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martes, 24 de diciembre de 2024

El maniquí estaba dopado

El gran rival del cubano Mijaín López, el ruso Khassan Baroev, acaba de perder la medalla de plata olímpica, de Beijing 2008, con la que terminó tras perder ante él la final...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 21/11/2016
3 comentarios
Mijaín López vs Khassan Baroev
En acción Mijaín López (abajo) y Khassan Baroev, en la pelea de la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Los recuerdos se me dispararon en cuanto conocí hace unos minutos una noticia trascendental: la suspensión de otros diez medallistas de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 (por los nuevos análisis que se le realizan a las muestras de entonces). Entre ellos se encuentra el muy destacado ex luchador ruso Khassan Baroev. “Él fue el rival más duro de mi carrera”, me dijo una vez nuestro casi insuperable Mijaín López.

No exagero: Hay historia detrás de todo ello…

Se impone recordarlo: Baroev (súper completo de la modalidad grecorromana), terminó con la presea de plata en los de Beijing 2008, perdiendo en la final contra Mijaín. Y antes con la de oro en los de Atenas 2004, en los cuales el cubano no había alcanzado todavía los planos estelares. Ellos le empezaron a llegar cuando conquistó la de oro en los Campeonatos Mundiales de Budapest 2005. Pero, muchas veces hay un pero… ¡el ruso no fue allí! Quiere decir que el suspense quedó abierto. Había que esperar para saber qué ocurriría cuando estuvieran ambos.

El duelo llegó en el mundial de Guangzhou 2006. Y… ¡ganó Baroev!

La otra gran competencia para desquitarse nuestro compatriota era el mundial de Bakú 2007. Y… ¡ganó Mijaín!

En ellos quedaron con una victoria para cada uno.

PREGUNTA INEVITABLE

¿Qué podría ocurrir entonces en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008?

Era una muy buena pregunta…

Los recuerdos, como ya dije, se me dispararon ahora. Unos pocos días antes de Beijing 2008 realicé una larga visita al gimnasio en el que entrenan los luchadores cubanos, en el Cerro Pelado. Allí estuve durante varias horas, tratando de anotar todo lo posible. Entonces, Pedro Val, quien durante años fungió como jefe de entrenadores, me invitó a que fuera a almorzar con Mijaín López y con él. Qué oportunidad: Los tres solos en una mesa.

Nuestro país hacía entonces, como hoy, juegos malabares a la hora de estrechar el cinturón de los recursos económicos, y de administrarlos lo mejor posible. Los deportistas que se preparaban para asistir a Beijing 2008 tenían un comedor asignado. Y salí de allí pensando que se alimentaban mejor (un elemento adicional, más allá de la asistencia o no a competencias, que le da más mérito a los resultados que obtienen). Han pasado más de ocho años y todavía recuerdo de ese día el combate de Mijaín López con… un pedazo de boniato.

HORA DEL DESENLACE

En un abrir y cerrar de ojos llegó la hora de los duelos en la lucha de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Los dos grandes rivales, ¡qué bueno!, se encontraron frente a frente en el duelo por la medalla de oro en el momento más importante de esos cuatro años. No importaban ya mucho ni Budapest 2005 ni Guangzhou 2006 ni Bakú 2007. El todo o nada era en Beijing.

Aquello pareció algo escrito por la ficción de un novelista: El pinareño lo atrapó por la cintura como si fuera un ligero maniquí, y no un hombre de 120 kilogramos, y… ¡acabó de forma muy indiscutible con sus sueños de volver a ser campeón como en Atenas 2004!

Cuando vi tal escena, casi increíble, me acordé de aquel pedazo de boniato, y del meritorio esfuerzo de nuestros deportistas, quienes se preparan en condiciones desiguales.

Los recuerdos se me dispararon ahora que se conoció que Baroev ha perdido aquella medalla de plata, por haber utilizado dehydrochlormethyltestosterona (turinabol).

Quiere decir lo siguiente: demolió a un rival buenísimo que llevaba una “ventaja incorporada”. Lo hizo en la pelea más importante entre ellos. En la llamada hora cero.

Es natural, y no quiero caer en el error del chovinismo, que se me disparen no solo los recuerdos, sino también las especulaciones…

¿Baroev empezó a utilizar esa sustancia después de que perdió en Bakú 2007contra Mijaín?

¿Se dio cuenta allí de que no iba a poder ganarle un año después en Beijing 2008?

Claro que no tengo las respuestas. Pero hay algo irrebatible que fortalece nuestra cubanía. El turinabol no pudo con el boniato.

 


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Rafael Norberto Pérez Valdés

Se han publicado 3 comentarios


carlos
 21/11/16 18:00

!!!!!!!!!!!!!!Que grande Mijail!!!!!!!!!!

I Glez
 21/11/16 10:48

Asi q los cubanos se dopan comiendo boniato no !!!, eso fue lo q entendi.

ernesto Cabrera rivero
 22/11/16 20:06

Los cubanos son unos pin.......ses

 

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