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martes, 1 de octubre de 2024

La esencia de mi vida es brindar siempre lo mejor de mí

La cantante cubana Ivette Cepeda es fiel a su público y promete en su nuevo disco estar más cerca de él…

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 11/05/2015
1 comentarios

Se define como una persona tímida… Sin embargo, eligió el magisterio, aunque ello implicara estar frente a un auditórium con más de 20 personas. Luego de 14 años, cambió el rumbo y, ante muchos más, prefirió cantar y, más que eso, volcar todo su sentir. ¿Cómo puede superar su timidez? ¿Cómo triunfa en cada interpretación?

“Porque me llena mucho conectarme con la gente, comunicar lo que siento. Lo logré siendo maestra y fui muy feliz porque tuve la vocación de esa profesión. En una escuela primaria y luego en la Universidad de Ciencias Pedagógicas, siempre quise disfrutar esa oportunidad, porque, sin dudas, ser maestro es una oportunidad inmensa. Se tiene delante la posibilidad de pulirse como ser humano, de enriquecerse todos los días, de tener cerca la ternura y derrocharla también.

”Como cantante le regalo cosas lindas a la gente, lo que siento y lo que ellos sienten se funden en una sola cosa y es maravilloso… Me he convertido en una persona con una familia grandísima, y se lo debo a la música”.

—¿Por qué no “conectarse” también con las personas desde la composición?

—¡No, qué va! (sonríe). Mis temas apenas viven cinco segundos. Hay gente que escribe muy bien, ¿cómo darle cabida a lo que compongo yo que ni he estudiado música. ¿Cómo voy a usurpar el lugar de gente que se lo merece?

“Prefiero cantar lo que otros me propongan y, sobre todo, de quienes no son muy conocidos, porque por algún tema tienen que empezar. A mí me gusta escuchar a todo el mundo y siempre agradezco las canciones que me llegan. Ofrezco disculpas a quienes me entregan temas y yo considero que no es el momento para interpretarlo, pero aún así las escucho todas.

Ahí está Alcé mi voz, de Roly Rivero, mi amigo. El título era Guaguancó en silencio y le propuse cambiarlo. Estuve cinco años para sacar esa canción, pero todo ha sido muy bueno con ese tema. Está también la canción que nombra mi último disco, País, de María Laura Rivas y Adianez Perera. Sigo apostando por José Luis Beltrán pero todos los días escucho canciones de gente nueva y a todos les daré respuesta. Eso sí, si una canción no despierta en mí algo, alguna vibración, casi seguro que no la hago”.

—¿Casi?

Bueno sí, casi. No puedo ser absoluta porque, por ejemplo, cuando trabajé en cruceros debía complacer al público, y a veces solicitaban temas que nada tenían que ver conmigo y yo los interpretaba. Lo asumo entonces como un reto y como parte del oficio, lo haces y te da disciplina, porque toda canción es un reto. Sobre todo, respetas al público y eso vale mucho, porque no solo es importante que te respetes como artista sino también que respetes al público, que es a quien te debes.

“Con ese tipo de experiencias me han pasado cosas increíbles. Con Manguaré cantaba Amarra’o con P, y santiguaba a la gente con las maracas en el público. ¿Te imaginas?  Todo el mundo se reía y nada tenía que ver conmigo. En los conciertos me piden canciones de Bocelli, y así pasa.

”No hay un concierto en el que no me pidan una canción de Joaquín Sabina, por ejemplo, y lo hago a gusto porque son geniales. Es un punto de mi repertorio que quiero mucho.

”Si quieres que sea más absoluta, puedo decirte, digamos, que yo nunca he cantado ni cantaré A mi manera, porque es muy difícil, y ya vez, es un éxito rotundo”.

—Un éxito también ha sido siempre Tal vez, de Juan Formell. Él confesó que en tu voz había tenido la mejor versión…

—Hablar de él ahora que no está se hace difícil. Coincido con su hijo cuando dice que Juanito sigue vivo, y por eso le diría una vez más ¡Gracias!, porque ese tema lo canté muchas veces cuando comencé como solista en el Cohíba con la Orquesta Habana Jazz Band. Ciertamente, yo no hice más de lo que ves en la interpretación porque la autoría es de Formell, y sin el arreglo de Beltrán no hubiera salido así. Yo no hice nada más que ser consecuente con ellos. Al final, es de las que más le ha gustado al público.

—Igual ha sucedido con la de Toni Pinelli.

Tú eres la música que tengo que cantar. La gente me la pide mucho y la entrego con el alma aunque ya el concierto haya terminado. A mí también me despierta cosas hermosas ese tema.

—Sé que aunque tengas la voz ronca, no te detienes…

—¿Sabes cuántas clases di con la voz ronca? Trabajaba con economía de palabras y con inflexiones precisas para que no se durmieran los alumnos. Yo he tragado mucha tiza y, en un momento determinado puedo quedarme ronca, estoy preparada para eso. No creas, eso también tiene su encanto. Se da más con menos. No me molestaría trabajar así. Si pierdo la voz que sea por el desgaste del tiempo, no por enfermedad.

Estaciones, Miracle, País… Todos tus discos tienen un denominador común pero traen diferencias…

Me gustan las propuestas de Beltrán y de otros. El jazz, la música brasileña, la trova… ahí está la justificación de mis discos.

“Estoy preparando otro disco. Estamos en el proceso de mentalizarlo todo, eligiendo canciones. Vamos encaminados a trabajar con autores cubanos, textos lindos, con mensajes. Ese buen sabor de la vida, como en la mesa, no queremos perderlo. No descarto la posibilidad de hacer dúos y sería la primera vez. Realmente, no quiero dar detalles porque quiero venir con todo establecido. El álbum tendrá sonoridades variadas pero quiero que sea más íntimo, para que la gente lo escuche en soledad, para estar más cerca del público que me sigue.

”Puede que algunos de los temas que se incluyan, una vez que los prepare, se escuchen en mis presentaciones habituales los viernes en el Hotel Telégrafo, a partir de las 9:00 pm y en el verano, y cuando comencemos en un espacio nuevo en los Jardines de Tropicana para descargar”.

—¿Por qué te ausentas tanto de los medios? Se te extraña…

—No me pierdo por gusto, es que tengo mucho trabajo con el grupo Reflexión, que siempre me acompaña. Mis días comienzan a las 5:45 de la mañana: despierto a mi hijo que a sus 14 años, estudiante de ballet, sigue siendo mi pequeño. Hago ejercicios, las cosas de la casa que me relajan tanto y, en medio de todo el trabajo musical que siempre tengo, cocino, que es lo que más me gusta hacer. Cantar y cocinar, esas son mis pasiones…

—¿Qué esperas de la vida?

—Pasar, simplemente pasar… como todos, hasta que lleguemos al otro mundo.

“No dejaré de hacer cosas lindas por los demás, querer, dejarme querer. No pensar que tengo la razón en todo, saber escuchar…; aprender de los demás, brindar lo mejor de mí en cada instante es la esencia de mi vida”.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 1 comentarios


Paloma
 11/5/15 9:52

Lo que más admiro y disfruto de esta intérprete es su sello que la distingue de otras grandes cantantes cubanas, también el cuidadoso repertorio que atesora en donde, por supuesto, lo mejor de la cancionística nuestra está presente. No puedo dejar a un lado el magnífico acompañamiento musical que la privilegia, donde maestros de sus respectivos instrumentos hacen gala a su voz; no creo que imite a nadie, pero cuando la escucho entonces está presente nuestra Elena Burke, una de mis preferidas. En fin, le deseo a esta cubana de pura cepa, LO MEJOR, QUE EL ÉXITO SIEMPRE LA ACOMPAÑE APRA ASÍ PODER DISFRUTAR DE ESOS MOMENTOS QUE ELLA NOS ENTREGA EN CADA PRESENTACIÓN. Aunque tarde la felicito por el Día de las Madres...

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