sábado, 28 de septiembre de 2024

Carta desde Maputo. Sexta feira

En cada respuesta recibida dibujé una sonrisa maldita, escondida bajo la mascarilla facial, recreando en mi mente la réplica oportuna que nuestras emancipadas mujeres tendrían si por un lunático momento pretendiéramos extrapolar el llamado día del hombre a Cuba...

Mario Héctor Almeida Alfonso en Exclusivo 25/04/2021
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Dia del hombre
Los más conservadores comentaron que el hombre siempre estaba trabajando y por eso tenía que despejar (Foto tomada de Pikist)

En nuestra televisión nacional, “Al fin viernes” resulta una frase esperada cada semana desde la voz de Froilán Arencibia. Es el cierre de cinco días de bregar intenso y el comienzo de un bien merecido descanso. Aquí, en Maputo, resulta familiar otra expresión, “sexta feira dia do homem” (viernes, día del hombre).

Ya la conocía. En Angola, la había escuchado muchas veces. Pero hoy la jovialidad del buen Alfredo, nuestro chofer, lo llevó a poner música en el auto que conducía rumbo al hospital, mientras comentaba que ya era sexta feira (viernes). Una canción alegórica se dejaba escuchar en la radio.

Le pregunté entonces el significado, intentando percibir la existencia de algún cambio entre naciones e incluso a través del tiempo. Al llegar a la sala, continué indagando sobre el tema y las respuestas llegaban con unos cuantos puntos en común.

“Los hombres trabajan toda la semana y el viernes resulta el día en que, después del trabajo, se reúnen con amigos y salen a fiestas”, escuché varias veces. Los más conservadores comentaron que el hombre siempre estaba trabajando y por eso tenía que despejar.

Otros, con un pensamiento “algo” más “contemporáneo”, describían la sacrosanta jornada como de juerga, dándole un matiz familiar, en el que la mujer podía acompañar a su esposo al cine u otro lugar de esparcimiento, pero nunca al bar.

En cada respuesta recibida dibujé una sonrisa maldita, escondida bajo la mascarilla facial, recreando en mi mente la réplica oportuna que nuestras emancipadas mujeres espetarían si por un lunático momento pretendiéramos extrapolar el llamado día del hombre a Cuba. Somos, sin dudas, sociedades distintas.

***

Hace unos días, un colega en la Unidad de Cuidados Intensivos me preguntaba qué era lo que, clínicamente, no esperaba encontrar en Mozambique. Mi respuesta fue vaga; quien ya ha estado en este continente conoce que en un hospital puede verse cualquier cosa.

Aprendes que las complicaciones agudas de cualquier enfermedad crónica, por muy graves que parezcan, jamás serán del todo incompatibles con la vida. Que un diabético en cetoacidosis se puede salvar, aun con valores increíblemente alarmantes en sus complementarios. 

La hipertensión arterial severa: maligna. La enfermedad cerebrovascular: causa o consecuencia. Afecciones cardiacas agudas y crónicas...

Maternas graves por eclampsias, abortos sépticos u otras complicaciones periparto, así como pacientes politraumatizados, no asombran por lo frecuente y severo de sus cuadros clínicos. Tampoco es noticia la incidencia de VIH, hepatitis B, tuberculosis u otras infecciones oportunistas asociadas.

Al tétano que tanto traté en Angola y a la mortal rabia aún no les observo en Mozambique. La malaria y sus complicaciones, la Covid-19 leve, moderada y grave me son comunes. En esta última Perú fue escuela.

Todo parece ser lo mismo pero también es diferente.

De cualquier forma, cualquier sorpresa será un aprendizaje y poco o nada habrá de espantarnos, no a nosotros, que crecimos escuchando y leyendo de Martí, ese mismo que cierta vez dejó claro que “Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”.


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Mario Héctor Almeida Alfonso

Médico cubano miembro del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias "Henry Reeve" que colaboró en Perú . Actualmente se encuentra en Mozambique en el enfrentamiento a la Covid-19.

Se han publicado 1 comentarios


Jhanes
 7/5/21 15:57

No conocía del viernes, día del hombre. Es así, sin dudas, vivimos en sociedades distintas. La misma sonrisa maldita habrán tenido otros coterráneos acá en Cuba al leer mientras realizan preparativos para festejar el Día de las madres este domingo, que será disfrutado a través de las redes, de la llamada telefónica y con los cuidados que por la COVID-19 debemos tener para el próximo año celebrar en grande, gracias a que para ese entonces estaremos vacunados ya sea con Abdala, con Soberana 02, Soberana 01 o Mambisa. Un abrazo fuerte para todos los cubanos y en especial para las Madres Cubanas que se encuentran en otras tierras brindando servicios en el nombre de CUBA.

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