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miércoles, 2 de octubre de 2024

Elefante en una cristalería

Esa es la visión que dejó la reciente visita de Donald Trump a México...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 03/09/2016
1 comentarios

Unos lo percibieron como un contrasentido, mientras otros, los más optimistas o desinformados, intentaron proyectarlo como un “loable” intento de brindar una imagen pública más “presidenciable” dentro y fuera de los Estados Unidos.

Sin embargo, lo cierto es que el reciente periplo mexicano de Donald Trump, el aspirante republicano a la Casa Blanca, no indica que haya cambiado un ápice en las extremas y amenazantes percepciones que ha expresado más de una vez acerca de las relaciones migratorias con el más grande y cercano vecino de habla hispana, y con las severas políticas que dice instrumentará en esa materia si accede a la Oficina Oval.

Y es que más allá de ciertas frases alusivas a una pretendida complacencia de su encuentro con el “hermoso” presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, el candidado conservador norteamericano parece haber regresado del sur con la reafirmación de su pretendido programa de “salvaguarda máxima de las fronteras nacionales.”

Visitar a México no movió en un ápice la idea de crear un muro a todo lo largo de la divisoria común con la más novedosa tecnología en materia de detección de ilegales, y que precisamente sean justo las autoridades mexicanas las que asuman el costo de semejante empalizada.

En un discurso en Phoenix, Arizona, recién llegado de suelo azteca, no solo describió con lujo de detalles algunas características la tapia fronteriza, sino que además reiteró textualmente que"México pagará por el ciento por ciento del muro. No lo saben aún, pero van a pagar por él".

El muro, detalló, será "impenetrable", "poderoso" y "bello", además de contener la "tecnología más avanzada", subrayaron medios de prensa.

Además, confimó Trumb su idea de blanquear de inmigrantes ilegales a los Estados Unidos, y de establecer rígidas medidas migratorias que solo concedan la posibilidad de entrada y naturalización a los extranjeros que cumplan requisitos “aceptables” en materia de economía personal, preparación técnica, admiración comprobada por la sociedad estadounidense, y “certificación ideológica positiva”.

    Y desde luego, subrayó que no habrá posibilidades migratorias para naciones que no asuman debidamente las nuevas prácticas oficiales de Washington son respecto al tránsito y recepción de personas.

   Ello sin olvidar que “no existirá nigún tipo de amnistía” para quienes permancen sin documentación dentro de los Estados Unidos, y que, según Trump, suman unos once millones de personas, entre ellos “dos millones de criminales que tienen antecedentes penales. Todos ellos sin excepción, dijo, serán deportados "a mucha distancia" de la frontera.

     Desde luego, tales diatribas pueden haber caído muy bien entre los fundamentalistas y supremacistas estadounidenses, pero sin dudas tienen un impacato negativo entre amplios sectores liberales, moderados y hasta en gente de derecha que sin embargo es capaz de razonar y tomar en cuenta las realidades vigentes.

   De todas formas, hágalo o no, o pueda llevarlo a cabo o no, la carta de presentación de Donald Trump con respecto a los inmigrantes (no olvidar que el mismo procede de una familia foránea llegada decenios atrás a USA) no puede ser más alarmante, mucho más cuando lo reitera apenas horas después de haber visitado una de las naciones que emite el mayor número de indocumentados que intentan asentarse en la primera potencia capitalista.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


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 3/9/16 10:49

Por mi ignorancia, me limito a preguntar si ese muro en la frontera norte de México estará programado para que cumpla la Ley de ajuste cubano.

Podrán los cubanos atravesar ese muro o es solo para mexicanos y de otras nacionalidades?

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