domingo, 22 de septiembre de 2024

Marcia después…

La muerte de un ser querido, del compañero de vida, es un golpe inmenso, más cuando ocurre a medio mundo de distancia de la tierra propia; en medio de eso, reinventarse y volver al deber, que es lo que queda y lo que más se le parece a su recuerdo...

Lázara Bacallao González en Exclusivo 12/05/2023
2 comentarios
Duelo - imagen de AI
Dolida, determinada a concluir lo que juntos habían iniciado, el regreso a África fue su homenaje (Imagen producida en Stable Diffusion)

Cuando la conocí, era parte de un lindo matrimonio, ambos iban juntos de aquí para allá. Era fácil ver a Fofy entre los árboles que rodeaban la Unidad de Covid de su amada. Me daba un tiempo conversar con él, desentrañarlo en sus ojos verdes penetrantes, de aguda mirada, en lo que un cigarro, siempre un cigarro, le acompañaba en la espera vespertina por Marcia.

Ahí, en ese tiempo en que coincidíamos a diario, me contaba de ellos, de sus años de matrimonio, de sus ocupadas jornadas de formación docente aquí, en Mozambique, y en Cuba.

Los ojos tomaban un brillo peculiar cuando Marcia entraba en su narrativa. Una madrugada supimos que éramos mortales, pues solo hasta ese momento parecía sospecha. Fofi nos rompía en la madrugada con su partida… Marcia…

Pasó todo aquel proceso reinventándose, desde aquel dolor que avasallaba. Amigas y colegas le acompañaban de forma rotativa. Las compañeras mozambiqueñas no faltaron con sus manos amigas, sus cánticos, rezos, observados con extrañeza por la foto de Fofy, que llenaron la otrora morada del matrimonio. Ahora correspondía regresar a Cuba con él, sin él….

El retorno a Mozambique no resultó fácil. Pocos apostaron por ello. Uno termina entendiendo que aquella ave tenía dos alas y solo volvería con una.

Dolida, determinada a concluir lo que juntos habían iniciado, el regreso a África fue su homenaje, su "no me rendiré ahora, seguirás en mí". Y así... como quien sabe que le falta una pierna, un brazo, medio cuerpo, pero a pesar de todo debe continuar.

Ser Marcia, la enfermera jefa, la asesora de procesos de enfermería en Maputo, la esposa de Fofy... siempre fue un reto. No sabría, hasta vivenciarlo, que continuar entregando solidaridad, ayudar a otros, a expensas de usar sus propias reservas, brindar su mano amiga, aún temblando su alma y gimiendo su cuerpo de dolor, ha sido una prueba bien difícil que la vida, el destino, le habían impuesto.

Ahí está su hidalguía y su voz firme, su entrega sin límites ante cada tarea de la brigada, de enfermería. Claro que Fofy la acompaña, pero quién sabe de sus lágrimas al cerrarce las puertas de su habitación.


Compartir

Lázara Bacallao González

Médico internacionalista cubana especialista en Neurología. Actualmente brinda sus servicios en la africana tierra de Mozambique.

Se han publicado 2 comentarios


Mario Almeida alfonso
 12/5/23 14:31

Fue dolorosa su partida. La fortaleza de Marcia de quien fofi nunca tuvo dudas fue evidenciada. A ellos, compañeros de la vida y de profesion nuestro respeto. Para todos los hacedores de la enfermeria el reconocimiento y agradecimiento por su labor.

Dania
 12/5/23 14:29

Excelente escrito Dra Lázara. Un homenaje para Marcia y su eterno Fofy en este día de la enfermería.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos