Rosa de los Vientos “a lo cubano”

En la esquina de San Lázaro y Campanario, en Centro Habana, lo primero que despierta la curiosidad es el colorido. NO solo el que exhibe la gigantesca Rosa de los Vientos que, de manera tridimensional, ocupa un área de esta esquina, sino también el “reflejo” de esa pieza en las paredes del edificio que, detrás, lo agradece.

Esa interacción entre la pared y la escultura, ese diálogo desde diferentes ángulos y reitero, sobre todo, el colorido, en medio de un contexto lamentablemente caracterizado por los colores sepias y vetustos de inmuebles antiguos, no escapa de la mirada sorprendida de quienes transitan, a pie o en cualquier medio de transporte, por el entorno.

Es la huella que, por primera vez en Cuba, ha marcado Okuda San Miguel, pintor, escultor y diseñador nacido en Santander y radicado en Madrid, reconocido a nivel internacional por sus obras de gran formato, en las que confluyen figuras fragmentadas en formas geométricas y excesivo colorido.

Él mismo, colores todos en su vestuario e indumentaria “porque vivo la moda desde dentro, a mi manera. El arte empieza por uno mismo, mi imagen es lo primero que la gente ve de mí y eso es importante”.

Siendo la primera vez que realiza una obra conjunta con estas características, y siendo La Habana el lugar escogido para ello, destaca el interés de Okuna por propiciar la retroalimentación cultural en la calle, como lo ha hecho en múltiples ocasiones, teniendo en cuenta que sus piezas pueden encontrarse en calles de todo el mundo, además de que también muestre obras en galerías.

Insertado en el proyecto Detrás del Muro en esta XIII Bienal de La Habana, Okuna interactúa con el público de una manera sensible. “Este tipo de pieza es uno de mis planteamientos más abstractos y espirituales porque habitualmente mis trabajos hablan sobre la libertad, el existencialismo, la comunicación y el diálogo entre el pasado y el futuro. Los críticos de arte han catalogado mi estilo como surrealismo pop, con influencias del arte urbano, algo así, y yo prefiero reflexionar.

“Esta Rosa de los Vientos, confeccionada con fibra de vidrio con metal dentro, no solo tiene norte, sur, este y oeste, sino que plantea una infinidad de caminos. Cada cual puede elegir el suyo.

“Con tres grúas y 500 botes de pintura logré intervenir las paredes del edificio, y estoy complacido con ello. Algún que otro día fue caótico y estresante porque te rodea la gente y te hacen preguntas, y no puedes trabajar. Pero en definitiva, eso también es genial porque lo mejor de Cuba son los cubanos, y muchos quisieron colaborar”.

En 2016 ya Okuna figuraba en la lista de artistas internacionales más reconocidos según la guía de arte urbano de la revista Graffiti Art, y según la revista online Widewalls, es uno de los artistas más conocidos del mundo. Su interés por mantener un discurso estético universal lo llevará a otras latitudes después de su presencia en la capital cubana.

“Preparo cuadros nuevos porque inauguro en San Francisco el día 26 de abril una exposición. Luego viajo a Perú para realizar un mural de grandes dimensiones, después estaré en Ibiza, en Las Vegas…tengo mucho trabajo".

“Es la primera vez que además me planteo mi primera experiencia en 3D en el entorno de la música electrónica. Estoy vinculado a una de las compañías más importantes de este género y vamos a realizar 15 fiestas. Haré el stage del que saldrá todo, y basado en el cuadro El Jardín de las delicias, del pintor neerlandés Jheronimus Bosch (El Bosco)"