Paraguayos en las urnas

Las dos fuerzas políticas más importantes de Paraguay, el partido Colorado y el Liberal, medirán fuerzas este domingo para tratar de apropiarse de la Presidencia, en sustitución del derechista Horacio Cartes, quien fracasó en su intento de implantar la reelección.

Son diez los postulados en estos comicios, pero solo dos están calificados —según las encuestas, algunas poco fiables— para la disputa de una vuelta, que ganará el que acumule la mayoría de votos.

Para esta lid, que puede hacer la diferencia política en este país de unos seis millones de habitantes, se han conformado alianzas que identifican a las duplas integradas por el liberal Efraín Alegre y Leo Rubín, y el oficialista Mario Abdo Benítez y Hugo Velázquez Moreno, del Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado.

Alegre, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico, se unió en esta ocasión a varios grupos de izquierda, entre ellos el Frente Guasú del expresidente Fernando Lugo, lo que podría incidir de manera favorable en el voto de las poblaciones más pobres.

La coalición llamada Ganar surge a partir de una reconciliación de la izquierda paraguaya con los liberales, participantes en el golpe de Estado parlamentario que derrocó a Lugo en el 2012, con el que la derecha continuó la cadena de los llamados golpes blandos en América Latina iniciados en Honduras en 2009.

El exsacerdote había derrotado por primera vez en 60 años al Colorado, la agrupación que designó como su presidente de honor al dictador Alfredo Stroessner, pero su discurso fue considerado una amenaza para los intereses de Estados Unidos y sus aliados internos.

Con el pabellón Colorado aparece Abdo Benítez, cuyo padre fue un hombre fuerte de la dictadura, la más larga de América Latina, con 35 años en el poder.

Son 4 260 816 (cuatro millones doscientos sesenta mil ochocientos dieciséis) los ciudadanos convocados a las urnas, entre ellos 54 574 residentes en el exterior, según indicó el Tribunal Superior de Justicia Electoral, que horas después del cierre de los colegios informará sobre el vencedor de la lid.

En las llamadas “megaelecciones”, además del sustituto de Cartes, un aliado de la Casa Blanca en su acoso a Venezuela, serán electos 45 senadores titulares y 30 suplentes, 18 parlamentarios titulares del Mercado Común del Sur (Mercosur), e igual número de suplentes, 80 diputados titulares y sus suplentes, 17 gobernadores y autoridades de las Juntas Departamentales.

Además de la pareja de Alegre y Benítez, también se presentan postulaciones del Frente Amplio, Verde, Movimiento Reserva Patriótica, Socialista Democrático Herederos, Movimiento Nacional Artistas del Paraguay, Movimiento Cívico Nacional Unámonos, Movimiento Reserva Patriótica, Movimiento Soberanía Nacional.

Los dos principales contendientes, aunque de ideologías diferentes, han centrado sus planes de gobierno en tres temas: economía, salud y educación.

Este pequeño país del Mercosur, a pesar de poseer una economía estable, las desigualdades sociales son visibles y, en busca de seguidores, los dos aspirantes prometieron cambios en la situación actual del país.

Alegre, que discute por segunda vez la Primera Magistratura (perdió contra Cartes) expuso en su programa cinco ejes básicos: reforma de la justicia, empleo, seguridad, salud y educación. Para conseguir el éxito en este plan propone una reforma constitucional y electoral. Apuesta, también, por un diálogo nacional que permita “avanzar en un nuevo contrato social que incluya a los sectores económicos, sociales y gremiales paraguayos”. Se comprometió al desarrollo de políticas que aseguren la salud pública universal y gratuita.

De acuerdo con el candidato de Ganar, la educación es fundamental para la demanda de la industria y el empleo, “por eso considero que la educación debe ser gratuita en nuestro país”. 

“Nuestra política es clara y firme respecto a impulsar un proceso de desarrollo que pueda impactar especialmente en el empleo para poder superar la pobreza”, detalló el candidato en un debate televisivo con Abdo Benítez.

El postulado por el Colorado, agrupación de la que se considera disidente, expresó que planea mantener la baja presión tributaria al empresariado local e internacional “tal como está para que el país siga siendo atractivo para la inversión”. Sostuvo que se deben establecer alianzas estratégicas con Brasil, el socio mayor del Mercosur. “Paraguay está interesado, dijo, en que Brasil produzca en nuestro territorio para habilitar cupos de mercado”. En su opinión es clave la seguridad de los ciudadanos, por lo que propuso el fortalecimiento de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.

Abdo Benítez planteó promover la cooperación con el sector privado en el área de la educación, ya que considera que este sector debe formar parte de una política de Estado. Sobre la salud, el Colorado dijo que impulsará una reforma estructural del sistema mediante un cambio del actual modelo.

Varios seguidores de la política paraguaya consideran que Alegre se beneficiará también de ser acompañado por Rubín, un reconocido periodista y activista de la protección del medio ambiente y el resguardo de las comunidades étnicas del país.

A pesar de que en los últimos años Paraguay mantiene un crecimiento estable de un 4 % de su Producto Interno Bruto (PIB), se le considera una nación pobre, ya que 1 949 272 ciudadanos se sitúan bajo el límite de pobreza y en extrema, según una investigación de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos de la Secretaría Técnica de Planificación.

El estudio reveló también que el 40 % de los niños menores de 10 años en situación de pobreza carecen de acceso a niveles mínimos de nutrición, educación, recreación, salud y vivienda.

Un informe del Centro de Investigación Aplicada de la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Económicas de la Universidad Católica de Asunción planteó que en cerca de dos mil hogares los ingresos oscilan entre 14 000 (2,52 dólares) y 21 000 guaraníes (3,78) diarios, un presupuesto insuficiente para la alimentación cotidiana.

San Pedro Caaguazú y Concepción aparecen como los departamentos que concentran los mayores índices, donde el 60 % vive en situación de pobreza y 20 % en pobreza extrema.

Asunción se mantiene con el más alto número de pobreza infantil (más de 20 000) debido al fenómeno de migración desde las zonas rurales hacia la capital.

El economista e investigador Emilio Ortiz afirmó:“En sociedades como la nuestra, con problemas de desocupación y subocupación laboral, el futuro de la infancia está severamente restringido, por lo tanto la desigualdad se reproduce a lo largo de las generaciones”.

Estas elecciones son las séptimas que se realizan en Paraguay desde el golpe de Estado que puso fin a la dictadura de Stroessner en febrero de 1989.

Los nuevos presidente y vicepresidente de Paraguay tomarán posesión de los cargos el próximo 15 de agosto hasta 2023, sin derecho a reelección. Por su parte, los gobernadores y las Juntas Departamentales también asumirán en agosto, mientras que los senadores y diputados lo harán el próximo 1.^o de julio.

Por su parte, los gobernadores y las Juntas Departamentales también asumirán en agosto, mientras que los senadores y diputados lo harán el próximo 1 de julio.