Una semana muy caliente en Venezuela

La derecha venezolana, guiada y protegida por Estados Unidos, parece un caballo desbocado que solo mira hacia adelante sin considerar los tropiezos en su camino y sin reparar en que sus mentiras y acciones violentas no doblegan al pueblo revolucionario que sigue trabajando para las elecciones del día 30.

Acontecimientos de las últimas horas corroboran que los jefes del plan contrarrevolucionario no analizan las consecuencias de sus actos, obcecados por impedir los comicios para escoger a los 537 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Su idea fija es que antes de que acabe este mes, el presidente Nicolás Maduro sea derrocado y el país ocupado por fuerzas extranjeras.

Los líderes derechistas convocaron a un paro nacional de 24 horas este jueves para paralizar el país, luego de que instaran a sus seguidores al plebiscito del día 16, realizado de manera desorganizada mientras millones de personas acudían a las urnas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) —que desestimó el circo de la oposición— en un simulacro comicial considerado muy exitoso.

La violencia volvió con mayor fuerza a Caracas esta semana, con más víctimas fatales que rebasan las 90, e incendios de camiones y vehículos ligeros e instalaciones. Iguales hechos ocurrieron en varias ciudades de diferentes Estados, en lo que se considera una escalada del odio según se acerca el día 30.

El ministro de Relaciones Exteriores, Samuel Moncada, afirmó el martes último que el gobierno de Estados Unidos “inició una nueva etapa de agresiones” contra Venezuela, que incluye sanciones económicas y unilaterales, violatorias del derecho internacional.

En conferencia de prensa, Moncada informó que “por instrucciones del presidente Maduro, serán revisadas a profundidad las relaciones con Washington”.

La cancillería presentó un documento oficial de rechazo a la política imperialista en el que destaca que: “El gobierno de Estados Unidos muestra, sin pudor, su parcialización absoluta con los sectores violentos y extremistas de la política venezolana, partidarios del uso del terrorismo para derrocar a un gobierno popular y democrático.

”La ruina moral de la oposición venezolana ha arrastrado al presidente (Donald) Trump a cometer una agresión abierta contra un país latinoamericano. No sabemos quién pudo haber redactado, ni mucho menos autorizado, un texto de tanta pobreza conceptual y moral”.

Ante la fuerte arremetida, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FARB), uno de los pilares de la unión cívico-militar en que se basa la Revolución, reafirmó su compromiso “con la defensa de la dignidad, soberanía e independencia nacional, según leyó en una notificación el ministro de Defensa Vladimir Padrino.

Las palabras del titular este miércoles forman parte del rechazo oficial a las pretensiones del gobierno de Estados Unidos de imponer sanciones económicas contra Venezuela para crear el temor entre la población y que no asistan el día 30 a la elección de los miembros de la ANC, de manera secreta y directa.

Para Padrino, “el nuestro es un pueblo heroico, amante de la paz, que quiere trabajar para buscar el progreso de nuestra patria, siempre”, y confirmó que “las elecciones deben desarrollarse en un clima de sensatez”, reportó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

En defensa del chavismo, el presidente Maduro anunció hace 48 horas la activación de un plan de emergencia de justicia para afianzar la paz ante el desarrollo acelerado del plan golpista de la extrema derecha.

En una transmisión especial de Venezolana de Televisión, el mandatario precisó que el objetivo de este proceso es la búsqueda y captura de aquellos grupos que atentan contra la estabilidad nacional, con la participación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la FANB, la vicefiscal de la República, Kátherine Hárrington y el Ministerio del Interior, Justicia y Paz.

El nuevo procedimiento forma parte de medidas adoptadas ese día por la Primera Magistratura luego de una reunión del Consejo Nacional de la Defensa, que se declaró en sesión permanente ante los ataques intervencionistas de Estados Unidos.

En coincidencia, la Asamblea Nacional (AN) de mayoría opositora, y en desacato dictado por los Tribunales, presentó este martes la designación de 33 nuevos magistrados al TSJ quienes serán juramentados —con la aprobación o no de ese órgano— este viernes 21 en una sesión solemne.

Respetadas voces se oponen a la gestión de la AN porque “usurpa funciones de autoridades públicas y legitima la conformación de órganos paralelos a los establecidos por el Estado”, precisó el Comité Moral Republicano, órgano rector del Poder Ciudadano de Venezuela.

De acuerdo con el Comité, la medida que intenta implementar la Asamblea “es una acción que violenta los cimientos de las instituciones democráticas del país”, expresó en un comunicado divulgado en la prensa local.

En el documento se expresa que “la intención usurpa funciones de autoridades públicas y legitima la conformación de órganos paralelos a los establecidos por el Estado, ocasionando daños irreparables en la República”.

También el contralor general de la República, Manuel Galindo, expresó a la prensa local que el Parlamento no puede designar de forma inconstitucional magistrados para el TSJ por su carácter extemporáneo, ya que los períodos de ejercicio de los actuales no han vencido.

Galindo advirtió que la AN fracasará en su empeño por sustituir a los actuales integrantes del TSJ, ya que una acción de ese carácter podría ser motivo de sanciones penales, civiles y administrativas, según los artículos 138 y 139 de la Constitución Nacional, por usurpación de poderes.

La estrategia es la de desmontar pieza a pieza el tejido institucional, económico y social, en lo que podría denominarse una aventura cuya efectividad y alcance a lo interno está por verse, pero peligrosa en la arena foránea.