Juntos para siempre

Las historias sobre cómo se formó la isla de Seeland, del califa cigüeña, de cuando Che era Ernestito o Fidel un chico de Birán, las leyendas de tantos grandes del béisbol cubano, la poesía completa de Martí y otros tantos textos, confirman que la llegada a Artemisa hoy de la Feria del Libro es la más deliciosa invitación a la lectura.

Para el escritor mexicano Benito Taibo, el libro es jardín que se puede llevar en el bolsillo, nave espacial que viaja en la mochila, semilla de libertad, pañuelo para las lágrimas, comida, techo, asiento, ropa, cama mullida y cama de clavos, lugar que contiene el universo; te obliga a pensar, a sonreír, a llorar, a enojarte ante lo injusto y aplaudir la venganza de los justos.

Y Artemisa abre sus puertas como un libro más, acoge una fiesta del conocimiento para todas las edades, persevera en la batalla de ser cultos para ser cada vez más libres, aseguró Ivón Álvarez, directora provincial de Cultura, durante la ceremonia inaugural.

El poeta Reynaldo Riverón ya había llamado al convite, al recordar que el libro es y seguirá siendo el principal aliado en la lucha contra la ignorancia, y que a un niño se le ha de regalar un libro antes que un móvil.

La música tradicional en voz del cantautor Diego Gutiérrez, el ritmo pegajoso de Vocal Universo y la coreografía de los chicos de la Escuela de Arte Eduardo Abela, mostraron que el libro será un puente, además, hacia nuestra vanguardia artística: el cine, el teatro, las artes plásticas… hacia Eusebio Leal (a quien está dedicada la Feria) y la República Popular China (el país invitado de honor).

¿Cuál es el objetivo de tantos y tan diversos títulos, de casi una semana en que la ciudad abre con gusto cientos de miles de páginas? Que los artemiseños hagan como Taibo, y firmen con el libro un contrato de juntos para siempre.