La actual visita a Argentina del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no pudo ser en fecha más inapropiada: el jueves se cumplieron 40 años del golpe de estado que instauró una dictadura militar hasta 1983, en el cual su país jugó un papel destacado, una historia que, como parte de su política exterior, prefiere dejar en el olvido.
Obama posee, como una de las líneas principales de su administración, tratar de dejar atrás las fechorías estadounidenses en América Latina, y de ello habló en Cuba, donde las acciones violentas que patrocinó dejaron más de tres mil fallecidos, y ahora en Buenos Aires, cuyos muertos y desaparecidos sobrepasan las 30 mil personas.
De ahí que en esta cita que busca nuevas fórmulas de acercamiento mediante alianzas económicas y políticas con el gobierno del derechista Mauricio Macri, su agenda prevé, en un muy sensible momento para la población local, una visita al Parque de la Memoria para homenajear –precisaron fuentes oficiales- a las víctimas del terrorismo de Estado que enlutó a Argentina durante la dictadura cívico-militar (1976-1983).
Uno de los reclamos históricos de las organizaciones civiles y de derechos humanos de la nación suramericana es que Estados Unidos –que es posible los complazca- desclasifique sus documentos del período del régimen militar, en los cuales se encuentran las relaciones de Washington con la implantación del Plan Cóndor, que permitía a los castrenses el intercambio de personas de distintos países, a quienes asesinaban y desaparecían, la mayoría hasta hoy.
Pedirle perdón a los argentinos, como debió hacer también en Cuba, por el papel jugado por las administraciones norteamericanas que patrocinaron, financiaron y mantuvieron las dictaduras en América Latina mientras les convino, y ponerle fecha a la desclasificación de los documentos sería un reconocimiento real, aunque no perdonable, a la lucha de los desaparecidos en tan cruento período.
La visita de Obama, quien viaja a acompañado de familiares, parte de su gabinete y empresarios, es repudiada por amplios sectores argentinos, que ven su interés por lanzar a Macri como el nuevo líder de la derecha regional.
El plan de los estrategas de la Casa Blanca para Argentina consiste en, a través del jefe de gobierno local, debilitar al Mercado Común del Sur e insertar a las naciones miembros en Tratados de Libre Comercio, o lo que es igual, dar vida a una nueva Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), derrotada en Mar del Plata en una Cumbre de las Américas por la valiente actitud de los entonces presidentes Néstor Kirtchner, (Argentina), Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez Frías (Venezuela).
Para el jefe de la Casa Blanca, que intenta derrocar las nuevas organizaciones progresistas surgidas durante esta etapa de gobiernos populares, insertar a Argentina en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica es una prioridad, pues piensa convertirla en el carro-jefe de las demás naciones de la región.
Este jueves millares de argentinos están movilizados tras la convocatoria de organismos de derechos humanos, sindicatos, centros de estudiantes y múltiples agrupaciones políticas que repudian las complicidades imperiales con la última dictadura militar, pero también los intentos actuales para volver a subordinar a una región que sigue a la expectativa de construir la Patria Grande que imaginó Bolívar hace dos siglos, según indica uno de los documentos convocantes.
Una de esas organizaciones, el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCuba) recordó que entre los 30 mil desaparecidos hay dos cubanos que trabajaban en la sede diplomática de su país: Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, secuestrados en agosto de 1976
MASCuba expresó en un comunicado que “la nación argentina se moviliza en marchas de repudio a la presencia de Obama “justo, precisó, cuando se cumplen 40 años de un golpe patrocinado por Washington".
El premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, reiteró a Radio Latina que "Estados Unidos es el responsable de los golpes de Estado" en América Latina durante la década del '70 y sostuvo que, por ello, Obama debiera hablar al respecto durante su homenaje en el monumento de la Costanera a los 30 mil detenidos desaparecidos.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, reconoció en Página 12 la buena disposición del visitante de desclasificar los archivos militares “a partir de nuestro pedido histórico pero hubiera sido mucho mejor que viniera en otra fecha donde no estuviera a flor de piel lo que estamos recordando”.
La ciudadanía también mostrará su inconformidad con las políticas de gobierno derechista de Macri, que en sus primeros tres meses de gestión generó cerca de 100 mil despidos de empleados públicos, aumentó las tarifas eléctricas, presentó un proyecto de ley para el pago a los fondos buitres por unos 12 mil 500 millones de dólares, liberalizó el dólar, entre otras medidas neoliberales.
Después de visitar el parque que recuerda a los mártires de la dictadura militar, Obama viajará con su familia a la ciudad turística Bariloche, en la Patagonia, donde descansará antes de partir de regreso a Washington mañana viernes.
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