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viernes, 4 de octubre de 2024

Esteban: niño pobre y negro quiere tocar piano

A pesar de algunas incongruencias, el filme cubano toca con facilidad la fibra sensible del espectador...

Diany Castaños González en Exclusivo 26/04/2016
4 comentarios

Esteban nace con un gran acierto, que hace que la identificación del público con la película sea fácil: tiene un argumento sumamente minimalista, que toca con facilidad la fibra sensible del espectador.

Todo aquel que alguna vez ha tenido un deseo y se ha encontrado un obstáculo ha sido Esteban. No en balde la película ha encontrado tanta aceptación del público. Por un lado, las bajas expectativas que genera el cine cubano; por el otro, la empatía de la historia. Y claro, no hace daño que la banda sonora de la película esté a cargo del mismísimo Chucho Valdés.

Cuando Jonal Cosculluela, el director de Esteban, hace el cuento, parece un golpe de suerte que el maestro Chucho haya hecho la música de la cinta, pero otra vez tiene que ver con la versatilidad del argumento: Esteban es una historia de algo imposible que deja de serlo.

Es una cinta donde la fuerza de las personas es del tamaño de su más grande quimera. Ópera prima de Cosculluela (aunque en el cine es la primera vez que se escucha su nombre, tiene amplia experiencia en la televisión) que cuenta con las actuaciones de los consagrados Yuliet Cruz y Manuel Porto, así como de Mónica Alonso e Ismael Isaac.

El niño Esteban, interpretado por Reinaldo Guanche de nueve años, que para esta película tuvo que tomar un breve curso de actuación, quiere recibir clases de piano y para lograrlo lucha como puede contra toda adversidad que se le presenta.

Hay, no obstante, algunas incongruencias que afean el filme: La caracterización física del personaje de Miriam, madre del niño Esteban, no se corresponde en lo absoluto con las condiciones materiales con las que esta vive en la película. Si contabiliza con languidez y depresión su fugaz presupuesto de poquísimos billetes de cinco y diez pesos en moneda nacional, en su intento por reunir para comprar un pedazo de pollo para comer, ¿cómo puede tener en todo momento el cabello como si hubiera acabado de salir de la más cara peluquería de La Habana?

Sin contar la ropa ceñida y los senos pródigos, que contrastan sobremanera con una película que se esfuerza por no tener contenidos sexuales de ningún tipo, hecho que, al parecer, ha utilizado el director para darle promoción a la película, pero que per se, no asume ni significa que algo funcione o no, con lo cual pierde valor la vana ostentación que de la asexualidad de la historia se hace con Esteban.

O esos lugares comunes: otra vez la precariedad en la alimentación, las viviendas estrechas, y ese cliché absurdo de utilizar contrastes obvios, como que sea precisamente el niño negro y flaco, de poca fortuna el que quiera tocar piano y no el gordito blanco con casa grande y muchos más recursos económicos, al que aparentemente solo le interesa comer con alto contenido de azúcar.

Claro que, en este caso, la historia logra sensibilizar. Así que, si por alguna casualidad desventurada eres de los que todavía no has logrado eso grande que una vez te propusiste, corre a las salas de estreno: Esteban sirve también de incentivo.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 4 comentarios


kARY FER
 14/5/16 0:26

CREO TE FALTO COMENTAR LA MAGNIFICA ACTUACION DEL NIÑO, REYNALDO GUANCHE,  QUE SEGUN EXPLICAS NO HABIA ESTUDIADO ACTUACION ANTERIORMENTE;. PARA MI FUE MAGISTRAL, JUNTO A LA ACOSTUMBRADA DE MANUEL PORTO. 

raul
 29/4/16 14:09

drume negrita, se te salen los pies de la cunita... como sigue esta cancion?

ver
 29/4/16 14:07

quien quiere tocar el piano?

Leidi
 27/4/16 11:40

Gracias Diana por tu blog

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