Nueva temporada de un Guajiro Natural (+Video)

¿Cómo hacer la música de Polo Montañez sin Polo Montañez? ¿A golpe de recuerdo y añoranza? ¿Desempolvando cada palabra del músico, cada profecía, imitando su manera de hacer y vivir la música cubana? Esa pudo ser la primera apuesta de una agrupación que acaba de inscribirse en el fonograma internacional con un éxito rotundo, y podía haberse despedido del éxito con la misma efervescencia ante la muerte repentina de su líder.

Y, sin dudas, la primera entrega de aquellos seguidores se sentía marcada por la pérdida. De tal modo que “Cuestión de suerte” apenas logró la curiosidad de los fanáticos del Guajiro. Tampoco logró situarse en el gusto popular su siguiente: “Sueños nada más” la pegada indiscutible del poeta montuno era solo una estrella que bien amenazó con esparcir sombra sobre sus imitadores.

El pinareño que desafió todos los dogmas de la industria musical, que alcanzó el éxito y la simpatía de jóvenes y viejos a punto de talento, parecía haber dado un adiós, sino definitivo, irreversible. La música cubana estaba de luto por una de las figuras más auténticas que le había sido revelada en el nuevo siglo.

La frescura conque Polo nos ofertaba sones, guajiras y boleros había marcado una pauta en nuestro pentagrama. Muchos especialistas de la radio y de la televisión se preguntaban: ¿Asistiríamos nuevamente a un fenómeno musical como lo fue este cincuentón carismático?

Sin embargo, pasado el luto necesario, “Polo Montañez” vuelve a interpretar temas muy amados por el pueblo. En las emisoras del país se anunció otra vez junto a piezas como: Sombra Loca y Sendero Triste. Y cuando uno sintonizaba bien la radio se daba cuenta de que no era precisamente el Guajiro Natural el que cantaba, pero aquella sincronía de voces, le hacía justicia.

El año 2015 develó las claves de esta nueva entrega, Amaury Romero Borrego, director del grupo, así se manifestó. Al estreno del disco titulado “Regreso” declaró que se sentían todos “muy satisfechos porque ha sido un trabajo muy pensado, que quiere llegar al público que acompañó a Polo. De hecho, el grupo ahora suena más parecido a la sonoridad que Polo logró, y en eso tiene mucho que ver el hecho de que las voces que hacen coro, Gladys y Luisito, fueron los que se iniciaron junto a Polo”.

Se trataba, específicamente, de 14 canciones que intentaban rescatar la cadencia y sonoridad del “viejo amigo” sin caer en la imitación o la redundancia de su estilo. El CD incluyó, además, temas que surgieron de la lira de los músicos de la “nueva agrupación”.

Sonido de violín, tres, cuerdas… tal como lo perpetúo el autor de “Un montón de estrellas”, pero con algunos condimentos de percusión. Temas novedosos sin perder la esencia guajira, y la peculiar interpretación de un solista (Yoslenis Chirino) que rinde homenaje a Polo Montañez sin la fanfarronería de medirse con su precedente.

Por este camino transitan hoy Pedro Morales, Luis Romero, Lourdes Romero y Yoslenis Chirino y Gladys Pérez, voz segunda de Polo Montañez. Aun cuando las piezas tan queridas para Cuba como “Un montón de estrellas” y “Flor Pálida” revientan listas en las voces de Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony, el resurgido “Polo Montañez” rescata esos éxitos en su repertorio con el mayor desenfado, y se hace escuchar por el heterogéneo y multitudinario público de su autor original.

El periodista Pedro de la Hoz develó estos testimonios del poeta cantor:

“Debo explicar que yo soy de los jóvenes de los 60, y en el monte pinareño se escuchaba mucho a la radio. Y por la radio, en programas como Nocturno, de Radio Progreso, que era lo que oíamos noche tras noche como la mayor posibilidad de entretenimiento, comenzaban a darse a conocer cantantes españoles e italianos, de lo que se llama la onda pop, y yo tenía una facilidad tremenda para aprenderme esas canciones”.

Afirma el propio De la Hoz que “no deja de ser arriesgada la empresa del grupo Polo Montañez. Sin Polo, ya se sabe, no es lo mismo y ahí están los fantasmas de lo que sucedió con la Banda del Benny sin el Benny. No obstante, la formación del guajiro parece, al fin, haber respirado nuevos aires con el lanzamiento de un disco y el replanteo de sus presentaciones en vivo”.

De este modo, pareciera que un regalo en el cumpleaños de un niño grandioso de la música cubana pudiera ser su regreso a los grandes escenarios de donde lo abdujo la eternidad.