viernes, 27 de septiembre de 2024

¿Barrio gringo?

Algunos en USA hasta diseñan una nueva geografía política para el gigante euroasiático...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 28/06/2022
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Diciembre de 2013-Victoria Nuland
Es diciembre de 2013 y Victoria Nuland, no por gusto en Kiev, se dedica a repartir bocadillos entre la oposición derechista que violenta las calles…en bolsa de plástico y todo.

La prepotencia puede producir cretinismo o desconectar las mentes de la realidad. Y no pocas veces esas consecuencias, amén de ridículas, resultan también altamente indecentes y riesgosas porque pueden presuponer la antesala de un infierno sin salida.

Y por estos días, en que los Estados Unidos y Europa Occidental parecen empezar a admitir que metieron la pata en Ucrania más allá de lo aconsejable (aunque mediáticamente digan y aparenten lo contrario), los más ácidos  y empedernidos animadores del hegemonismo Made in USA siguen acariciando pretendidas “ingenuidades” con respecto a la “reestructuración adecuada del planeta” a imagen y semejanza de sus deshilachados esquemas y voluntarismos.

Así, convocados recientemente por el titulado Comité norteamericano de Seguridad y Cooperación en Europa, CSCE, los integrantes de tan “sesuda” institución se dieron a la tarea de decidir, constatar, confirmar, aprobar y llevar incluso coloridos mapas, la nueva división territorial rusa a tono con la proclamada urgencia de “redibujar” al país euroasiático por razones "morales y estratégicas".

El literal picadillo proyectado por los evidentes dueños del orbe supone el mayor triturado en la historia rusa, de manera de “brindar justicia a los pueblos sometidos al imperio del Kremlin”, y hacer “más manejable” aquellas extensiones por la sacrosanta “comunidad internacional” liderada por Washington.

Y este autor, entre otras muchas interrogantes que se hace sobre el estado mental de los presentes en el citado foro, se pregunta si acaso los conjurados no se dan cuenta de que el hoy que vivimos es el peor de los momentos para tanta bobería expansionista, con la punta de lanza anti rusa en Ucrania al borde del colapso, las marchas y contramarchas de una OTAN y una UE acogotadas por USA y a la vez roídas por las contradicciones internas, y un panorama económico, energético y alimentario cada vez más patético para los europeos del oeste y para los propios Estados Unidos con su acalambrado presidente Joe Biden y sus pésimos asesores balbuceando éxitos inexistentes.

Sin embargo todo tiene explicación por mucho que el absurdo reine. Y basta con enterarse que entre las “almas” del cónclave dedicado al “tajo psico emotivo y fantasmagórico de Rusia”, está la señora Victoria Nuland, oficialmente metida hasta el cuello en el cambio violento de gobierno en Kiev en 2014, las decisiones sobre quienes serían los herederos derechistas del poder en Ucrania, el auge de las bandas armadas fascistas, el rechazo a soluciones pacíficas en torno a Crimea y el Donbás, la hostilidad aberrada contra Moscú, la incorporación masiva de los neonazis a las fuerzas armadas locales, y la tángana por el pleno ingreso ucraniano en la OTAN. Todo con el sueño de, hipotéticamente derrotada Rusia, hacer realidad las detalladas y sugerentes cartas geográficas exhibidas a los miembros de la CSCE.

Desde luego, la Nuland no es una casualidad en el tema, sino toda una causalidad. Y en ese sentido, su voluminoso “expediente laboral”  así lo corrobora.

 Ella integra desde hace decenios el selecto grupo de lobistas de la industria militar estadounidense. Entre 2003 y 2005, nos cuenta el analista Atilio Borón, “fue una de las principales asesoras del vicepresidente Dick Cheney (el amante de las torturas a los prisioneros en cárceles secretas), y ferviente promotora de la invasión y ocupación de Irak. En su segundo mandato el presidente George W. Bush la premió por su beligerancia y la designó embajadora ante la OTAN entre los años 2005 y 2008, tiempo en el cual se dedicó a organizar el apoyo internacional a la ocupación estadounidense en Afganistán.”

Barack Obama no la desestimó tampoco, y en 2013 la  nombró Secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, y activa agente en Ucrania. Joe Biden, por su parte, le otorgó el cargo nada despreciable de Subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado.

Como se comprende, una “artista excepcional” de larga data, y con el gusto de preferir la brocha gorda a la hora de sus trazos, aún con los correspondientes e inevitables embarres que ello supone.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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