Guatemala: los militares detrás de Jimmy Morales

En medio de una crisis política por corrupción de sus más altos dirigentes políticos, Guatemala celebró este domingo elecciones presidenciales en las que aparecen como ganadores, para enfrentarse en una segunda vuelta en octubre, el empresario y actor Jimmy Morales y la exprimera dama Sandra Torres.

Informes aún preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 97,67 % de los votos escrutados, indican que Morales, del conservador Frente de Convergencia Nacional (FNC) resultó victorioso en la primera vuelta, con un 23,95 % de los sufragios.

El presidente del TSE, Rudy Pineda, informó que hasta el cierre de este mediodía Sánchez, de la Unidad de la Esperanza (UNE) y exprimera dama del gobierno de Álvaro Colom, aparecía en segundo lugar, por encima del candidato por el partido conservador Libertad Democrática Renovada (LIDER), Manuel Baldizón.

Sánchez se divorció de Colom en el 2011 para lanzarse a la carrera por la presidencia, pero sin resultados convincentes. Antes, participó en la fundación de la socialdemócrata UNE, que llevó al gobierno a Colom entre el 2008 y el 2012. En ese tiempo, la ahora candidata presidencial ocupó la coordinación del Consejo de Cohesión Social.

Para el expresidente, si su exesposa llegara a ganar tendría en su vice a un enemigo probado. Mario Leal, parte del binomio con Sánchez, estuvo confabulado contra el gobierno de la UNE cuando acusó a la pareja presidencial del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, el 10 de mayo del 2009.

Solo el 50 % de los convocados –según el órgano electoral— de un universo de unos siete millones de personas acudió a las urnas, muestra del abstencionismo que sacude a ese país centroamericano donde el expresidente Otto Pérez Molina fue desaforado el pasado día 1, y está detenido bajo investigación, al igual que su vice Roxana Balberdi, por un millonario escándalo de corrupción.

Molina y Balberdi están acusados de pertenecer presuntamente a la red delictiva denominada La Línea —en la cual hay involucradas otras 150 personas del sector político y empresarial— dedicada al fraude aduanero por millones de dólares.

Podría parecer que los guatemaltecos decidieron votar por Morales, de 46 años, profesor, actor y empresario, que por otros candidatos de la partidocracia tradicional, en un voto de castigo por los últimos acontecimientos que han manchado la reputación de la clase política y del país. Sin embargo, sus vínculos con los militares —entre los que se ha denunciado existe un alto grado de corrupción— podría ser más de lo mismo o aún peor. Su asesor principal es el militar Édgar Ovalle, compañero del detenido por presunta corrupción Pérez Molina.

El FNC que lo candidateó es resultado de la organización de un grupo de exmilitares participantes en el conflicto interno del país, quienes se dijeron atacados por familiares de los desaparecidos durante un desfile militar en el 2004.

Legalizado en el 2008, esta organización, sin visualización en los comicios del 2011, renovó su imagen política, cambió sus símbolos y proclamó ideas nacionalistas —se autocalifica de centro— para atraer partidarios, entre ellos Morales, estrella del programa televisivo Moralejas, en el aire por más de 15 años.

La carrera del actor en el FCN fue vertiginosa, pues poco después resultó electo secretario general del partido en una reunión nacional.

A este político, sin experiencia en esas lides, y mucho menos para dirigir un gobierno, los analistas le critican la carencia de un programa sólido, si es que llega a ganar la segunda vuelta comicial.

En los comicios también estuvieron en juego 150 escaños del Congreso Nacional, 30 al Parlamento Centroamericano, y más de 300 alcaldías.

Se reportaron incidentes en varios lugares del país, como incendios de colegios electorales, con saldo de una persona muerta y varios heridos y detenidos.