Ventana a la paz

Un nuevo escenario se abre en la lucha política en Venezuela luego de la convocatoria del presidente Nicolás Maduro a una nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en otro intento por alcanzar la paz interna, mutilada por la intransigencia de la derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que se niega a detener la violencia e iniciar conversaciones con el gobierno.

El paso dado por Maduro entraña un riesgo que la Revolución Bolivariana y sus seguidores están dispuestos a enfrentar, ya que la instalación de una ANC impone la elección de 500 delegados emanados del pueblo, no de partidos políticos. Ese mecanismo quedará encargado de redactar una Carta Magna que perfeccionará el legado político dejado por el fallecido presidente Hugo Chávez Frías y lo protegerá de las arremetidas golpistas e intereses injerencistas de Estados Unidos.

Algunos se preguntan, preocupados, por las posibilidades de los grupos de derecha en esa lid, ya que durante años mantienen un constante hostigamiento sobre la Revolución Bolivariana, pues manejan grandes recursos económicos y los principales medios de comunicación nacionales y foráneos. Su política de desprestigio contra los líderes chavistas podría confundir a algunos sectores populares.

En el pueblo revolucionario y su capacidad e inteligencia confía el mandatario para entregarle el poder y darle un corte tajante a los planes de la derecha local y regional, controladas por Estados Unidos, que en una —hasta ahora— imparable escalada diplomática y de violencia intenta destruir la institucionalidad nacional y crear las condiciones para una intervención militar foránea.

En lo que constituyó una sorpresa para el pueblo venezolano y analistas de la situación política en ese país, el pasado día 1.^o, durante la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, el presidente invocó el articulado de la Constitución Nacional que le permite convocar a una ANC y crear los mecanismos que neutralicen las intentonas de golpe de Estado, en estos días centrado en acciones callejeras violentas que ya cobraron 30 vidas y centenares de heridos.

Diciendo y haciendo. Pocas horas después de su anuncio, el presidente Maduro firmó lo que se denomina el desencadenante histórico de la situación política venezolana, convocando al Poder Constituyente originario que permitirá el perfeccionamiento de la democracia en el país.

Aunque figuras concentradas en la MUD, como Henry Ramos Allup y Henrique Capriles intentan crear matrices de opinión contra la disposición presidencial, diciendo, entre otras barbaridades, que quiere acabar con el chavismo, el camino hacia la elección de los asambleístas ya comenzó.

Apoyado públicamente por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el mandatario creó una comisión presidencial dirigida por Elías Jaua Milano, secundado por Isaías Rodríguez y acompañados como jurisconsultas por Cilia Flores y Delcy Rodríguez. Otros miembros del equipo, integrantes de la anterior ACN que dio paso a la Carta Magna vigente desde 1999, son Hermann Escarrá, Aristóbulo Istúriz, Reinaldo Muñoz, Francisco Ameliach, Nohelí Pocaterra e Iris Varela.

Maduro solicitó al Consejo Nacional Electoral que siente las bases para la democrática acción. El voto directo del pueblo, afirmó, decidirá quiénes serán los 250 delegados a la ACN seleccionados en las urnas entre lo mejor de la clase obrera, las misiones y los movimientos sociales. El resto, hasta 500, y escogidos también de manera democrática mediante el voto, responden a los territorios, para que puedan ser electos líderes locales. Hasta ahora, empero, se desconocen las bases comiciales y los sistemas electorales.

Analistas consideran que la jugada revolucionaria posibilita al pueblo la libre elección de los candidatos. La derecha, que lleva meses exigiendo elecciones adelantadas, ahora niega la validez de las medidas adoptadas por el dignatario mediante disposiciones otorgadas por la vigente Constitución Nacional.

Ante la actitud provocadora, Telesur recordó que desde el 2013 la oposición exigía el llamado a una ACN con el argumento de la reconciliación nacional. Ahí la tienen, en bandeja de plata.

El portal web Misión Verdad publicó en su Twitter los numerosos llamados a una ACN realizados por los líderes opositores Freddy Guevara, Luis Florido, María Corina Machado y Leopoldo López, este último condenado a prisión por ser el autor intelectual del plan golpista "La Salida" (de Maduro) que dejó 43 muertos y más de 800 heridos en 2014.

En su esencia, la iniciativa gubernamental persigue desbaratar el círculo vicioso en que los derechistas intentan mantener al país, ya que quieren cambios, pero a su manera, por lo que desdeñan sentarse en una mesa de diálogo, aun cuando le fuera pedido incluso por el jefe de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, en más de una ocasión.

Inútiles hasta ahora han sido las vías democráticas empleadas por el oficialismo para frenar el golpe de Estado en curso desde hace varios años.

En su desesperación, y luego de la disposición presidencial, los conservadores intentan enfrentar al pueblo chavista con su gobierno y vociferan que Maduro traicionó a su mentor Chávez, tergiversando el sentido de una nueva Carta Magna que constituye un punto de partida hacia adelante, no de retroceso, y radicalizará la Revolución.

Para analistas, el presidente y su equipo golpearon duramente a la MUD. Hace pocos días Venezuela solicitó su salida definitiva de la Organización de Estados Americanos (OEA), luego de que intentara un golpe de Estado contra el gobierno de Caracas.

El secretario general de ese bloque, Luis Almagro, recibió en varias ocasiones en Washington a prominentes figuras opositoras y es el instrumento de la Casa Blanca para tratar de derrocar la Revolución Bolivariana fundada por Chávez.

El inesperado giro de la política interna sacudió en sus bases, al menos por el momento, al neofascismo venezolano y sus satélites. Ya no tienen argumentos tampoco para acusar a Maduro de ser un dictador al que había que derrocar en nombre de la democracia. ¿Qué dictador es ese, se preguntarán ahora los confundidos, que convoca a elecciones libres y entrega el poder al pueblo? La mentira, una vez más, no llega lejos.

Cuando quede instalada, posiblemente en el curso de tres o cuatro meses, la ACN tendrá atributos adicionales que le otorgó la Carta Magna de Chávez, como la de ser la expresión del poder absoluto que reside en el pueblo y la transformación del Estado.

Maduro lo dejó bien claro el pasado día 1.^o: “Todo lo que hagamos será fortalecer la Constitución pionera, la sabia, la de 1999”. Objetivo claro: lograr la paz que tanto precisa el país, derrotar el golpe de Estado en curso y perfeccionar el sistema económico.

Otra medida adoptada para garantizar el orden público fue la suspensión oficial de porte de armas de fuego en el país durante 180 días, según anunció este martes el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Luis Reverol.

Mientras en Venezuela hay un movimiento constante para cumplir las orientaciones presidenciales, en San Salvador, capital de El Salvador, se celebró una cumbre extraordinaria de los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para analizar la situación en el mayor país petrolero de Suramérica, quinto exportador del crudo a nivel mundial.

La reunión fue solicitada por Venezuela para —sin la presencia de Estados Unidos y Canadá— conversar con los titulares de Relaciones Exteriores de ese mecanismo integracionista sobre las últimas medidas adoptadas por Caracas para alcanzar la paz.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró que “ha sido un excelente debate”, sin parecido alguno a lo ocurrido en la OEA y sus planificadas mentiras y tergiversaciones contra un proceso democrático.

En declaraciones a Prensa Latina y Telesur, Rodríguez dijo que la Celac encarna el espíritu genuinamente latinoamericano y caribeño, con voz y pensamiento propio, que no necesita para analizar sus asuntos de la anuencia de Washington ni de la OEA, cuya injerencia atenta contra los principios soberanos de autodeterminación.