domingo, 29 de septiembre de 2024

Anette Delgado: la cubanía por encima de todo (+Fotos)

Impecable en interpretación, técnica y estilo, Cubahora conversó en exclusiva con la primera bailarina Anette Delgado...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 17/10/2014
13 comentarios
Anette Delgado
Anette Delgado, primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba.

PLASMAR SUEÑOS EN ESCENA

Muchos han sido los lauros obtenidos por la primera bailarina Anette Delgado, desde su etapa de estudiante, cuando recibió medalla de oro y premio a la mejor pareja en el Primer Concurso Internacional de Escuelas de Ballet, en 1995; y, en el 96, años de su graduación, repitió el oro en ese certamen y, además, el Premio Especial a la Mejor Técnica y Trabajo Artístico de Estilo.

Desde ese año integró el elenco del Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección artística y general de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, donde fue promovida a primera bailarina en 2005. Entre 1999 y 2005 formó parte del Joven Ballet de Francia. Junto a la compañía cubana ha participado en giras por América, Europa, Asia, Egipto y Australia. Ha sido seleccionada por la revista Dance Europe entre las más destacadas bailarinas a nivel mundial.

UNA ENAMORADA DEL BALLET

—¿Por qué bailas?

—Porque amo bailar, amo el ballet en sentido general. Me di cuenta de este sentimiento cuando asistí a una función de ballet por primera vez en mi vida, y desde aquel día, al presenciar Muñecos, quise ser bailarina.

—¿Tus preferencias entre el clásico, el neoclásico y el contemporáneo?

—El clásico ocupa el primer lugar para mí, pero me agradan mucho el neoclásico y el contemporáneo, porque siento que me aporta mucho el movimiento y control de mi cuerpo.

—Entre los personajes de la era romántica del ballet ¿existe alguno que prefieras en particular?

Giselle, porque fue uno de los personajes que más me costó interpretar, desde el punto de vista artístico sobre todo, por los matices que implica su interiorización. Tuve que estudiar mucho para asumirlo, pues lo considero el reto más pleno para una bailarina, por decirlo de alguna forma.

“Me identifico mucho con el personaje, sobre todo en el primer acto. La concibo como una muchacha inocente, frágil, con una ingenuidad conmovedora, y muy dulce. Disfruto mucho y no siempre lo siento igual cada vez que lo bailo”.

—Cuando interpretas a Giselle, ¿sufres junto a ella o logras el distanciamiento?

—Cuando estoy bailando esta obra me siento Giselle y sufro con ella, pero no siempre la siento igual, todo depende de mi estado anímico. Hay escenas de la locura que me han estremecido y he llorado. Me sentí muy emocionada en la función presentada en Sevilla, dedicada a Alicia, que fue inolvidable para mí.

—En el segundo acto de este título, ¿hasta qué punto logras la plenitud de lo etéreo?

—Es difícil para mí, pues considero que el segundo acto es mucho más complejo que el primero, pues hay que mantener la técnica al mismo nivel todo el tiempo, llevado al estilo más depurado, y esa combinación es muy difícil de lograr, porque hay que lograr dar la sensación de que floto, de que soy un espectro. A mí me encanta esta parte, no solo porGiselle, sino por el personaje de la reina de las Willis,el cuerpo de baile, en fin, todos los personajes.

—En El lago de los cisnes, ¿disfrutas los contrastes de Odette y Odile, o prefieres a una de ellas?

—Es uno de los ballets que me exigen un esfuerzo mayor, por la connotación de reto que lleva en sí la dualidad de dos personalidades completamente opuestas. El segundo acto es más difícil de lograr, porque existe un rejuego de posibilidades, el lirismo del segundo acto, con la poética del vuelo en Odette, que resulta más difícil que el despliegue técnico del cisne negro en el tercer acto.

“Odile es uno de mis personajes favoritos, tanto por sus posibilidades técnicas como por la maldad que se refleja en su rostro. El intercambio de miradas con el brujo permite extraerle mucho lucimiento”.

—Cuando apareces en escena da la impresión de que dejas de ser Anette y adquieres otra personalidad en una proyección integral. ¿Logras abandonar rápidamente esa caracterización?

—Yo soy una persona muy introvertida, y cuando me paro en un escenario paso a otro plano, me introduzco en el personaje que estoy interpretando y siento que mi personalidad se ha transformado. A veces, cuando me veo bailando en un video me pregunto cómo es posible que yo haya proyectado de ese modo, cuando no me conduzco de ese modo en mi vida cotidiana. Y siempre encuentro defectos a lo que hice. Soy muy crítica ante mi trabajo en los videos.

—¿No temes que tal actitud tenga un efecto negativo?

—Es cierto que ser tan autoexigente pueda derrotarme un poco. Pero no ocurre, porque acumulo fuerzas para sobreponerme y seguir trabajando para perfeccionar lo que he visto en el video.

—¿Para alcanzar la perfección?

—Aunque la perfección no existe, trato de acercarme a ella en cierto sentido, hasta donde me sea posible.

—¿Cómo sientes a Julieta, personaje que encarnarás en la gala inaugural del Festival, en Shakespeare y sus máscaras?

—Una niña que empieza a conocer el mundo como es. Me encanta ese personaje. Julieta es muy fresca, muy delicada, y propicia que su intérprete pueda aportarle un enfoque personal a su modo de ser y sentir, respetando la coreografía, la época... Además, la historia es tan linda que una llega a sentirla como si la viviera

¿Incluyes algún otro personaje a tu galería personal?

—La Desdémonade Prólogo para una tragedia, de Brian McDonald,que voy a bailarla en el Festival, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional. Es un ballet fascinante del cual se reestrenará el pas de deux. Solo puedo calificar como un sueño que pueda interpretarlo. Me ha llamado la atención ese personaje, la historia que trasciende su época.

—Cuando interpretas obras de autores de otros países, con temperamentos distintos al nuestro, ¿cómo ocultas la cubanía que podría asomarse a escena?

—Pienso que no hay nada que ocultar, pues en cada bailarín cubano está presente la cubaníapor encima de todo, y no solo lo pienso yo, sino todos nosotros. En el extranjero, los espectadores saben cuándo hay un bailarín cubano en escena. Y eso es debido a esa cubanía que llevamos dentro y a la escuela cubana de ballet que está muy marcada en cada uno de nosotros.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC

Se han publicado 13 comentarios


Ernesto Alemañy
 27/10/14 22:51

Ver bailar a Anette Delgado, es como tocar la gloria, vestirse de lujo o visitar El Cielo, lo más curioso es, que siempre da la sensación que todo lo técnicamente difícil no le diera ningún trabajo, así es de poderosa su  esplendente técnica, igualmente, su presencia en el escenario es espectacular ¡ Dios le dé larga vida !

Rosa Fonseca.
 26/10/14 15:32

No hay duda. La mejor entre las mejores, esa es Anette Delgado.

Fabrice Bertille
 23/10/14 1:00

 

 Anette Delgado “ La Odette perfecta”…….España . 2013.

……………..En el segundo acto, ya en pleno lago, nos encontramos con una Odette tan perfecta que es difícil de describir. Anette Delgado baila con cada una de las aristas de su cuerpo y en cada paso cuesta encontrar el más mínimo atisbo de esfuerzo. Lejos de los excesos típicos tropicales, Delgado fluye, usa la técnica y nunca deja que esta última la domine. Sus pies son ligeros, sus pasos limpios y, como las grandes, marca el personajes con pequeños-grandes detalles haciéndolo suyo. A su lado el príncipe Silfrido tomó cuerpo en Dani Hernández quien en el primer acto se mostró demasiado noble, y el segundo funcionó como un buen partenaire. Pero no podemos pasar al tercer y último acto saltando por encima del alma de todo Lago, el cuerpo de baile. Es habitual que el BNC reciba las mejores críticas por su magnífico cuerpo de baile, hoy no será distinto, la perfección debería llevar por apellido su nombre y el público asistente así lo entendió. Ya en los prolegómenos del final, el Lago se vuelve oscuro y el alma del engaño baila en una Odile que se interpreta por la misma bailarina que encarna Odette. Es común que quien destaca en Odette (el cisne blanco) no pasa a la historia como la mejor Odile (el cisne negro) y viceversa. Pero estos son mitos que se rompen en la compañía cubana. Si en el segundo acto Anette Delgado volaba con plumas blancas, en el tercero sacó todo el histrionismo necesario para demostrar su altura. Memorables fueron sus 32 fouettés y su vaquita fastuosa. Increíble su transformación en este ser malvado que engatusa a un pobre príncipe enamorado. Todo ello, y más, se vivió en una noche que perdurará en la memoria de ese público que premió la excelencia con cinco minutos de ovación cerrada y bravos encendidos.

Luis Ubaldo
 22/10/14 15:06

Maravillosa, por eso fue seleccionada en el 2013 entre las cinco mejores bailarinas del Mundo

Toni Piñera
 21/10/14 23:44

 

Annette Delgado, primera bailarina del BNC, abrió la reciente temporada del clásico en las funciones dedicadas a la importante efeméride, y con un quehacer de alto vuelo artístico, dejó en claro que Giselle sigue viva a sus 170 años. Ella ha triunfado en la coreografía de Alicia Alonso sobre la original, Anette se entregó en cuerpo y alma. El ballet es ante todo, un acto de estética, y ella como Giselle, junto al juvenil Dani Hernández (Albrecht, Duque de Silesia), volvió a cautivar al auditorio. Con su hermosa presencia-línea, el sentido poético que dominó todos sus movimientos, la suavidad y el efecto de la ligereza misma, bordó el personaje que logró su máxima expresión en un segundo acto para recordar, aunque toda la función fue un campo fértil donde demostró su magisterio, y, sobre todo, la madurez real de un personaje que ha hecho suyo, con esfuerzo y tesón

danny
 20/10/14 11:45

Super talentosa además de ser una mujer humilde...

Karín Morales.
 19/10/14 16:08

 

Opinar sobre Anette Delgado resulta muy complejo, ella es una artista tan excepcional,  que tendría que utilizar mucho espacio para plasmarlo, ya para nadie es un secreto, que su “Giselle” es fenomenal, por eso especialistas de la danza de todo El Mundo, han expresado constantemente, que es la heredera absoluta de Alicia Alonso, en el que es considerado su ballet cumbre, Anette en este momento es “Giselle” como ninguna otra bailarina de la actualidad…… Por demás, su técnica es perfecta y apabullante, lirismo, sublimidad, sencillez y una deslumbrante ternura, la acompañan siempre es su esplendente y limpio baile, por esas razones, necesitaría muchísimo espacio, para referirme con justeza, a esa gloria cubana que es Anette Delgado.      

Jesus Carrillo Bohorquez desde FB
 17/10/14 15:48

 beautiful

Alberto Idrobo desde FB
 17/10/14 15:47

Cubana hermosa y talentosa

Cristina Pazo desde FB
 17/10/14 11:22

 BUenisima

Angela Lafuente desde FB
 17/10/14 11:22

Puro talento!!!

Cecilia Habanera desde FB
 17/10/14 11:21

Preciosa

Xiomara Gutierrez Leon desde FB
 17/10/14 11:19

 Guapísima

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