histología esas mismas interrogantes.

Era mucho el interés científico, no puedo negarlo, pero pudo más el deseo de decir. Por eso, al término de un año, trasladé mis libretas a otra facultad, en la que, con otro ritmo más sosegado, el bombardeo de información fue otro.

“¿Información, noticia?: aprenderán a formarse ustedes mismos el concepto en torno a estos dos términos”, nos decían. “Reportaje, crónica, entrevista, comentario: Elegirán ustedes en el que se sientan más cómodos, pero eso sí, sin perder de vista su misión social, porque el día que no sean conscientes de ella, deberán pensar en buscarse el pan de otra manera”.

Y si es así, si suena como algo extraordinariamente importante y dotado de una gran responsabilidad, ética, entereza y honestidad, ¿seremos consecuentes con ello?

De eso se trata. Si para nosotros, como para Martí, lo imprescindible es captar el suceso momentáneo regido por la espontaneidad, darlo a conocer, proponer un análisis en torno a él, comentarlo, en fin, hacerlo trascender de manera fiel con respecto a la realidad, vamos por buen camino.

¿Cómo andar ese camino, ahora, por el bien de la prensa que hacemos todos los días? “La prensa cubana será mejor cuanto más se parezca a Martí”, sentenció el apasionado conferencista Jorge Juan Lozano. “Cuanto más reflejo sea de sus principios éticos, morales y filosóficos… y menos miedosa y egoísta sea…”.

Siendo así, pienso, la magnitud del compromiso es aún mayor. Asumirlo cada día es un reto de cada uno de los que una vez, con una boleta en una mano y un montón de anhelos en la otra, optamos por esta profesión valiente, sincera, necesaria.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 1 comentarios


Humberto
 15/3/12 18:14

¿Ana te has puesto a pensar cuántos pacientes se salvaron a partir de tu decisión de cambiar el bisturí por la pluma?. Felicidades periodista porque esa si es tu verdadera vocación. Saludos, Humberto

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