La creatividad del amor en medio de la COVID-19

Los niños están en casa. Y estos días se han convertido en pura creatividad, porque para hacer más llevadero el aislamiento social, recomendado para contrarrestar a la COVID-19, se han tomado ideas de todas partes. Cuando el 24 de marzo el Gobierno cubano, a petición de los padres y adelantándose al plan de medidas según las fases de la introducción de la epidemia en el país, decretó el cierre de las escuelas, no se sabía en qué medida la vivacidad de los niños llenaría los hogares.

Acostumbrados al ritmo habitual de la semana, a las salidas los sábados y domingos a los parques, zoológicos, museos y playas; esta situación se tornó un poco incomprensible sobre todo para los más pequeños, pero ellos han comprendido gradualmente lo que está pasando.  Hoy algunos llegan hasta exponer las medidas que deben seguir. Los argumentos son sencillos: “En la calle hay un virus, no se puede salir. Afuera se debe usar nasobuco y, al regresar a la casa hay que bañarse y lavar la ropa”. La mayoría explica perfectamente cómo se realiza el lavado correcto de las manos.

En la sociedad cubana los días se han vuelto diferentes, porque, en los tiempos difíciles, la solidaridad y el amor emanan en Cuba con una facilidad increíble. Porque un vecino se preocupa por los hijos del doctor; porque un anciano que vive solo no puede ir al mercado; porque se trata de trabajar todos juntos, con amor, para que el tiempo pase.

EL TELETRABAJO Y LOS NIÑOS EN CASA

La creatividad de estos días también ha permitido que, para que no pare la economía del país, se estudien otras alternativas, como el teletrabajo que, aunque es un término laboral que se comienza a utilizar mucho más en los últimos tiempos, tiene su respaldo legal en la Ley No. 116/2013 del Código de Trabajo, que entró en vigor en junio de 2014, y en el artículo 20 convenia la relación laboral entre el trabajador y el empleador, y se establece el sitio en el que se ejercerá la actividad por acuerdo entre las partes.

Aun cuando esto implique un esfuerzo extra, en un día normal en una casa cubana de padres trabajadores, se comienza por preparar los espacios, unos son zonas de juegos y otros áreas laborales. Una buena organización permite que no se complejice el hecho de compartir, pero sin dudas los límites se transgreden de vez en cuando, porque siempre habrá un momento para el afecto, para el descanso, para las comidas y para los juegos en familia.

EL RESPETO A LAS RUTINAS DIARIAS DE LOS NIÑOS

Siempre se ha escuchado decir a ancianos que no hay una escuela para formar padres, pero sí hay una máxima infalible: la disciplina. Por lo tanto, a pesar de que estos días pudieran parecer vacaciones prolongadas, los padres deben mantener los horarios, aunque con las modificaciones necesarias. Estas son algunas sugerencias:

—Definir tareas domésticas en las que todos puedan participar.

—Establecer los horarios de estudio. Sería recomendable que coincidan con el tiempo que los adultos utilizan para trabajar y dar un orden a las actividades diarias con el objetivo de armar una nueva rutina.

—Crear un ambiente de control, pues la incertidumbre genera angustia en los niños.

—Delimitar los horarios: en ellos incluya los horarios de alimentación, los periodos de siesta, de aseo personal, de juegos y de estudio.

ALGUNAS IDEAS…

Realizar dibujos y manualidades entretiene mucho a los niños. Los especialistas consideran que está entre las actividades preferidas de los niños pequeños. A veces con pocos recursos se puede hacer mucho: unas hojas blancas y unos pocos colores.

En el hogar existen muchos materiales que ni siquiera tomamos en cuenta: cartulina, tela, plástico... Sugiérales pintar sus personajes favoritos, aliéntelos y elogie los resultados. Si puede contar con el asesoramiento de un adulto, mientras los papás trabajan, un collage siempre será una buena opción. Puede ser monotemático o de una gran variedad de personajes. Se pueden recortar figuras de revistas infantiles o crear las propias en papeles de colores. No importa que los recortes no sean perfectos, lo esencial es que sea una labor divertida.

Asimismo, se pueden hacer muñecos con bigotes y recortar bocas de diferentes tamaños y expresiones: alegres, asombradas, tristes… De manera similar se realizan los adornos para los lápices y las cajas decoradas para guardar los materiales o los juguetes. Los niños deben escoger sus propios diseños. También se pueden construir cestos para la basura, adornos para el cuarto, animales de papel, forros creativos para los libros, colgantes de diferentes colores y formas, planetas y estrellas para pegar en el techo de la habitación.

Los videos educativos también son excelentes opciones, pues, aunque no vayan a clase, no se deben desconectar del todo. Ayúdelos con los horarios de las teleclases, que están planificados según los niveles de enseñanza. Cree independencia en los pequeños, que resuelvan las tareas solos; improvise una mesa y una silla frente al televisor y garantice que el lugar tenga buena iluminación. Además, puede descargar en internet tutoriales y cursos para aprender otros idiomas; esta es la edad en la que se aprende con mayor facilidad.

¿QUÉ MÁS SE PUEDE HACER?

— Ejercicios físicos. Así se evitará el sedentarismo, a pesar de estar en casa.

—Artes escénicas. A ellos les motiva cantar, bailar o hacer teatro. Conjuguen diversión y ejercicio físico, de esta forma se compensará la falta de actividad de estos días en casa.

—Lecturas conjuntas. Puedes sorprender a tu hijo con un nuevo libro.

—Juegos de mesa. Enséñeles a jugar ajedrez, damas, parchís…

—Cine en casa. Este suele ser un momento para disfrutarlo juntos.

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Hoy Cuba se ha llenado de creatividad, de esa que emana del amor y la solidaridad. Veo las fotos y videos por todas partes. Los cumpleaños se celebran con alegría. Escucho a una vecina pasar una memoria a la casa de su vecino porque tiene grabados animados infantiles nuevos. Una vocecita sale al teléfono y le dice a su mejor amiga los horarios de las teleclases. Una compañera de trabajo me manda un mensaje para preguntar si estamos bien, si necesitamos algo. Y a las 9:00 pm se inundan los balcones de aplausos, porque sabemos que hay muchos que trabajan todos los días para que regrese la normalidad.