Cuán grato es advertir que la concepción de festividad de un evento no solo se circunscribe al marco fechado de su realización, más cuando las razones que lo han marcado en su histórica trayectoria significa una irrenunciable conquista cultural en nuestro contexto. Es así que la pronta presentación en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba de Los Ballet de Monte Carlo, como parte de la programación de la Feria Internacional Cubadisco 2025, recupera las funciones de la importante compañía europea dentro del pasado 28 Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso”.
Ahora se ha escogido la pieza Core Meu (“Mi Corazón”), del coreógrafo y director artístico de la compañía Jean-Christophe Maillot, que acopla en escena danza y la música en vivo de Antonio Castrignanó y Taranta Sounds. Core Meu, evocación del trance y sacrificio, se ambienta en la región de Apulia, a orillas del mar Mediterráneo y es una genuina celebración que mixtura ritmos, bailes, danzas y sonoridades del sur italiano, a través de la tarantela, con referencias estilísticas del baile en puntas, propias de la danza académica.
A diez años de su anterior visita a nuestro país, durante la clausura en 2015 del 16 Festival Internacional de Teatro de La Habana, pudimos apreciar Cenicienta (Premio Villanueva de la Crítica cubana en 2015), también en versión de Maillot. Ballet que resumía la reputación de antropólogo coreográfico del artista. Si en aquel momento revisitaba el mito de Cenicienta y ofrecía una particular reflexión sobre el valor de la memoria en el reordenamiento del presente y del futuro; y cómo el tan llevado y traído tema del príncipe que se casa con la plebeya, ensanchaba su entramado para sobrepasar esperanzas y decepciones, sueños y batallas. Maillot fue más lejos, prefirió adentrase en el funcionamiento emocional que crean los mecanismos instintivos del añoso cuento atemporal para asociarlo a preocupaciones que circundan la vida de mujeres y hombres de estos tiempos. Quizás ahora en 2025 con Core Meu, el coreógrafo urde desde su exquisito savoir faire y elegante modo de poner en escena el cuerpo danzante de su troupe junto al poder activo de la música, del bullicio y el sonar, que tanto le sedujera como ambiente casi natural de la vida citadina habanera.
En 2015, acompañados por Su Alteza Real (S.A.R) La Princesa de Hannover, la estancia de Los Ballets de Monte Carlo fue oportuna para mostrarles los caminos formativos y de la creación cubana en la danza. Encuentros con artistas y estudiantes de ballet y danza, con la prima ballerina assoluta Alicia Alonso en la sede del Ballet Nacional de Cuba, donde quienes hoy lideran la compañía pudieron compartir en clases y ensayos el quehacer cotidiano. Sin duda alguna, el debut en escenario cubano de la importante compañía y la agenda desplegada fue un suceso extraordinario.
Al presente, recibir Los Ballets de Monte Carlo en este mayo habanero 2025, posibilita la reactivación de conexiones y festividades por los cuarenta años de fundada la compañía en 1985 por la voluntad de S.A.R. La Princesa de Hannover, extendiendo un puente de continuidades y, también, de aperturas. Inspiración en los Ballets Rusos que con Serge Diaghilev al mando, se erigiera estandarte en la reinvención de la danza académica del pasado siglo XX, hoy la compañía se registra dentro de las mejores voces de la historia del arte coreográfico.
Los Ballets de Monte Carlo asumen como inspiración la impronta de los Ballets Rusos de Serge Diaghilev y su reinvención de la danza académica del pasado siglo XX.
En 1993, Jean-Christophe Maillot fue nombrado director y coreógrafo. Él ha producido por más de treinta años, un fértil diálogo entre tradición e innovación. Sus propias creaciones originales y el aporte de cardinales maestros internacionales singularizan el repertorio activo de la compañía. De los establecidos Lucinda Childs, William Forsythe, Jiry Kylian, Nacho Duato a otros ya imprescindibles: Sidi Larbi Cherkaoui, Marco Goecke, Shen Wei, Alexander Ekman o Emio Greco. Conserva así, aquel espacio privilegiado de creación y expresión en franco desarrollo.
Tal como anotara S.A.R: “La práctica de la danza en Mónaco solo tiene sentido como tradición en la modernidad. No es nostalgia por un pasado revolucionador. Es, en sí misma, vigilia y escucha de formas más renovadoras”. Una ojeada al repertorio y posicionamiento mundial de Los Ballets de Monte Carlo, no hay dudas en la aseveración de la princesa. Conformado por cincuenta bailarines de una veintena de países; el elocuente simbolismo, la naturalidad expresiva y la contemporaneidad discursiva en los modos de asumir la danza, distinguen las presentaciones y proyección artística del conjunto.
Core Meu, será esa avizorada celebración eufórica de la danza que podremos revivir gracias a la colaboración del comité organizador del Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso” y la Feria Internacional Cubadisco. Desde ya, sospecho que en las funciones (viernes 16 y el sábado 17 a las 7:00 de la noche y el domingo 18, a las 5:00 de la tarde) de la pieza de Jean-Christophe Maillot, música, iluminación, escenografía, vestuario, se complicitan en una puesta en acción donde la grafía del movimiento y la reestructuración espacial crean un mundo paralelo y, al mismo tiempo, amplio, multiplicador, ilimitado de la música. Esperanza, confianza, utopías y certezas se dan la mano desde la reinvención del legado de la técnica académica y las relaciones proxémicas que se crea entre ella y la sonoridad.
Coexiste en el hacer coreográfico de Los Ballets de Monte Carlo, la intención manifiesta y confiable del trabajo en equipo. Figuran en sus producciones coreográficas, el diálogo con artistas visuales relevantes: George Condo, Ernest Pignon-Ernest, Philippe Favier, Dominique Drillot; con creadores de vestuario como el recordado Karl Lagerfeld, Philippe Guillotel y Jérôme Kaplan; al tanto de las complicidades entre las nuevas tecnologías y la danza, los fotógrafos y videastas Ange Leccia y Gilles Delmas, están en obras de la compañía. Al tiempo que compositores como Yan Maresz, Andrea Cera, Ivan Fedele, Ramon Lazkano, Martin Matalon, Gérard Pesson, Marc Ducret, Daniel Teruggi, o Antonio Castrignanó y Taranta Sounds, intervienen las constantes búsquedas coreográficas de Maillot.
Una amplia y diversa producción coreográfica sitúan a Jean-Christophe Maillot dentro de los autores contemporáneos más relevante del panorama de la danza actual. Su investigación personal comprende una suerte de “lenguaje distinto” en la danza académica, desde la reformulación de las sagas clásicas a la reinvención de temas y formas abstractas. Su gestión directiva al frente de Los Ballets de Monte Carlo, le ha otorgado a la compañía un importante perfeccionamiento. Aclamada en los más importantes circuitos teatrales del mundo, está abierta al intercambio con las maneras más diversas de entender el arte de la escritura coreográfica en el Siglo XXI. Junto a la Academia de la Princesa Grace de Mónaco y el Foro de Danza, el innovar constante participa en la reputación cultural internacional y la influencia artística del Principado.
Para el público cubano, amador y acompañante exigente del arte balletístico y de sus conquistas más certeras, recibir nuevamente la visita de Los Ballets de Monte Carlo bajo de presidencia de S.A.R La Princesa de Hannover y disfrutar de Core Meu como propuesta de la Feria Internacional Cubadisco 2025, seguirá siendo goce excepcional.
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