Entre 1840 y 1927 tuvo lugar en la zona de Boyeros una primera etapa de asentamiento espontáneo y rural. Sin embargo, el período más importante resultó ser el correspondiente a 1928-1933 donde se procedió a un diseño planificado y moderno a partir del proyecto de ciudad industrial o ciudad modelo. Durante esa época se realizaron obras inspiradas en los códigos eclécticos, representados a escala urbana, como símbolo del poder político.
En esa zona en vía de desarrollo –cercana al aeropuerto internacional “José Martí”–vio la luz una joya rara de la arquitectura nacional. Se trata del cine-teatro Lutgardita, construido hacia 1932 como representación de la productora y distribuidora de cine Paramount.
El día que lo visité quedé deslumbrada por la belleza de su diseño interior, casi único, que se debe a la prestigiosa firma Govantes y Cabarrocas. Se considera como un teatro original por su estética Art Decó aunque esos dos arquitectos cubanos, como parte de la búsqueda de una identidad neoprehispánica utilizaron el estilo “maya” para su construcción y decoración.
Su tratamiento es totalizador desde la fachada, con un acabado rústico, hasta los interiores con paisajes en las paredes donde se observan motivos prehispánicos como serpientes, jaguares, entre otros elementos de fantasía.
El portal está formado por arcadas de medio punto que dan acceso al teatro y está rematado por un arco monumental de carácter moderno, que se adapta al estilo arquitectónico imperante en el reparto Lutgardita.
Cuando uno penetra en su interior de la sala teatral tiene la sensación de estar dentro de una cueva o ser parte de una expedición arqueológica. Este es un teatro atmosférico que remeda la bóveda celeste. En el cielo titilan las estrellas y cuando se construyó contaba con un mecanismo que movía la luna.
El telón de boca posee decorados con temas de la roca circular de Tikal. Sobre los muros se contemplan dos murales del pintor y escenógrafo Fernando Tarazona que representan el paisaje de Centroamérica y sirven de fondo a la decoración.
En tanto, las balaustradas del balcón y la orquesta son de caoba, igual que las mil lunetas. Las lámparas y cabeceras de las butacas están fundidas en aluminio y todas se corresponden con el estilo predominante en el teatro.
El edificio –que en la actualidad ostenta el nombre de teatro Sierra Maestra– ocupa un tercio de la manzana. En él existen algunas viviendas. Posee una galería de arte y un centro nocturno en su sótano.
Hace poco más de tres años, este cine-teatro fue remodelado. Como asegura el profesor de la Facultad de Arquitectura de La Habana, Carlos Guerra Astorga, este inmueble es una de “esas ocultas joyas edificadas” y todos debemos “destacar o divulgar sus valores y contribuir a la conservación de ese patrimonio construido, a veces, más reconocido en el ámbito internacional que por sus propios vecinos”.
Ya lo sabe, si algún día anda de tránsito por la zona no pierda la oportunidad de apreciar los grandes valores que ostenta este cine-teatro casi desconocido y que debería tener una vida cultural más activa en beneficio de la comunidad donde está enclavado.
Roberto Fernandez-Rey
25/5/20 22:00
Gracias Maya, te manda este señor mayor nacido en ese pueblo y que ha subido innumerables fotos de Lutgardita no solo desde el nivel del suelo sino tambien desde aviones aterrizando (tiradas por Mayte Moya) y otras acumuladas de la epoca de la construccion del modelo de Ciudad Jardin que tiene Reinaldo Cabrera, historiador del reparto. La otra parte del teatro con gran valor cultural esta dentro, ojala que se conserve. Este pueblo, que quizas pasa inadvertido, fue construido con toda intencion teniendo en cuenta la prosperidad tanto de los trabajadores como del colectivo y la industria. Se construyeron casas, fabricas, teatro, bodegas, todo lo necesario para vivir como Dios manda.
Maya Quiroga
17/1/17 13:59
Lamentablemente, cada día más se pierden grandes valores de la arquitectura como lo fue, sin dudas, el Hotel Internacional de Varadero y el Hospital Pedro Borras ambos demolidos. De muchos inmuebles habaneros solo queda el recuerdo de quienes no los conocieron. A nosotros los periodistas solo nos queda hablar de eso pero no está en nuestras manos hacer nada más al respecto. Tengo otro trabajo inédito sobre Lutgardita donde hablo de todos los valores arquitéctónicos del lugar. Sería bueno si usted tiene fotos de época guardadas que las enviara y hacer un trabajo bonito de recordación para que sirva además de llamada de alerta a las autoridades competentes en el tema de la restauración. Gracias por leer mi trabajo. Se lo agradezco mucho
Triple A
16/1/17 13:28
Estimada periodista:
Cuanto valores o "joyas ocultas" existen en lugares como este...3 calles arriba, se ubica la conocida por los "lugareños" como "Calle de Los Pinos", donde en su momento se encontraba el esplendor industrial, muy proximo a la estacion de trenes "General Peraza" en esta localidad del sur capitalino, comenzando por la llamada Fábrica de vasos pergas, que sirvieron de soporte durante muchos años a las cervezas que amenizaban nuestros celebres carnavales, a continuación, la llamada "gomera" que se dedicaba a la produción de accesorios para calzado y calzado de trabajo, que creo que en sus inicios fue fábrica de pinturas, la otrora fabrica de fósforos, actual UEB productora de velas y un poco mas atrás lo que fue el complejo Glamour de tejidos de punto.
De todo ese esplendor industrial, NO QUEDA NADA, solo los edificios ruinosos, desafiando el tiempo con sus fuertes estructuras y paredes, clamando por una mano que los haga renacer y producir riquezas sobre ese patrimonio.
La invito a que concluya su recorrido por el Reparto Lutgardita y quedará totalmente sorprendida y a su vez triste por tantas joyas arquitectónicas condenadas al olvido.
Gracias.
A Xere
16/1/17 15:58
Sí... Y de paso que siga recorriendo otras zonas y locaciones de nuestra ciudad,
de toda la ciudad,que no todos los tesoros arquitectónicos, ni siquiera la mayoría, están en el Vedado... ¿OK?Términos y condiciones
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