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viernes, 4 de octubre de 2024

El pincel rebelde de Carlos Enríquez

Considerado como uno de los más grandes artistas de la plástica cubana de la primera mitad del siglo XX formó parte del grupo de pintores que por los albores de 1925 rompieron con todo el academicismo para crear un estilo nuevo dentro de la pintura cubana...

Redacción Cubahora en Exclusivo 02/05/2020
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carlos enriquez
Cuando su salud había decaído, encontró refugio y consuelo en la casa de Párraga, alejada del mundo y de todo el movimiento y el ruido de La Habana. (Imagen de Archivo)

Cuentan que murió el día que debía inaugurar una exposición en la Editorial Lex, el dos de mayo de 1957. Carlos Enríquez Gómez fue un rebelde del pincel y vivió para el arte hasta el día de su muerte.

Considerado como uno de los más grandes artistas de la plástica cubana de la primera mitad del siglo XX formó parte del grupo de pintores que por los albores de 1925 rompieron con todo el academicismo para crear un estilo nuevo dentro de la pintura cubana.

Sus obras causaron grandes críticas al inicio, y elogios múltiples también, había en él algo nuevo. Fue de los primeros artistas cubanos que penetró dentro de las modalidades del llamado en esa época “arte de vanguardia”.

Su infancia transcurre en su pueblo natal, Zulueta, Villa Clara, donde su padre ejerce como médico.

Cursa estudios secundarios en La Habana. En 1920 es enviado a Filadelfia para realizar estudios de comercio y al término de estos, recibe clases irregulares de pintura en un curso de verano en Pennsylvania, donde conoce a Alice Neel, con quien se casa y viaja a Cuba en 1925.

En La Habana se incorpora, con otros jóvenes artistas, a la incipiente lucha por el arte moderno en Cuba. Colabora en la Revista de Avance y tiene una participación destacada en la Exposición de Arte Nuevo.

De 1927 a 1930 reside en Nueva York, aunque sigue colaborando activamente con la mencionada publicación.

Después de un breve tránsito por La Habana –en donde expone dibujos escandalosos en el bufete de Emilio Roig de Leuchsenring –viaja a Europa, donde permanece hasta 1933.

Hace breves visitas a Italia e Inglaterra; reside en Francia y España. Hace exposiciones personales en Oviedo (1930) y Madrid (1933).

A principios de 1934 regresa a Cuba y prepara una exhibición de su obra europea en el Lyceum de La Habana, suspendida la noche misma de su inauguración y reabierta al público en el bufete de Roig.

En 1935 publica “El criollismo y su interpretación plástica”, en que define su nueva orientación pictórica, que al año siguiente denomina “romancero guajiro”.

Desde 1939 se instala, hasta su muerte, en una casa rústica, bautizada como El Hurón Azul, en los suburbios de la ciudad. Hace pinturas murales, entre las que se destaca La Invasión, 1937, en la escuela “José Miguel Gómez” de La Habana. Ilustra numerosos libros, entre ellos El terror en Cuba, Canto del Caribe de Alberto Riera, El son entero y Elegía a Jesús Menéndez de Nicolás Guillén.

Su desbordada sensibilidad lo lleva al ejercicio literario y publica su primera novela Tilín García. Por esta fecha comienza a vivir en su finca de las afueras de La Habana, que bautizara con el nombre de Hurón Azul. En la década de 1940 escribe otras novelas: La vuelta de Chencho y La feria de Guaicanama publicada después del triunfo de la Revolución (enero de 1959).

Los años 1950 fueron para Carlos Enríquez de tristeza. Los problemas de salud debido a huesos rotos y curas de alcoholismo hacen que le abandonen familiares y amigos. Solo unos pocos le acompañan hasta su muerte, ocurrida en La Habana el 2 de mayo de 1957, día en que debía inaugurar una exposición en la Editorial Lex y que fue abierta en el mes de junio de 1957 como homenaje póstumo.

Como homenaje a este vanguardista Cubahora le propone disfrutar algunas de sus obras magistrales:


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Se han publicado 1 comentarios


Carlos de New York City
 2/5/20 8:00

primer Cuadro : a mi Entender : la Mujer ,la Guajira de nuestros Campos y Cuba.

segundo Cuadro : Mujer bella

tercer cuadro : la gesta del Guajiro Cubano , de su Trabajo y adnegacion, de su guerra con lo imposible

cuarto cuadro : Nuestra vrigen de la caridad del Cobre salvando a unos navegantes

quinto Cuadro , la La paz y el amor como nuestros mambises Cubanos ,que tambien sabemos amar y respetar,pero no quedo Otra digo esta : tubieron que luchar por la Libertad de cuba , me imagino que a pesar de su alcoholismo este Pintor Cubano en sus tiempos ,estaba su mente tambien cargada de Amor , Patriotismo y Arte .

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