viernes, 27 de septiembre de 2024

Milagro Sala, rehén del gobierno derechista de Jujuy (+Audio)

Acusada sin pruebas, esta lideresa política cumple tres años de prisión y puede ser condenada a 13 más, mientras el pueblo exige su liberación...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 01/07/2022
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Presidente Alberto Fernández-visita-presa política Milagro Sala
La inesperada visita del presidente Fernández a la presa política Milagro Sala motiva diversas opiniones en la sociedad argentina.

Milagro Sala es indígena, pobre, y lideresa de la agrupación barrial Tupac Amaru, que durante el gobierno de Néstor Kirchner y luego Cristina Fernández se dedicó a mejorar la calidad de vida de su pueblo coya, —apoyada por el gobierno federal— pero luego de la llegada del derechista Mauricio Macri fue acosada, encarcelada, acusada de delitos no cometidos y humillada por las autoridades de la provincia de Jujuy, limítrofe con la de Salta y fronteriza con Bolivia y Chile.

En Jujuy vivía Sala, una mujer humilde, reconocida por su vocación de elevar la calidad de vida de sus coterráneos y para ello, junto a la dirección de la Tupac Amaru, e integrante de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), estuvo al frente de la construcción de más de 8000 viviendas, poliedros y parques. Su interés era entregar una vivienda digna a los sin techo de la provincia.

El gobernador de Jujuy, del partido Unión Cívica Radical, integrante de la alianza Cambiemos de Macri consideró que esa mujer, electa miembro del Parlamento Suramericano (Parlasur) era su enemiga política, y, lanzó en su contra una persecución judicial que la condenó a la cárcel y melló su salud. Ahora está hospitalizada, enferma de cuidado por una trombosis profunda cuyo pronóstico es reservado.

La detención de Milagro Sala, quien era perseguida por sus actividades sociales, ocurrió el 16 de enero de 2016, acusada de instigar acciones contra Morales en la vía pública, quien fue reelecto en el cargo en las últimas elecciones para gobernadores.

Testigos presenciales afirmaron que la lideresa ni siquiera se encontraba en la manifestación, por lo que la opinión pública, tanto nacional como extranjera, cuestionó la prisión política de la reconocida lideresa regional.

En diciembre de ese año, en un juicio demostradamente amañado, sin pruebas, fue condenada a tres años de cárcel en suspenso, pero en junio de 2017, la Cámara Federal de Casación Penal confirmó el delito —según consta en documentos oficiales—, por daño agravado.

Para abogados y magistrados de otras regiones, la actuación del sistema judicial de Jujuy actuó siguiendo órdenes del gobernador, que desoyó un llamamiento urgente del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Ese órgano solicitó al ex presidente derechista Mauricio Macri para que la liberara.

Ese mismo año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó una medida cautelar sobre este caso y solicitó a Macri cumplir la opinión del Grupo de la ONU para que “adopte las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad personal” de Milagro Sala y que se “adopten medidas alternativas a la detención preventiva”. El fallo de la CIDH le otorgó al Estado argentino 15 días para realizar la resolución, que se convirtieron en 30.

Una vez más, el poder jujeño se burlaba de los derechos de la lideresa indígena. Aunque la justicia de esa provincia le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, le entregó para que cumpliera su pena un inmueble inhabitable, sin agua corriente, ni luz, ventanas y sanitarios. La solidaridad de sus compañeros fue más poderosa que la crueldad del gobernador, y un grupo de voluntarios reacondicionó el lugar. Sin perder su dignidad, dada su certeza en la causa que defiende, recordó qué hay información que “no llega a los medios de Buenos Aires” acerca del gobernador jujeño y destacó: “Morales paga pauta publicitaria a medios de la nación y en Jujuy los tiene a todos cooptados. A los que no hablan bien de él, les saca la pauta y lamentablemente todo esto no se sabe en Buenos Aires. Cuando se descubre algún atropello de Morales son muy pocos medios los que lo pasan, porque los medios como Clarín lo cubren”.

CONTINÚA LA PERSECUSIÓN JUDICIAL

El gobernador Morales decidió, con evidente saña, destruir la vida y el prestigio de Milagro Sala. Cuando aun cumplía su primera condena, el Supremo Tribunal de Justicia de Jujuy arremetió de nuevo en su contra por presunto fraude a la administración pública y extorsión en concurso real por el desvió de 60 000 000 de pesos del Estado destinado a la construcción de viviendas sociales.


El Palacio de Tribunales de Jujuy fue rodeado por bolsas plásticas de basura, como símbolo de las injusticias cometidas contra líderes sociales. (Tomada de EFE)

Ahora la pena decidida en enero de 2019 fue, en primera instancia, a 13 años más de prisión, ratificada por la Corte Suprema de la Nación.
Macri permitió la persecución política a instancias de Morales, en lo que pareciera un patrón único de cómo tratar a los que considera sus enemigos, no solo para atacarlos, sino también para darles un castigo ejemplar que sirva de advertencia a todos los que piensan desafiarlo.

En el caso de esta humilde mujer, el sistema mediático de mentiras permitió que en su contra se cometieran muchas arbitrariedades, causas interminables y años de maltrato físico y mental, solo por dignificar a los humildes del norte de Argentina. En dos ocasiones, Sala ha atentado contra su vida, desesperada por la injusticia de que es víctima.

El pasado viernes, ella fue internada en una sala de terapia intermedia de una clínica de la capital jujeña por sufrir una trombosis profunda en una pierna. Como si se tratara de una criminal confesa, con peligro para la sociedad, la entrada a su habitación es custodiada por uniformados que muestran sus armas y no permiten visitas.

Según indicaron sus abogados, “se encuentra vigilada por dos agentes de la policía, una mujer y un hombre, en la puerta de ingreso a la UCO/UTI y un tercer agente femenino, al lado de su cama, exhibiendo ostensiblemente la portación de su arma reglamentaria”.

DISCREPANCIAS POR VISITA DEL PRESIDENTE FERNÁNDEZ A SALA

La inesperada visita del presidente Alberto Fernández a Milagro Sala en el hospital donde está internada levantó un polvorín en Argentina.
Este miércoles, Fernández suspendió su agenda para viajar a Jujuy, y recordó que los unen años de amistad y no es la primera vez que se preocupa por ella.

En una improvisada conferencia de prensa luego de dar muestras de cariño a la prisionera, el mandatario señaló que la su caso revela una clara persecución política, pero sin indicar qué pasos dará su gobierno para obtener su liberación.

Fernández argumentó los motivos de su presencia en los términos siguientes: “Mi preocupación por la situación de Milagro Sala no es nueva y la he planteado una y mil veces desde que empezó este ciclo de persecución”, y recordó que, incluso antes de llegar a la Presidencia, en diciembre de 2016, ya la había visitado. Tras manifestar su solidaridad con la prisionera política, denunció lo que llamó “una práctica que se difundió durante todo el Gobierno anterior de Macri (2015-2019), de persecución, de invento de causas”.

De acuerdo con el mandatario argentino, “en un Estado de derecho la Justicia debe funcionar de un modo diferente a como yo siento que funciona en Jujuy. Les pido a los jueces que dejen de lado teorías y doctrinas que se difundieron en años anteriores a nuestro gobierno y que definitivamente contradicen la esencia del Estado de derecho”. En conclusión, reclamó a la Corte Suprema que se pronuncie sobre la causa contra Milagro Sala que está en su poder.

VISITA ENFURECE AL GOBERNADOR

La presencia del jefe del gobierno nacional enfureció al gobernador Morales, quien de manera amenazante aseguró, dirigiéndose a Milagro Sala: “Que se mejore, pero para seguir cumpliendo la condena en una cárcel común”.

En carta abierta, Morales cuestionó al mandatario por viajar a la provincia para respaldar a la dirigente social y ni siquiera saludarlo en su despacho.

En su misiva, dijo al mandatario: “Me sorprende que con la situación del país al borde del abismo: con una inflación descontrolada, con falta de energía y combustible, con desabastecimiento en algunos insumos y bienes para la producción, con medidas restrictivas que ahogan nuestra economía, entre otros graves problemas del país, usted se tome el tiempo de venir a la provincia de Jujuy a visitar a Milagro Sala. ¿Cuáles son sus prioridades señor presidente”, le lanzó el jujeño y luego insistió: “¿Por qué no visita al pueblo de Jujuy?”.

La visita presidencial también levantó reclamos de la población que insiste en que promueva ante el Congreso Nacional la intervención del gobierno de Jujuy para restablecer la forma republicana de gobierno, conforme al artículo 6 de la Constitución Nacional, violentada por Morales.

En mensajes enviados por redes digitales, varios usuarios reclamaron que no puede seguir habiendo presas y presos políticos en Argentina. “Yo lo apoyo, pero si no lo remedia vivimos en una democracia puramente formal y usted sería corresponsable”, indicó un usuario.

Otro tuit recuerda que Milagro Sala, en la situación actual, ha pasado a ser un caso de tortura física y psicológica. “Bien sabemos que no es imprescindible el uso de una picana eléctrica para ser caracterizado de este modo y que hay mil maneras de quebrar la resistencia de un ser humano. Milagro las ha pasado casi todas al cabo de estos años de persecución denigratoria. Ni usted ni nadie con responsabilidades políticas institucionales, puede limitarse a ser comentarista del padecimiento de los ciudadanos. Valoro su gesto al visitarla y confortarla pero no me alcanza en absoluto”.

Hace unos meses, Sala fue reconocida con el premio “Rodolfo Waslh” por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) por “su trayectoria y su obra”. En esa ocasión, Sala destacó: “Es para miles y miles de compañeros que decidimos cambiar nuestra vida y nuestra historia. Néstor (el fallecido presidente Néstor Kirchner) nos dio esa oportunidad con trabajo y el buen vivir para poder cambiar la historia. Nosotros aceptamos el buen vivir”.

Observadores indican que luego de su visita a la prisionera, Fernández se verá obligado, bajo la presión popular, de adoptar medidas para que esta valiente mujer recobre su vida.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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