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miércoles, 2 de octubre de 2024

El medio influye; el amor determina

Sobre la importancia de los maestros como conductores del destino de los alumnos trata McFarland, Estados Unidos, última película que ha protagonizado el actor norteamericano Kevin Costner...

Diany Castaños González en Exclusivo 15/09/2015
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La adolescencia es una edad voluble. En esos años pueriles las personas pueden moldearse como estaño bajo el fuego. De ahí la importancia de paradigmas correctos y de un guía que mantenga una meta sana.

Sobre la importancia de los maestros como conductores del destino de los alumnos trata McFarland, Estados Unidos, última película que ha protagonizado el actor norteamericano Kevin Costner (El Guardián, El último voto).

Con la prerrogativa de ser historia basada en hechos reales, la película McFarland, Estados Unidos cuenta la historia de un entrenador de atletismo que hace lo posible por intentar reconstruir un equipo perteneciente al instituto de educación secundaria de una pequeña ciudad de California, en los Estados Unidos.

Este hombre, que ha tenido problemas para mantener el camino del control emocional en el pasado, sabe que la única manera de lograr realizar las metas personales en la vida es enfocarse en ellas. Entonces, trata de enseñarles a sus alumnos disciplina, fuerza de voluntad y constancia, tres de las principales claves para el éxito, cualquiera que sea la faceta que se cultive.

La pequeña ciudad de California en la que viven los alumnos de este entrenador es a Estados Unidos como Sibanicú es a Cuba. No obstante, la motivación enérgica que Costner logra en sus estudiantes hace que McFarland gane un campeonato a nivel de estado. Tenían todas las condiciones objetivas para seguir siendo anodinos en las listas de ganadores de ese deporte del país, pero una persona —el entrenador— puso fe y esfuerzo en sus alumnos y ellos, como sembrado que responde ante el abono, empezaron a dar lo mejor de sí.

Sin demasiadas pretensiones en la fotografía, en las actuaciones (con perdón del consagrado Costner) o en ninguna otra cosa, McFarland, Estados Unidos plantea par de tesinas que, no por trilladas dejan de ser ciertas. Primero, que en la vida se logran las metas más increíbles si hay motivación suficiente. Después, que la motivación no se enseña, sino que se encuentra.

La cineasta de Nueva Zelanda Niki Caro, autora de exitosas películas como Whale Rider o En tierra de hombres, dirige este drama deportivo que se basa en un artículo publicado en The New York Times en el año 1997 sobre el trabajo de Jim White, un entrenador deportivo en una escuela de secundaria estadounidense que impulsó el crecimiento personal de sus estudiantes a través de la creación de un equipo multicultural de atletismo. El colectivo ganó varios títulos en nueve estados diferentes en la modalidad deportiva cross-country entre el año 1987 y el 2001.

Lo más llamativo de McFarland, Estados Unidos es la relación que desarrolla el entrenador con cada alumno. Cómo él logra ganarse el respeto y admiración de cada muchacho. Cómo logra, muy sutilmente, que las exigencias propias del deporte se vean afianzadas por la empatía y la amistad que se establece entre él y sus estudiantes.

Una película optimista, que se disfraza de drama deportivo para mostrar como siempre los más correctos incentivos que tenemos los seres humanos se encuentran en las emociones positivas, sobre todo en vínculos como la amistad y el amor.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 1 comentarios


ss
 15/9/15 14:16

Los dramas de tema deportivo tienen ingredientes similares y la historia demuestra que no son necesarios grandes presupuestos(no sólo hablo de finanzas, pienso en  director, guionista, actores, etc., aunque todo está relacionado) para lograr un resultado disfrutable. Una progresión de esfuerzo, tropiezos y éxito o invitación a vislumbrar un futuro exitoso grosso modo pueden ser las partes de esos filmes, con un mensaje optimista y un mínimo de violencia, algo harto necesario toda vez que el mundo sufre cada vez más por lo contrario. Buena fe de ello da la muestra que con cierta regularidad ha estado presentando Tele-Rebelde, así que valga el marketing para el canal de los deportes. Sólo nos queda no perder la oportunidad de asistir a la sala, como parece invitarnos la periodista.

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