Lo mejor de Cuba son los cubanos

“¿Y por qué yo?”. Esta fue la pregunta que me hizo vía Facebook Ha NguyenHoan o simplemente Ha-por aquello de no complicarnos la vida- cuando a finales de agosto le pedí entrevístarla una vez regresara de Vietnam.

Si bien la respuesta era sencilla, en vez de decirle que de los vietnamitas que conozco, en aquel momento aparecía como la única conectada a dicha red social, opté por la siempre eficaz adulación: “Es que necesito a una muchacha bonita”.

Realmente, para nada me importaba el sexo y mucho menos la apariencia física de quien entrevistara, pues mi objetivo no era otro que el de intentar conocer la historia de algún joven aventurero que hubiese decidido cambiar la comodidad de su hogar por la oportunidad de ingresar en algún centro de altos estudios cubano. Aunque, dicho sea de paso, el elogio funcionó.

Desde hace ya tres años, Ha estudia periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana. Verla cada día entre los distintos grupos que esperan por el comienzo de alguna clase no resulta nada extraño para quien no se pierde cuanta actividad convoque el grupo.

Pese al tiempo que ya llevan junto a ella, sus compañeros coinciden en no recordar un día en el que se le haya visto afligida o triste, “siempre tiene una sonrisa”, me dicen.

Acompañada por amigos se me acerca. “¿Me vas a dar la entrevista?, le pregunto –“Si es para hablar sobre Cuba y Vietnam sí, para eso no hace falta ser bonita.” Responde y me sonríe, aunque sospecho que ese calificativo le queda pequeño.

- ¿Cómo llegas a estudiar aquí?

- Vengo como resultado de un convenio de apoyo existente entre Cuba y Vietnam mediante el cual jóvenes de mi país llegan para formarse como profesionales. Para poder estudiar aquí hay que haber sido un buen estudiante durante toda la enseñanza media -lo que acá se le llama preuniversitario-, y el primer año de universidad. No creas que es algo fácil de conseguir.

-¿Siempre quisiste la carrera de periodismo?

-En realidad no. De hecho, en Vietnam pasé un año entero de Economía hasta que se me dio la oportunidad de estudiar en la Universidad de la Habana. Nunca pensé que me llegaría a gustar tanto ser periodista, he desarrollado una gran afición por la fotografía, por lo que en un futuro me gustaría ejercer como fotorreportera.

- Y antes de venir, ¿sabías algo sobre Cuba?

- Aunque uno llega a conocer realmente un lugar cuando vive en él, en la escuela nos hablan sobre la histórica relación que ha existido durante mucho tiempo con el pueblo cubano. Allá se recuerda mucho la actitud fraternal que asumieron ustedes durante todo el conflicto armado que sostuvimos con Estados Unidos y se habla sobre la visita que nos hiciera Ernesto Che Guevara en los primeros años de la Revolución y, por supuesto, de la amistad que hubo entre Ho Chi Mihn y Fidel Castro.

- ¿Te fue muy difícil adaptarte?

- Imagínate, son muy grandes las diferencias culturales entre esta y mi nación. Eso, junto a lo complicado que resulta aprender un idioma tan complejo como el español hace que la tarea de adaptarse a una nueva realidad sea bien complicado. Pero una vez que lo consigues, comienzas a apreciar y a disfrutar de otras cosas,entre ellas, la calidad humana de los cubanos, son gente muy cariñosa. Jamás pensé que me acogerían de la forma en que lo hacen, eso no se ve en muchos lugares.

- Si tuvieras que elegir, ¿qué te gusta más de Cuba?

- Lo mejor de Cuba son los cubanos

- Y, ¿lo que menos te gusta?

- El calor, el transporte y…los pocos puntos Wi-Fi

- ¿Qué quieres hacer cuando te gradúes?

-Pienso regresar a mi país y trabajar allá, pero nunca sin perder de vista a Cuba. Ojalá y por el propio periodismo tenga que estar viajando constantemente de un lugar a otro. A mí me encantaría.