El estado de salud del presidente venezolano, Hugo Chávez —actualmente en tratamiento en Cuba-, lejos de constituir un elemento perturbador con vistas a las elecciones para gobernadores el próximo domingo, se ha convertido en otro motivo de unidad del pueblo revolucionario para sostener y llevar adelante el proceso político bolivariano.
Contrariamente a lo que pensaban los enemigos de la Revolución, que con Chávez alejado momentáneamente del gobierno tendrían alguna posibilidad de alzarse en los comicios donde se juegan los gobiernos de 23 estados 260 miembros de los Consejos Legislativos, la posibilidad del triunfo este fin de semana es un hecho que analistas dan por consumado.
Cuando faltan muy pocos días para que los venezolanos convocados retornen a las urnas, luego de la reelección presidencial del pasado 7 de octubre, con holgada mayoría, dirigentes del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) ratificaron este martes que “las fuerzas revolucionarias pueden decir que tienen amplias posibilidades de ganar en todas las postulaciones regionales, al contrario de la oposición, que carece de chance alguno”.
En ese sentido, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV, afirmó que esa organización, la mayor fuerza política del país, tiene muy bien afinada su maquinaria para los comicios, que encuentran a un pueblo conmocionado por la enfermedad de su máximo líder, pero también más unido que nunca para llevar adelante sus ideas.
Millares de personas asisten a los actos de campaña liderados por los candidatos del PSUV, que ofrecen entrevistas a los medios de comunicación estaduales, recorren las comunidades, mientras las fuerzas de choque integradas por la militancia socialista continúan las visitas casa por casa en contacto directo con la población, a la que brindan detalles de los programas de los candidatos, forma de votación y otros elementos para obtener un voto consciente.
Mientras la solidaridad mundial continúa brindando su apoyo al líder bolivariano, que ayer recibió en Cuba la visita de su amigo y homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y miles de mensajes enviados por presidentes y millones de personas a nivel mundial, en Venezuela la contrarrevolución ha fortalecido en sus medios de comunicación sus planes desestabilizadores, tratando de crear confusión en personas aún poco preparadas políticamente.
Hay que recordar que el 80 por ciento de la prensa venezolana está en manos de la oligarquía, y que ante la división interna de los partidos que integran la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), a la oposición no le queda otra posibilidad que tratar de atraer votos con el discurso, poco creíble, de que sin Chávez la Revolución Bolivariana está perdida.
Nada más lejos de la verdad. Las últimas encuestas del Grupo de Investigación que dirige el exministro Jesse Chacón afirman que en estos momentos al menos hay 19 estados en que el chavismo ganará, mientras en cuatro, por diversas razones, aún no hay confirmación de quien obtendrá la victoria.
Para expertos, uno de los estados en disputa, el de Miranda, se ha convertido en el símbolo revolución-contrarrevolución, al enfrentarse en ese territorio el exvicepresidente de la República Elías Jaua con el excandidato a la presidencia Henrique Capriles, vencido por Chávez y con sus seguidores dispersos.
Entretanto, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que hay convocados 17 millones 421 mil 946 electores, quienes ya tienen a su disposición en los espacios de votación las 36 mil 220 máquinas previstas para realizar la democrática acción el próximo domingo.
Las personas que trabajarán en las mesas electorales han recibido preparación especial, pues estos comicios poseen particularidades especiales, ya que se seleccionan dos cargos.
Cinco organizaciones civiles están acreditadas como observadores nacionales electorales, ya que, según el
Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, solo podrán ejercer esas funciones agrupaciones domiciliadas en el país, y constituías con los requisitos planteados por el ente electoral.
El domingo, por tanto, será otro día histórico para la Revolución Bolivariana y su pueblo, que, sin duda, reafirmará al mundo que las ideas del presidente Hugo Chávez están más presentes que nunca en la conciencia y el corazón de los venezolanos fieles a su Patria.
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