Ventana mundialista: Dos derrotas y los mismos fantasmas (+Fotos, Video)

Dos derrotas en la segunda ventana mundialista de baloncesto rumbo a la Copa FIBA 2023 fue el resultado de Cuba, en partidos celebrados en el Coliseo dela Ciudad Deportiva.

Muchas expectativas se habían creado después del estreno en la ventana celebrada en Chihuahua, México, donde la selección antillana le ofreció gran resistencia al equipo de Estados Unidos, y cedió ante Puerto Rico.

Pero, afloraron los mismos fantasmas de siempre y las cuatro derrotas eliminan a Cuba de cualquier posibilidad de acceder a la segunda ronda del torneo, para el que obtendrán los cupos estadounidenses, mexicanos y boricuas.

Primer partido: lo que pudo ser y no fue

El primer duelo ante México era muy esperado por la llegada de dos jugadores contratados de manera independiente (los bases organizadores Sigfredo Casero y Raúl de la Cruz), y porque la selección nacional contaría con ocho atletas que juegan en el exterior.

No fue suficiente, y de nuevo los mismos problemas de siempre. Pobre defensa en el perímetro, sobre todo en la segunda mitad en que los visitantes encestaron siete triples de diez posibles, resultó clave en el éxito mexicano.

Una mala circulación del balón y demasiada individualidad de los jugadores, hizo posible la derrota con pizarra final de 72-82. Jasiel Rivero resultó el de mejor valoración para Cuba con 18 (13 puntos y nueve rebotes), aunque estuvo distante de su calidad. Incluso su intento fallido de donqueo pudo ser la jugada «bisagra» para revertirle la cara a Cuba, y resultó todo lo contrario.

Yoanki Mencía con 11 cartones, además de Pedro Bombino y el debutante Sigfredo Casero con 10, fueron los mejores jugadores para Cuba.

Las 17 pérdidas de balón, los doce robos de México, además del pobre trabajo en la pintura, donde Cuba solo marcó 20 puntos por 32 de sus oponentes, fueron las claves de la victoria para el país azteca.

Segundo partido: los mismos fantasmas de siempre

Otra derrota de Cuba, esta vez ante Puerto Rico con pizarra de 62-65 marcó la eliminación de la selección cubana, con cuatro descalabros de manera consecutiva.

Después de una primera mitad con triunfo cubano de 36-31, apareció la peor versión del conjunto. ¿Qué sucede con los terceros cuartos donde los equipos cubanos se transforman y dejan escapar los partidos? Es una constante que se repite en un partido tras otro.

En esos 10 minutos solo marcaron 11 puntos, y de ellos cinco de Neyser Coutín y cuatro de Joel Cubillas. O sea el resto del equipo apenas marcó dos cartones en los primeros seis minutos y medio del parcial.

Pero, más allá del desastroso tercer cuarto, Cuba se quedó sin variantes ofensivas. No consiguió buenas transiciones rápidas, y su porciento de tiros libres en el partido fue un paupérrimo 41,18.

Cuba alcanzó más rebotes que Puerto Rico (36-33), pero no los transformó en puntos. Otra vez el pobre trabajo interior terminó por pasarnos la cuenta con solo 24 puntos conseguidos en la pintura por 40 de los boricuas. Si esto es una constante en cada partido: ¿por qué un jugador alto como Joel Cubillas, con muy buena labor sobre la cancha, no recibió más minutos?

Nuestra selección tuvo 21 pérdidas de balón, que sumadas a los diez robos de Puerto Rico también incidieron en el resultado final.

Las palmas para los jugadores suplentes que consiguieron 31 puntos (la mitad) desde del banquillo con Neysser Coutín como mejor sustituto. El capitalino hizo un excelente trabajo defensivo, y encestó importantes canastas en momentos de alta tensión.

Otra vez el mejor anotador fue Jasiel Rivero con 13, pero lejos de su mejor nivel, al punto de que solo anotó dos en la segunda mitad del partido. Marcos Chacón, el jovencito de 18 años, también sumó 13 cartones.

El de mejor valoración para Cuba en el duelo fue Yorman Polás con 14. El camagüeyano finalizó con ocho puntos, siete rebotes, dos asistencias y dos robos. Por Puerto Rico, Jezreel de Jesús con 21 unidades se echó el equipo al hombro, y terminó con una valoración de 16.

En el otro enfrentamiento del grupo D, Estados Unidos se desquitó ante México con holgada pizarra de 89-67, por lo que los dos conjuntos igualaron en la cima de la llave con balance de 3-1.

Cuba mostró las mismas carencias de siempre: pobres variantes ofensivas, demasiada individualidad en momentos cruciales, errática puntería desde la línea de los suspiros y horrendos terceros parciales. Con esos fantasmas nos costará muchísimo poder avanzar en el área.