Ernesto Lecuona: Siempre en el corazón de los cubanos

Ernesto Lecuona es considerado, con razón, como uno de nuestros grandes románticos. Basta escuchar piezas de su autoría como Estás en mi corazón, Dame de tus Rosas, Devuélveme el corazón o Te vas juventud para comprobar la fina sensibilidad que poseía este habanero, cubano y universal.

El autor de María La O constituye una de las figuras cardinales de la zarzuela insular junto a Gonzalo Roig y Rodrigo Prats. Esas composiciones musicales sin dudas forman parte de nuestras raíces culturales y son esenciales a la hora de hablar de la identidad nacional pues en ellas están presentes elementos de la cubanidad como la mulata, sensual y zalamera que envuelve a todos los hombres, personaje cumbre del mestizaje entre blacos y negros.

Muchas son las razones para recordar entonces al ilustre pianista y compositor. En este 2019 se cumplen 125 años de su natalicio y 55 de su deceso. Además, cinco lustros atrás, el barítono Ulises Aquino ofreció un concierto en el Teatro Monumental de Madrid para presentar el disco Recordar, una producción de la Radio y Televisión española, con doce temas de Lecuona y arreglos del maestro Rembert Egües.

Lecuona y La Habana se titulan los dos conciertos que tuvieron lugar este fin de semana en la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, protagonizados por Ulises Aquino, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la batuta del maestro Enrique Pérez Mesa, el pianista Frank Fernández, el violinista Jaime Jorge, el tenor Humberto Bernal, la soprano Laura Ansorena y el coro de la Compañía Ópera de la Calle.

El repertorio del concierto estuvo integrado por una veintena de piezas, muchas de las cuales están recogidas en el fonograma Recordar. El autor de Cabildo de María La O, nació en la villa de Guanabacoa, uno de los símbolos de la ciudad. Por eso el concierto se dedicó también a los 500 años de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

La sala García Lorca vibró con la Obertura y Salida de María la O, donde se lucieron el coro y la OSN sin restarle brillo al experimentado Humberto Bernal y la joven Laura Ansorena, una de nuestras nuevas voces líricas que dará mucho de qué hablar en un futuro cercano.

No faltó en el concierto Siboney, en un dueto memorable entre Aquino y Bernal. Otro dúo inolvidable resultó el de Laura y el barítono quienes interpretaron con grandeza Damisela Encantadora, una de las piezas que inmortalizara la inolvidable Esther Borja.

En el ya mencionado Cabildo, Ópera de la Calle tuvo la ocasión de demostrar las cualidades vocales de sus integrantes. En esa composición, Lecuona sintetiza lo raigal de la cultura de origen africano con sus tradiciones asentadas en un barrio como la Villa de Pepe Antonio. Elementos que aluden a la esclavitud y el sufrimiento de los negros durante la etapa colonial se pueden encontrar en temas como Triste es ser esclavo.

El público aplaudió la versión de la Salida de María la O para violín y orquesta donde Jaime Jorge logró sacarle notas de excelencia a su instrumento de cuerdas. Otra versión digna de elogio fue la de La comparsa, realizada por el maestro Frank Fernández –junto a la OSN– a partir de los arreglos de Mario Romeu.

En Estás en mi corazón, para voz y piano, se robaron las palmas el director de Ópera de la Calle y el nuevo Embajador del Instituto Latino de la Música, uno de los grandes ejecutantes de las partituras de Lecuona.

Como colofón del concierto por primera vez el público cubano pudo disfrutar casi hasta el punto del delirio de la versión para coro y Orquesta Sinfónica de Plegaria a La Virgen de la Caridad, escrita por Lecuona poco antes de su fallecimiento en España.

Aunque el concierto fue grabado con vistas a la realización de un DVD sería muy atinado que se pudiera transmitir por el Canal Clave como una propuesta para los amantes de la buena música cubana que no pudieron asistir a las dos funciones de la Sala García Lorca.

Las composiciones de Lecuona merecen una mayor difusión entre las presentes generaciones para que no caiga en el olvido una parte de lo más valioso de nuestro pentagrama nacional y así su legado perdure por siempre en el corazón de todos los cubanos.

Mucho debemos agradecerle en ese sentido al maestro Aquino, ganador del Premio Monserrat Caballet en España, quien celebra en este 2019 sus 55 años de vida, 35 de carrera artística y 13 de la creación de Ópera de la Calle.