En el voleibol siempre ha existido una máxima: para ganar, hay que evitar la presencia de errores no forzados sobre el mondoflex, máxime si el rival de marras es superior. Y este viernes, la selección masculina cubana al mando del técnico Jesús Cruz se desmoronó contra Brasil después de un excelente trabajo en el primer set y, finalmente, cometió 32 errores para caer 1-3 (25-23, 18-15 y doble 20-25), en su quinta presentación del torneo preolímpico con sede en Río de Janeiro.
Si un set se gana con 25 puntos, ese regalo de 32 pifias ante los favoritos brasileños se traduce en una entrega de más de un set sin que intervenga su rival en la jugada. Imperdonable, especialmente los pésimos servicios por fuera o contra la malla.
Ahora, el balance cubano es de tres victorias ante dos fracasos, cota que le obliga a vencer en sus dos próximos cotejos a la favorita Italia (hoy) y al elenco de Irán (mañana), y esperar los resultados. Una derrota contra la escuadra Azurra les eliminaría del boleto directo hacia la justa de París 2024.
De retorno al duelo de este viernes contra la selección canarinha, les comento que, en el primer set, los alumnos de Cruz silenciaron por completo el abarrotado estadio Maracanazinho, que hospedó a más de 8 mil 500 personas. Los tradicionales potentes remates (especialmente los del atacador-auxiliar Marlon Yant), un k2 efectivo y la buena defensa de cancha, solventaron el accionar cubano.
Pero, a partir del segundo set, hubo una total mutación del equipo. Comenzaron a invadir los errores, los pasadores anunciaban sus movimientos y se quedaron sin argumentos ofensivos, tanto el opuesto Jesús Herrera (posición vital en el campo de juego), como el atacador Miguel Ángel López y los centrales Concepción y Alonso. Cruz vio ese derrumbe en sus filas, realizó varios cambios, pero tampoco surtieron efecto.
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Las estadísticas no podían demostrar otra cosa que la superioridad casi total de la selección brasileña para levantar a gritos el Maracanazinho: mejor en bloqueo (13x7), en servicio (6x3) y en errores no forzados, pues cometieron 27, cinco menos que los antillanos.
Cuba apenas triunfó en el acápite de puntos por ataque (47x46), con destaque para Marlon Yant, que archivó 19 puntos (16 en ataque, uno en bloqueo y par de servicios), superado apenas por el joven opuesto Darlan Ferreira, indetenible por la defensa cubana y autor de 20 unidades, de esas 16 en remates, una en bloqueo y tres aces.
Yant ha sido lo más positivo en el ataque por Cuba. Hasta el momento, en cinco juegos, exhibe 62 puntos, a un promedio de 14 por cotejo. Por su excelente carisma y buenas mañanas en sus respectivas ligas foráneas, aún están en deudas jugadores como Miguel Ángel López y Jesús Herrera.
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