El próximo primero de mayo, los trabajadores estarán unidos en una celebración que trasciende lo meramente simbólico. Este día, reconocido internacionalmente, es un homenaje a todos los obreros, campesinos y la vasta mano de obra que ha levantado, en ocasiones en silencio, toda la civilización conocida.
El trabajo es un motor primigenio, una fuerza transformadora que da sentido a nuestra existencia. Somos materia activa que busca crear un propósito, y es por ello que debemos unirnos en una marcha que reivindique no solo nuestros derechos, sino también el reconocimiento de nuestra dignidad como seres humanos. En un mundo donde la explotación y la precarización son la norma, es esencial dar voz a quienes no tienen acceso a las facilidades comunicacionales para hacerse entender.
Centenar de años atrás, hombres, mujeres, ancianos y niños trabajaban en las fábricas durante más de doce horas diarias, explotación tal que provocó una lucha de trabajadores por sus derechos, para conseguir establecer la jornada laboral de ocho horas, batalla que no duró poco tiempo.
Esta situación desató una huelga cuya magnitud no tenía precedentes en Estados Unidos. En honor a la lucha por la jornada laboral de 8 horas y en memoria de los trabajadores de Haymarket, el 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores. No obstante, en Estados Unidos y otros países no se celebra este día. Pero en Cuba, la realidad es diferente.
- Consulte además: ¿Por qué el 1ro de mayo se celebra en todo el mundo?
Este primero de mayo, no se trata de alzar banderas vacías o de repetir consignas sin sentido. Se trata de un proceso de toma de conciencia que combine lo real con lo racional. La explotación no conoce género, y tanto las mujeres como los trabajadores pueden enfrentar condiciones inhumanas. Por ello, en esta marcha, no solo nos unimos para recordar al movimiento obrero, sino para exigir un cambio real en nuestras vidas. Así, el primero de mayo se convierte en una oportunidad para soñar con un futuro donde la ética y la empatía prevalezcan. La lucha por la libertad y la justicia social no es un ideal utópico; es una necesidad urgente.
Invitamos a todos a unirse a esta marcha, a levantar la voz y a luchar por un mundo donde cada ser humano tenga la oportunidad de vivir con dignidad. El primero de mayo es más que un desfile; es un símbolo de nuestra resistencia y de nuestro compromiso con la transformación social.
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