Deseo que valoren más mi trabajo

-¿Qué te deseas a ti mismo ahora, después de haber incursionado en el cine, la televisión, el teatro, y haber tenido éxito?

-¡Qué pregunta!, fue su primera reacción. El actor Carlos Luis González es tal cual luce en escena: natural, sencillo, espontáneo…

“Ya no soy tan joven, pero tampoco tan viejo, y creo haber tenido una carrera linda e intensa hasta ahora, por eso lo que más deseo es que me valoren. En muchas ocasiones los actores no somos valorados como debe ser. Para mí, como para otros actores y actrices, deseo que nos valoremos primero a nosotros mismos para luego tener la valoración de los demás. Nuestra carrera, nuestros esfuerzos, nuestro empeño, debe ser más valorado…

-Así lo merece tu trabajo en la obra teatral Mecánica, bajo la dirección de Carlos Celdrán…

-Y dilo. Mecánica fue una experiencia muy intensa. El teatro por sí mismo es muy complejo, sobre todo para los que nos relacionamos más con la televisión, pues estamos acostumbrados a la tecnología que tanto nos facilita el trabajo. Fue un choque brutal adaptarme a la forma de interpretar que es diferente…Claro, Celdrán es como un bastón…siempre está y no te deja caer. Además, los actores con los que trabajé en Mecánica estuvieron muy pendientes de mí, de mi comodidad en esa primera experiencia en el teatro.

“Me sorprendió que me llamara…Yo estaba filmando la primera temporada de UNO, y me resultó una propuesta muy interesante. Abel González Melo tuvo la osadía dramatúrgica de invertir los roles protagónicos y desde ahí todo se complejiza…la psicología de los personajes es asumida desde otro punto de vista que no fue el de Ibsen en su Casa de Muñecas original.

“Nos pasaron cosas muy simpáticas en Cuba…Los domingos, por ejemplo, pareciera que los adultos mayores que estaban en el público estaban viendo la televisión. Reaccionaban al momento, nos hablaban, y eso es simpático pero te sirve como entrenamiento para no perder la concentración.

“Acabamos de llegar de un festival importante en Madrid, otra vivencia maravillosa. Mi primera gira internacional con Argos Teatro. Trabajamos en un teatro con magníficas condiciones, conocimos a muchas personas importantes en ese ámbito  y lo más significativo es que funcionó la obra en ese otro contexto. Fue bueno saber que podía funcionar no solo en Cuba.

“Allí en Madrid, por ejemplo, se nos acercó un hombre para elogiar nuestro desempeño. Era uno de los críticos de arte más afamados de Madrid,  es muy respetado su criterio, y agradecimos su opinión a favor de Argos Teatro y de Mecánica…Fueron vivencias trascendentales es en mi carrera.

“También  tuvimos la posibilidad de estar en el Festival de Teatro de Camagüey, una experiencia que para los actores de teatro, entre los que ya me incluyo, es muy importante”.

-Me cuentas que la invitación de Celdrán te llegó cuando estabas filmando UNO…Otra gran experiencia…

-Sí.  Cuando iniciamos el proceso de preparación de UNO, fuimos a 100 y Aldabó para entrenarnos con oficiales. El capitán Lucio, la teniente coronel Yoanka, y otros, nos ayudaron mucho. Te digo sinceramente que si yo no hubiera tenido la preparación, no como actor, sino como instructor,  el actor no habría podido desempeñar ese papel. Supe de esos casos muy difíciles…Pienso que si la serie tuvo el resultado positivo que ha tenido hasta ahora en el público ha sido gracias a ese trabajo previo, a esa inspiración en la vida real de esos oficiales.

“Teníamos una imagen de esas personas y dos minutos después de llegar allí se me derrumbó ese pensamiento. Tienen problemas igual que todos nosotros, se ríen, se enamoran, y tienen que lidiar con situaciones tan difíciles como las que se les presentan”.

“Además, tuve que someterme a una preparación física intensa… Los actores cubanos no estamos realmente preparados desde el punto de vista físico. Para colmo, tengo mala suerte con escenas de acción física, siempre me lesiono. Me pasó en UNO, en las aventuras de los Hermanos Villalobos…”

-Después de Fábula, con Léster Hamlet, no te he visto en el cine nuevamente…

- Arturo, en Fábula, fue un personaje difícil. Aparentemente una historia muy linda de amor, pero no era así. Fue una experiencia valiosa…Quería hacer cine, y aunque algo había hecho, ese fue mi protagónico…pasamos mucho trabajo, no era yo el actor elegido, todo fue en correcorre… no tenía pruebas de maquillaje, ni vestuario, aprendí a tocar guitarra en tres días…Tuve escenas difíciles…desnudos, escenas de sexo incluso con un hombre…era necesario y así lo entendí…

“ Ahora tengo un proyecto que dirigirá Armando Toledo. Un telefilme…no quiero adelantar nada…Mi personaje puede que tenga puntos en común con otros más recientes. Es una historia de amor pero de mucha acción…Puede que en el teatro hagamos otro espectáculo más adelante..

-¿No piensas retomar la percusión en algún momento?

-Respeto mucho a los músicos y prefiero que los consagrados a ella lo hagan. Llevo mucho tiempo sin tocar, de verdad, más allá de una tertulia, de una fiesta…mejor no.