Perú elige nuevo presidente este domingo

Este próximo domingo Perú celebrará elecciones generales en las que serán elegidos un nuevo presidente, dos vicepresidentes, más de 100 congresistas y los parlamentarios andinos para el período 2016-2021. Y aunque se prevé una segunda vuelta, ahora aparece como favorita la candidata del derechista partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori.

La aspirante presidencial por segunda ocasión (2011), que intenta alejarse del pasado de su padre sin conseguirlo totalmente —el exmandatario Alberto Fujimori, condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción—, posee el 37 % de las intenciones de voto, insuficientes para declararse vencedora.

Son diez los postulados a la presidencia, pero solo tres los que tienen oportunidad de pasar a una segunda y definitiva ronda. Los tres con más posibilidades son: Keiko Fujimori, representante de Fuerza Popular, de la derecha conservadora; Pedro Pablo Kuczynski, de Peruanos por el Kambio, el otrora ministro de Economía del gobierno de Toledo, que para muchos representa la extrema derecha: y Verónika Mendoza, de Frente Amplio, de izquierda, la candidata más joven y con rápida ascendencia en las encuestas.

A pocos días de los comicios, en los que un 48 % de los posibles votantes ya avisaron que no asistirán a las urnas —siempre según encuestas—, Perú fue escenario de manifestaciones en numerosas ciudades en contra del programa gubernamental propuesto por Fujimori, y porque ella representa un pasado de crímenes y grandes poderes económicos.

Las movilizaciones con el lema “No a Keiko” fueron tan potentes que la candidata suspendió sus actividades el pasado martes, cuando la población de más de 20 ciudades tomó las calles en repudio al autogolpe de Estado dado por el exmandatario hace 24 años, cuando implantó un sistema dictatorial lesivo a los derechos humanos.

El presidente saliente, Ollanta Humala, celebró que el movimiento ciudadano esté integrado por jóvenes en su mayoría, y precisó que la toma de las calles es una manera de recordar y de no volver a repetir la historia, en alusión a la postulación de Fujimori. Según Prensa Latina, el mandatario expresó su satisfacción porque miles de jóvenes marchen contra la dictadura y en favor de la democracia.

Para politólogos peruanos, si sale electa, Fujimori no cumplirá sus promesas de dirigir un gobierno sin rasgos similares a los de su padre en algunos aspectos.

Para la candidata progresista Verónika Mendoza, la postulada de Fuerza Popular tiene una actitud contradictoria, pues defiende la Constitución Fujimorista de 1993 (al contrario de ella, que exige su anulación) y niega los crímenes y actos de corrupción cometidos por su padre, el exmandatario.

En el debate presidencial del pasado día 3, Mendoza planteó: “Queremos recuperar la soberanía sobre nuestros recursos. Tal como están los contratos y las normas, el concesionario puede hacer lo que le dé la regalada con nuestro gas”.

¿QUÉ SE PUEDE PENSAR?

Si llegase a triunfar, el panorama que se presenta ante Keiko Fujimori es complejo. Aunque no repitiese los delitos políticos de su progenitor —que sometió al Legislativo desde su presidencia—, al menos al principio tiene en su contra las exigencias de la derecha peruana, entre otras, una rápida actuación para sacar adelante los grandes proyectos mineros. Habría que esperar, también, por la nueva composición legislativa.

En el 2011, cuando disputó una segunda vuelta con Humala, la aspirante de Fuerza Popular no se había alejado como ahora del ala más dura del fujimorismo, lo que hizo ahora, pero a la que tendrá que invitar si gana el gobierno.

En esta contienda casi queda fuera luego de ser acusada de repartir dinero en sus actos proselitistas, pero el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú la eximió de la exclusión por unanimidad, ya que no había transgredido, según sus miembros, la ley electoral.

Ahora, tras el destape del escándalo Papeles de Panamá, sobre el desvío de dinero hacia paraísos fiscales, se menciona también a varias personas que entregaron efectivo para la campaña de Fujimori, lo que lanza otra sombra sobre la postulante.

Para quienes se preguntan por qué está en el primer lugar en intenciones de votos, hay que recordar que su padre —y ella ha hecho el mismo camino— fue el único mandatario que llegó hasta los puntos más inhóspitos de la geografía peruana y brindó seguridad a los campesinos que sufrieron años de terror cuando actuaba el grupo Sendero Luminoso.

Para Milagros Campos, profesora de Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica de Perú, en diálogo con Infobae, indicó que “cuando se le pregunta a la gente por qué elige a Keiko, la respuesta es: ‘primero porque es mujer, y segundo porque puede combatir mejor a la delincuencia’”, ya que su padre fue valorado en su gestión por luchar contra la criminalidad.

Aunque algunos políticos consideran que la líder de Fuerza Popular intentará, al menos, evitar un gobierno corrupto y autoritario como el de su progenitor, le resultará difícil convencer a otras fuerzas políticas de acercarse a su eventual gobierno, pues existe la percepción de que elegirla, o apoyarla después, es la negación de la autoestima de Perú y un descrédito ante la opinión pública mundial, sería una especie de convalidación del fujimarismo que aún se mantiene vigente en áreas rurales y en las clases de menos ingresos.

Los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García, también en la carrera comicial, carecen de oportunidad alguna para llegar a una segunda vuelta, expresión del rechazo de la población a sus gobiernos y partidos —el APRA y Perú Posible, respectivamente.

Perú es en la actualidad una de las economías más prósperas de la región, sin embargo, la desigualdad social es evidente, con más del 20 % en situación de pobreza, en una población de 31 151 643 habitantes.