Si se detiene el tiempo, no pararía de trabajar

“Siempre estoy trabajando, y la verdad es que el día que no pueda hacerlo tal cual lo hago ahora, no sabré qué hacer. Fíjate que este año hemos realizado más de 80 conciertos en el país porque nos encanta la carretera y los escenarios, y dos en Estados Unidos, con muy buena acogida. En el 2016 celebraremos 15 años de trabajo, y ha sido sin parar”.

Y David Blanco me cuenta de su nuevo disco, aún en proceso de producción, de la banda sonora de una telenovela cubana a su cargo, de videoclips, de conciertos promocionales…

“No es la primera vez que me encargan la música de una telenovela, pero sí es la primera vez en Cuba. La sal del paraíso gustará mucho por las temáticas que aborda, y a mí me ha gustado mucho componer junto a mi hermano Ernesto las canciones que identifican la novela, los personajes, todo. Como el avestruz es el tema musical de la novela, lo hemos tocado ya en algunos conciertos.

”Trabajar por encargo te resta libertad porque a un músico siempre le satisface hacer lo suyo directamente desde el corazón, pero no creas, he tenido bastante libertad de creación en este trabajo, que lo tendremos en pantalla en el verano próximo.

”También estoy inmerso en un proyecto para cine con mi música, con la directora Marilyn Solaya. Y eso me vincula más a la campaña Únete, junto a otros músicos, contra la violencia a niñas y mujeres. Dos de cada tres mujeres en el mundo son víctimas de la violencia, y una de cada tres, de la sexual y doméstica. Hablamos sobre el tema en las giras, hacemos charlas y el proyecto se mantiene porque tengo que hacer todo lo que pueda para que no sigan sucediendo estas cosas”.

—¿Cómo está tu Vida libre?

—Ese es un disco que nos ha llevado más de dos años, porque nos gusta tomarnos el tiempo que haga falta para que todo salga bien. Traigo un sonido ochentero, esa época se repite en nuestra contemporaneidad, y hay una mezcla de pop, rock y música cubana, que es lo siempre defiendo. Vida libre también tiene olor a rumba, a son, a chachachá.

“El grabador y coproductor ha sido Luis Durán, y nos quedan videoclips por hacer. Hasta ahora solo hemos presentado el de Tu recuerdo. De todos modos, hemos estado probando con el público algunos de esos temas para saber si van gustando, y algunos están incluidos además en la banda sonora de La sal del paraíso”.

—Serás reconocido como hijo adoptivo de Bejucal. ¿Cuán fuertes son los vínculos con este territorio?

—Mi padre es de Bejucal, mi primo, mi tío. Pero la condición me la entregarán, y a Israel Rojas también, por el vínculo afectivo y laboral que hemos mantenido con esa tierra. Nos presentamos varias veces al año allí, puedo anunciar desde ya el concierto del 24 de diciembre, en Bejucal, y es habitual entonces que el cariño se reciproque. Me alegra mucho.

—¿Deudas contigo mismo?

—Tengo muchos planes.. Terminar el disco, claro. Hacer más videoclips. Tenemos un concierto pendiente en el Gran Teatro de La Habana, en el que pretendo trabajar más la música de concierto, con una orquesta sinfónica.

“Queda pendiente también terminar de editar el DVD de un concierto que hicimos en el Karl Marx con X Alfonso, Síntesis, Mayito Rivera, Paulo FG, mi hermano, y otros invitados.

”Empezaremos el 2016 con conciertos programados en el interior del país, y confío en que podamos mantener el espacio habitual de los sábados alternos en el Bertolt Brecht. Pensamos además en un gran concierto en La Habana en el inicio del nuevo año.

—Si paramos el tiempo, como dice una de tus canciones…

—Que sirva para arreglar lo que está mal… y volver a empezar, nunca parar de trabajar. Esa es mi filosofía de vida.