El fin de una semana histórica o el inicio de todo

La semana del 20 al 25 de marzo será recordada por mucho tiempo en Cuba como un lapso histórico que condensó en apenas cinco días tres acontecimientos trascendentales en los panoramas más debatidos en y por la agenda pública de cualquier sociedad: la política, el deporte y la cultura.

Cuando Barack Obama visite a Cuba, como el primer presidente norteamericano que llega a la Isla revolucionaria; cuando los Tampa Bay Rays jueguen con la selección nacional en un remozado Latinoamericano que recibirá un tope inédito-esperado; ahí llegarán Los Rolling Stones. Para cerrar una semana sin precedentes. O para ser el inicio de todo.

Los protagonistas de estos eventos llegarán a una Cuba transformada, una Cuba otra y a la vez la misma, que es la mejor manera de renovar formas en propósitos y esencias primigenias.

Serán días tensos, complejos. Sin duda. Y nada mejor que un concierto de Los Rolling para aplacar nostalgias, saldar viejas deudas, endulzar nuestros fantasmas y hasta saciar la curiosidad.

¿Y quiénes son Los Rolling Stone?

Pareciera ilógica la pregunta, pero la interacción-euforia de estos días demuestra su pertinencia, porque en un país donde hay más conocedores de los Beatles que de los Stones; en un país donde los medios de comunicación privilegian el reguetón y el pop-house y con pocos espacios para la alternatividad y muchos menos para el rock; pues no todos han escuchado, conscientemente, a la conocida banda británica.

Me pasó con algunos amigos, alumnos y hasta en un intercambio amistoso con un reconocido investigador cubano: “¿Te parece tan trascendental que Los Rolling vengan a Cuba? Eso es para mi generación, para la tuya quizás que tiene una cultura musical más integral, pero para los más jóvenes, no será tan así”.  

Rebatí, —si pude—, con algunos argumentos, que me parecieron medulares. Un día después, caminando precisamente por las inmediaciones de la Ciudad Deportiva, escuchaba nada menos que esta conversación:

“Tremendo escenario que están montando ahí”, le dijo una estudiante de secundaria a otra.

“Sí, dice mi mamá que viene los Rolin-Ton”, dijo en una mezcla de spanglish. “Me explicó que es un grupo famoso de rock. Ella quiere venir conmigo, pero no sé”.

“Si están armando semejante plataforma, con ese audio y esas luces, pues yo vengo”, le insistió la amiga.

Pareciera absurdo; no conocer a Los Rolling Stones es casi un delito. Aunque, los más jóvenes no tienen toda la culpa del craso desconocimiento cultural. Hemos sido nosotros, —escuela, familia, medios—, quienes no se los hemos enseñado.

Pudiera ser. Pensado a estas alturas, tal vez las nuevas generaciones no entiendan la euforia por la presencia de Los Rolling en este pequeño país caribeño. Tal vez prefirieran igual escenario con Marc Anthony, o Daddy Yankee.

Pero la banda inglesa en Cuba, su actuación…marcará época, y eso habrá que explicarlo. No solo porque representa uno de los eventos de rock más esperados-soñados por generaciones de cubanos que vivieron peculiares experiencias nacionales y personales cuya banda sonora llevaba el sello Stones, sino porque para los más chicos puede ser esta la oportunidad de una inconmensurable clase de cultura musical, de lo que es un CONCIERTO, en mayúsculas. Único, mastodóntico.

Ya lo decía, no conocer a los Rolling Stone es casi un delito. Y estar en La Habana, y no ir a su concierto, es un crimen mayor, un cargo de conciencia de los que pocos, ni siquiera los más jóvenes, se podrán librar…Nunca

Hay sucesos que pasan una sola vez en la vida. Este es uno de ellos.

La espera o Cuba de moda

Si bien la coincidencia en el almanaque convierta a Los Rolling en la clausura de unos días significativos, la posibilidad de su presentación en Cuba ya se barajaba mucho antes de que Obama anunciara su visita al país.

Desde finales de febrero de 2015 se inició el rumor sobre una eventual presencia de la banda en el país, cuando la agrupación australiana The Dead Daisies actuara en la capital cubana. Algunas declaraciones de sus integrantes dieron rienda al sueño de ver a “las piedras rodantes” en un escenario en la mayor de Las Antillas.

Pero rumor al fin sufrió sus idas y venidas, acrecentadas durante la estancia en Cuba de Mick Jagger en octubre pasado, pero solo confirmado hace unos días: ¡el 25 de marzo, Los Rolling en la Ciudad Deportiva! 

Ahora, incluso, muchos insisten en que el país se ha convertido en “ruta de moda” para artistas y celebridades, luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

Pero con los músicos británicos, el análisis puede ser otro; porque la visita de los Rolling Stones no puede encabezar cualquier titular soso de revista de celebridades; porque no son Kate Perry o Usher, ni Rihana, ni Beyonce; porque Los Rolling Stones en Cuba son noticia, portada, crónica de vida.

Será la noche del año. ¿Qué decir?... ¡de la década! No por gusto cierran su gira Olé Tour por América Latina con una actuación gratuita bajo el nombre Concierto por la amistad.

Los cubanos y cubanas, unos por convicción, por saberse sus letras al dedillo; otros por curiosidad, por disfrutar el gran despliegue de elementos escenográficos que les caracteriza (62 contenedores no deben ser por gusto)…iremos a ver los Stones.

Ya algunos medios han adelantado ciertas cuestiones: el escenario tendrá cerca de 80 metros de largo y 56 de altura. El área escogida brinda espacios para más de 400 mil personas. Quizás más si se llenaran las calles aledañas como Primelles o Santa Catalina. Unas dos horas y quince minutos durará la actuación que tiene previsto su inicio para las 8:30p.m.

Las informaciones van más allá: se espera una mayor afluencia de turismo del área del Caribe, miles de personas que no quieren perderse a Los Stones en vivo. Se hará historia. No menos.

Así también insisten los propios Rolling. “Este espectáculo en La Habana va a ser un evento sobresaliente para nosotros, y esperamos que también lo sea para todos nuestros amigos en Cuba”, expresaron los músicos en su página oficial.

Cuatro décadas de escuchar a “las piedras”, y el sueño casi se cumple. Será sí, una lección auténtica de rock and roll, un acto simbólico, un acontecimiento musical trascendental de las últimas décadas en el país.

A los autores de himnos como Gimme Shelter y Angie les va a quedar pequeño el espacio en la Ciudad Deportiva, y a nosotros, inmensa laSatisfaction.

Nadie duda que tras la presentación de la reconocida agrupación rockera algunos otros se aventuren a tocar en Cuba; algunos nombres ya se manejan para su primera vez en el país caribeño como Sting; otros han planteado regresar como el popular cantante de soul norteamericano Stevie Wonder y británico Paul McCartney; y hay quienes han manifestado interés como la banda U2.

Los Rolling son la arrancada. El 25 de marzo no será un viernes cualquiera, mucho menos el fin de una semana histórica. Es el inicio de todo cuanto pueda venir después.