Lo que un merengue en la puerta de un colegio (+ Tráiler)

No es la primera vez que un hombre se encuentra una bolsa de dinero en su camino. Y no es la primera vez que el supuesto privilegiado decide coger el maná que cae del cielo sin hacer demasiadas averiguaciones sobre a quién le pertenecía. Reconozcámoslo, la tentación es grande. Pero No Country For Old Men, Millions, A Simple Plan han enseñado que la paz de quien se apropia de este tipo de riqueza que aparece de la nada, dura lo que un merengue en la puerta de un colegio.

Good people, un thriller que se desarrolla en las partes menos elegantes de Londres –con lo cual muestra una belleza arisca, que encaja y define al filme- trata sobre un matrimonio, James Franco (Oz: Un mundo de fantasía) y Kate Hudson (Algo prestado), que un día encuentran 200 mil libras en el sótano de su casa, el cual solían alquilar. A partir del momento en que deciden coger este dinero, su vida no hará otra cosa que complicarse.

Inicialmente Kate Hudson (Anna) le comenta a su esposo: "No sabemos de dónde vienen estos billetes. Pudiera ser dinero malo”. A lo que James Franco (Tom), responde: “El dinero no es malo. Las personas son las que lo hacen así”. Deciden entonces quedarse con la riqueza. El silogismo lleva implícito que se consideran a sí mismos buenas personas.

Tan buenas como para mentirle al detective de la policía (Tom Wilkinson) cuando les pregunta por las 200 mil libras. Tan buenas como engañar y hasta matar a cuanto delincuente quiera quitarles su recién obtenidotesoro. Porque la película muestra, contrario a lo verosímil o tan siquiera más probable, como este matrimonio deja de estar constituido por personas comunes, normales, para convertirse en asesinos de dos bandas distintas de narcotraficantes, a los cuales lanzan hacia palos puntiagudos, o les disparan clavos en el entrecejo. Nada mal para un par de buenas personas.

Una lástima ver como uno de estos narcotraficantes es Omar Sy –el francés de inmensa sonrisa que brilló con Los Intocables-. Incluso su carisma zozobra debido a lo poco coherente de su personaje (¿de verdad un jefe de un imperio de narcotráfico se toma el trabajo de luchar en persona contra un par de diletantes?).

Quizás sea por esto que Omar Sy, como James Franco, Kate Hudson, y Wilkinson abordan sus papeles con su acostumbrada eficiencia profesional, pero con una intencional actuación de bajo perfil. Todos ellos están perfectamente bien, pero ninguno se muestra excepcional. De esta manera, GoodPeople  es involuntariamente irónica. Es una película sobre un matrimonio que asume un riesgo importante, pero se hace de una manera que no implica tomar riesgos de ningún tipo.

Ni siquiera el guionista, Kelly Masterson, se arriesgó demasiado: Good people es una adaptación de una novela de Marcus Sakey en la que Materson, después de establecer todos estos personajes y hebras narrativas, trabajó obstinadamente para trenzarlos juntos, tal como lo hizo en el guión deAntes que El Diablo sepa que has muerto.

Así, esta película del director danés Henrik Ruben Genz resulta simplista -apenas lo suficientemente bien trazada para mantener el interés- y se conforma con mantener el suspenso en el mínimo: la pregunta más sustancial del filme es cuánto tiempo tomará a las buenas personas derrotar a los mafiosos.