Enfermería cubana: sus logros y desafíos (+Gráficos)

 La enfermería en Cuba es muestra de solidaridad y humanismo. Ha sabido crecerse ante las dificultades y ayudar a los más necesitados. Bien lo vimos cuando el tornado pasó por La Habana y aquel enfermero rehusaba curarse a sí mismo para atender a los pacientes, cuando fueron al África a combatirla el ébola, cuando en los consultorios de familia se esfuerzan por atender a todos.

 Dice el código de ética del Consejo Internacional de Enfermería: inherente de la profesión es el respeto por los derechos humanos, el cuidado respetuoso que no se restringe por ningún tipo de discriminación; la necesidad de este cuidado es universal. 

 Nuestro país cumple con estas máximas gracias a una revolución que desde sus inicios en 1959 se ha interesado por desarrollar una Atención Primaria de Salud (APS) a favor de la equidad.

 Algo tan común para un cubano como ir al médico de familia ante cualquier dolencia mínima, no se practica tan frecuentemente en otros países del mundo.  De hecho, a decir de un conjunto de investigadores cubanos en la Revista  Panamericana de Salud Pública, Cuba es reconocida en la región por su estrategia de APS y en concreto por su Programa del Médico y Enfermera de la Familia, creado en 1984 y modificado en varias ocasiones.

  El programa, en el que participan integralmente médicos y personal de enfermería, ha ayudado a que nuestro país a alcanzar sus mayores logros en materia de salud:  

• Una expectativa de vida al nacer de 78,5 años.
• Tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por mil nacidos vivos durante 10 años consecutivos. En 2018 la tasa fue de 3,9.
• Eliminación de seis enfermedades  en la población cubana: poliomielitis, difteria, sarampión, parotiditis, tosferina y rubeola; dos formas clínicas graves: tétanos neonatal y meningitis tuberculosa; dos complicaciones graves: rubeola congénita y meningitis pos parotiditis.
• Programa nacional de inmunización que cubre 13 enfermedades, con la aplicación de 11 vacunas, de ellas ocho de producción nacional.

Datos: Ministerio de Salud Pública (MINSAP), 2018

El personal de enfermería se educa en el sistema de formación de recursos humanos de la salud, conformado por 13 universidades y 25 facultades de ciencias médicas.

En 2018, según el MINSAP, habían en el país 85 732 enfermeros y enfermeras en todo el territorio nacional, lo que representa una tasa por cada 10 mil habitantes de 76.2 .

 Son una parte esencial del Programa del Médico y Enfermera de la Familia, pues contribuyen a la labor de los consultorios. Por ejemplo, en los procesos de dispensarización, dedicados a clasificar la situación de salud de las personas y familias, y a trazar estrategias para mejorarla.

También participan en el ingreso en el hogar, una práctica que distingue la APS cubana. Esta consiste en la visita a pacientes que  se encuentren en reposo, encamamiento o aislamiento, pero que no requieran de la infraestructu­ra hospitalaria.

Ya sea desde los Equipos Básicos de Salud (EBS) de cada localidad, en los hospitales, en las campañas de vacunación o en labores internacionalistas, el personal de enfermería cubano es reconocido por su preparación científica técnica y su entrega al trabajo.

 Se espera que el 70 por ciento de los problemas de salud sean atendidos en el nivel primario. Por lo que permanece como retos, graduar a más licenciados de esta especialidad, pues han disminuido en los últimos años, que sean capaces de brindar una atención calificada a los pacientes, garantizar la infraestructura y equipamientos necesarios. Pero, sobre todo, lograr una atención médica con los más dignos valores humanos.