Se ensayan nuevas maneras de producir la televisión cubana

A raíz del proceso de reorientación económica y social, que vive el país como resultado del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, el Estado cubano propuso, en el año 2013, analizar las problemáticas más acuciantes para el sector de la cultura y, en especial, del universo audiovisual.

Entre las mayores preocupaciones de los creadores cubanos se encuentra el tema de la representación artística para la realización de una obra, léase video clip, video arte, making of, documental, corto y largometraje de ficción.

Una de las entidades encargadas de representar legalmente a los creadores nacionales es  RTV Comercial, empresa comercializadora de productos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Actualmente, por ese servicio de representación la institución cobra un porcentaje y, además, los realizadores deben pagar impuestos a la Oficina Nacional de Administración Tributaria.

NUEVAS ESTRATEGIAS PRODUCTIVAS

Acerca de las estrategias que se aplican en Cuba para dinamizar las formas productivas de la televisión e incrementar la calidad de las propuestas que hoy se transmiten, explicó algunos detalles Waldo Ramírez de la Rivera, Director General de la Televisión, en una de las sesiones finales de la 16ta. Muestra Joven ICAIC.

En ese encuentro con jóvenes realizadores se recordó cómo en 2016, por Acuerdo No. 7938 del Consejo de Ministros vio la luz la Resolución No. 22, que autoriza la entrega de financiamiento, por parte del Ministerio de Cultura, a proyectos culturales, sin fines comerciales, que serán ejecutados por escritores, artistas y grupos de creadores.

A partir de esa Resolución, el Presidente del ICRT, en el ejercicio de las facultades que le están conferidas, aprobó la Resolución No. 99/2016 que regula el procedimiento para la asignación de financiamiento a los artistas  tanto de la radio como de la televisión.

Ramírez de la Rivera aclaró que aunque esos fondos públicos estén libres de impuestos serán auditables por una institución pues no se puede perder de vista el control de lo que se hace desde la perspectiva financiera.

El Director General de la Televisión aseguró que actualmente se encuentra en fase de análisis la Resolución No. 99 y la presidencia del ICRT está buscando la vía legal para implementarla.

Por otra parte, ya se han comenzado a ensayar nuevas maneras de producir la televisión en Cuba –de conjunto con la Empresa RTV Comercial–, que han colocado en pantalla productos de mejor factura estética y que defiendan la cultura cubana como son las series: UNO, De amores y esperanzas, LCB. La otra guerra, los programas Hábitat, las galas de los premios Lucas y mega producciones como Sonando en Cuba y Bailando en Cuba.

Por esa vía se realizan actualmente otros programas como: La liga juvenil de la neurona y algunas producciones del Canal Clave. Además, está previsto grabar con RTV Comercial un espacio de participación que se podrá ver durante la programación de verano.

Según declaró Waldo: “Lo más importante es contribuir, desde el medio televisivo, a formar cada vez más espectadores críticos, analíticos, a sembrar en ellos los valores de nuestro sistema social”.

Ramírez de la Rivera dijo que la televisión debe seguir financiando algunos programas donde sea posible mantener un mayor control de sus flujos productivos, por su habitualidad y formatos, como son los espacios informativos y otros que se realizan en vivo.

Mientras tanto, RTV Comercial será la encargada de producir los programas más costosos, siempre que desde el ICRT se pauten los contenidos que le interesan a la institución y el realizador entregue el paquete de programas en la fecha acordada. 

“Eso  nos permite oxigenar los sistemas productivos de la televisión y elevar la visualidad de esos nuevos productos porque los realizadores tienen a su disposición otros recursos que están en manos de productores independientes, pero que tienen la voluntad de trabajar con el ICRT por esta vía”, señaló.

Reconoció que se deben socializar más todas estas informaciones a partir de nuevos espacios de comunicación, lo cual se hará en la medida en que se vayan definiendo más los perfiles de los canales de televisión y logren alcanzar una mayor autonomía. Para ello –apuntó–, se debe modificar, también, la estructura de la Dirección de Programación y Contenidos del ICRT. 

Ramírez de la Rivera advirtió que para todos esos procesos a los cuales está abocada la televisión cubana resulta muy importante motivar a los recién graduados de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), para que vayan a trabajar a los medios tradicionales y aporten los conocimientos adquiridos en la Universidad, hecho que debe partir de una futura modificación de los planes de estudio en esa carrera, hoy más enfocada hacia el cine.

“Necesitamos ese oxígeno nuevo y que los jóvenes entren con un mayor sentido de pertenencia a la televisión cubana la cual responde al modelo de servicio público de comunicación abierta”, alertó.

Justo cuando la televisión en Cuba transita hacia un cercano apagón analógico, en el próximo lustro, debe pensarse en cómo facilitar la distribución de los productos audiovisuales, por muchas vías, y con la conciencia de que se debe trabajar con visón de multimedios.