Los lazos musicales entre Cuba y los Estados Unidos se pueden situar en el ya lejano 1947, cuando el percusionista Chano Pozo interpretó el clásico Manteca en el Carnegie Hall, de Nueva York. Fue ese el nacimiento de un género musical que hoy se conoce como Latin Jazz.
Uno de los precursores de esa pasión por el jazz en la Mayor de las Antillas es, sin dudas, el pianista, arreglista y compositor de formación autodidacta Felipe Dulzaides Badía (1917-1991), uno de los fundadores del Festival Jazz Plaza, a quien se debe la formación de músicos que luego integraron bandas como Irakere, Van Van y el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC.
Por iniciativa de Dulzaides se presentaron en el bar Elegante del Hotel Riviera figuras imprescindibles, como el compositor y guitarrista Sergio Vitier, el también guitarrista Jorge Luis Valdés Chicoy, el contrabajista Carlos Quintero y el saxofonista Javier Zalva.
Otra figura ineludible para la historia del jazz latino fue el pianista cubano Emiliano Salvador (1951-1992), quien falleció tempranamente, a los 40 años, pero está considerado un genio de la música cubana.
LA CUNA DEL JAZZ PLAZA
Deudor del legado que dejó Dulzaides es el maestro Bobby Carcassés, conocido como el showman de Cuba. A Carcassés se debe la realización, cada año, del Festival Jazz Plaza, evento que nació en 1979, en el teatro de la Casa de la Cultura de Plaza. Aunque se concibió como un espacio para descargar, hoy ha devenido uno de los eventos que más ha contribuido a la visualización de la música cubana en todo el orbe.
La edición 33 del Festival Internacional Jazz Plaza se desarrollará esta vez entre el 16 y el 21 de enero de 2018 y tendrá su segunda jornada en Santiago de Cuba, en el Iris Jazz Club, una institución que vio la luz por idea del escultor santiaguero Alberto Lescay Merencio. Otras sedes serán el Teatro Martí, la Plaza Dolores y el patio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En la heroica ciudad el género musical se fusionó con el son, el bolero y la trova tradicional cubana. Por eso, hoy Santiago ha devenido otra plaza jazzística fuerte, gracias al encuentro Amigos del Jazz, organizado por el músico Rodulfo Vaillant, presidente de la UNEAC, en ese territorio oriental.
Dos generaciones de pianistas cubanos integran el Comité Organizador de la cita. En primer lugar se encuentra el maestro Chucho Valdés y le sigue los pasos el joven jazzista Roberto Fonseca, cuyo fonograma ABUC (Montuno Productions de Barcelona) fue seleccionado, en 2016, como uno de los diez mejores álbumes latinos de los prestigiosos premios Billboard.
Fonseca actuará en Santiago de Cuba junto a importantes músicos como Ted Nash, Bobby Carcassés, Yasek Manzano, Omara Portuondo, el Cuarteto de Saxofones Arci de Pinar del Río, Xulema Iglesias, Carlos Miyares, Albertico Lescay, Akana, Iván Acosta y de Cuba Somos, Shuffle Demons, de Canadá, y la Steel Band del Cobre.
El día de la apertura de Jazz Plaza quedará inaugurada una exposición personal del artista de la plástica Jesús Nodarse en el Teatro Nacional de Cuba. El 17 de enero, Nodarse inaugurará otra muestra en la Casa de la Cultura de Plaza.
A esa sedes habaneras se sumarán otras habituales como el Teatro Mella y sus Jardines; la Sala Abelardo Estorino, del Ministerio de Cultura; el Pabellón Cuba; el Corredor del cine Yara y Fábrica de Arte Cubano, que nuevamente acogerá el coloquio teórico.
Otras subsedes del evento son los Hoteles Sevilla, Copacabana, Hotel Nacional de Cuba, el Jazz Club La Zorra y el Cuervo y el Jazz Café.
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