España: ni fu, ni fa…

En efecto, ni el miércoles ni el viernes últimos, el legislativo español pudo dar solución al controvertido tema de la carencia de un gobierno nacional, cuando al aspirante derechista Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, no sumó los votos necesarios para  integrar gabinete.

En consecuencia, España podría verse citada a unas terceras elecciones generales justo el día de Navidad (25 de diciembre próximo), cuando ya haya transcurrido poco más de un año del litigio político que ha impedido hasta hoy estabilizar la institucionalidad  nacional.

Como se sabe, desde el pasado 20 de diciembre, y luego de dos consultas en las urnas, el PP (que ejerce todavía el gobierno en funciones), logró mayoría en el Parlamento, pero en una cuantía que no le ha bastado para conformar un nuevo equipo ejecutivo.

Tampoco ha podido Mariano Rajoy lograr los apoyos ajenos necesarios que le otorguen la aceptación de al menos los 176 diputados que le asegurarían mayoría absoluta como para erigirse presidente.

En este agosto, en consecuencia, los debates parlamentarios dedicados al tema solo reiteraron lo ya conocido y visto.

Y es que si bien quienes se oponen al PP (el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, la coalición Podemos Unidos y otras cuatro agrupaciones regionales) están de acuerdo en no apoyar a Rajoy, tampoco logran converger en un entendimiento que les de acceso a las riendas gubernamentales.

De manera que terminada la referida ronda parlamentaria parecería que no queda otra alternativa a los españoles que volver a los colegios, ahora en los días finales del último mes de 2016.

Mientras, líderes políticos locales como el ex jefe socialista Felipe González, recomendaron a Rajoy que, ante la resistencia a su figura, delegue la candidatura a la presidencia en algún otro aspirante del PP que resulte menos cuestionado.

No obstante, todo indica que el actual jefe de gobierno en funciones no tiene intenciones de echarse a un lado, y por tanto la querella podría prolongarse hasta el infinito a menos que se abra un debate nacional sobre este tipo de procesos y se asuman posibles variantes para evitar la repetición de situaciones de semejante índole.

Por otro lado, algunos analistas agregan que tal vez el PP tenga esperanzas de que en  los comicios regionales de Galicia y el País Vasco programados para este 25 de septiembre sean electas algunas figuras proclives a la derecha, lo que le podría facilitar sumar los votos parlamentarios que aún le restan para cumplir sus planes de repetir el inquilinato en La Moncloa.

De todas formas, a estas alturas del juego, ya nadie puede vaticinar con elementos objetivos que sucederá en el corto y mediano plazo en el panorama político español, que sin dudas está sentando un récord  global e histórico en materia de empantanamiento gubernamental.