La VIII Cumbre de las Américas y el complejo escenario continental

Se acerca la VIII Cumbre de las Américas. Perú será la sede de este evento durante los días primaverales del 10 y hasta el 14 de abril próximos.

Momento complejo para tal celebración. Por una parte, el contexto regional esta signado por la contraofensiva de la derecha continental, que pretende relanzar a la Cumbre de las Américas para promover el proyecto económico de la Alianza del Pacífico y los intereses políticos del llamado Grupo de Lima, que se contraponen a los intereses de los pueblos latinoamericanos y caribeños expresados en UNASUR, ALBA y CELAC.

Por su parte, a Perú no se le hace fácil hacia lo interno. El diario limeño “Del País”, de línea nada progresista, twiteaba hace pocos días que según declaraciones de un alto ex ejecutivo de Odebrecht, Keiko Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, recibieron pagos de esa empresa para sus campañas políticas entre 2006 y 2011.Parece una broma de mal gusto el slogan de campaña de la Cumbre “La Gobernabilidad Democrática Frente a la Corrupción”.

Y pueden esperarse episodios insospechados luego del anuncio del Presidente Donald Trump de su participación a la cita  y su falta de interés de reunirse con jefes de Estado de países. Y donde puede ser objeto de muy enérgicos reclamos. Mientras, el presidente constitucionalmente electo Nicolás Maduro recibió formalmente la invitación para representar a su país, Venezuela. De entonces acá se han suscitado declaraciones de la cancillería peruana y de países del denominado Grupo de Lima para evitar la presencia del Presidente bolivariano en la Cumbre.

Cuba, aunque asistirá a la cumbre por derecho conquistado, condenó enérgicamente el pronunciamiento del grupo de países que se prestaron para tal maniobra contra Venezuela por considerar los argumentos como una intromisión en los asuntos internos de ese país y porque son contrarios "a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".

La campaña contra el Presidente Maduro, no es un hecho aislado contra él. En el continente soplan vientos neoliberales y de extrema derecha que busca apagar por cualquier vía la llama de la izquierda progresista. Forma parte pues, de un despliegue mucho más amplio, y se expresa contra Lula, en Brasil, al que se le busca excluir del proceso electoral de su país con aviesas maniobras seudo legales; en Bolivia, donde amaga una ofensiva desestabilizadora contra Evo Morales a fin de impedir la renovación de su mandato presidencial; en Ecuador, país en el que busca profundizar las diferencias entre el actual presidente, y Rafael Correa, en Argentina, donde se destila todas las baterías contra Cristina Fernández; en Nicaragua, contra Ortega y el gobierno Sandinista; y en Honduras, país en el que busca perpetuar en el Poder, por medios ilícitos, el gobierno de Orlando Hernández, cuestionado en los recientes comicios en los que legítimamente triunfara la Oposición.

En paralelo al encuentro que reunirá a los Jefes de Estado y Gobierno del hemisferio en la capital del Perú, se convoca como ya es habitual a la Cumbre de los Pueblos, bajo el lema: “Por la Articulación Social de Nuestra América”, en la que organizaciones de todo el amplio espectro social de la región acuden para intercambiar sobre la situación en sus países y del área. Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el impacto del injusto bloqueo estadounidense contra el pueblo cubano estará en agenda.

En fin. Habrá de esperarse si la Cumbre será un foro concertador de ideas y escenario de soluciones coherentes para la región, desterrando definitivamente la pretendida resurrección de la Doctrina Monroe  o no pasa de ser una hojarasca de relaciones públicas y fotos de familia.